Horas después, Keisuke llegó a una gran casa: una lujosa mansión en las afueras de Nakagyō-ku que pertenecía a su primo Ryusei, un hechicero que, al igual que Keisuke, abandonó la comunidad al estar en desacuerdo con la división de aquelarres. Tras marcharse de Tokio, Ryusei dejó de practicar magia con frecuencia. Sin embargo, contrajo matrimonio con una hechicera también de Kioto. Después de varios meses pensando en su futuro y el de sus hijos, ambos comenzaron a trabajar en el hotel Hilton (él como recepcionista y ella como administradora). Se trasladaron a Kioto con una considerable suma de dinero, que invirtieron en el negocio de la hotelería, comenzando desde cero y alcanzando el éxito sin recurrir a la magia. Desde pequeño, Ryusei era hábil para los negocios y tenía amplio conocimiento en el tema. Llegó a tener una cadena de hoteles en varias ciudades de Japón y el resto del mundo, además de un par de casinos en Las Vegas (EE.UU.).
Ryusei recibió con gusto a su primo Keisuke, quien lo había llamado de camino a la capital de Kioto para pedirle alojamiento en uno de sus hoteles. Aunque Ryusei le ofreció hospedarse en su propia casa, Keisuke prefirió mayor privacidad. Por eso decidió reservar una habitación de manera particular en el gran Hotel Sato (apellido que ambos primos compartían: Keisuke por parte materna y Ryusei por parte paterna). En realidad, aquella mansión era un moderno hotel, pero la fachada tenía un estilo tradicional japonés que Ryusei había comprado y adaptado para ese fin.
Al llegar, Keisuke le explicó a Ryusei por qué Chifuyu parecía inconsciente, y una vez narrada la historia, el empresario de poca magia le ayudó a Keisuke a ingresar usando un hechizo de invisibilidad que ayudó a Keisuke y a Chifuyu a entrar al hotel sin ser vistos. Y es que, pese a que Ryusei ya no practicaba mucho la hechicería, no había perdido en absoluto sus habilidades, pues debía servir como entrenador para sus hijos.
Al llegar a la habitación, Keisuke dejó a Chifuyu sobre aquella gran cama matrimonial. Ryusei se encargó personalmente de reservarles la mejor y más cara habitación del hotel a su primo Keisuke y a su novia.
Tenía una antesala con un minibar en una esquina, repleto de toda clase de bebidas, tanto refrescos como bebidas alcohólicas. En una de las paredes había un home theater, en medio de la sala dos butacones pequeños y un gran sillón rodeaban una pequeña mesa de centro con superficie de vidrio. Estaba adornada con flores dentro de un florero y dos candelabros en las esquinas. En una esquina de la habitación se encontraba una cocina americana y, junto a ella, a unos pocos metros, una pequeña mesa redonda y dos sillas que componían el comedor. Al fondo de la antesala se encontraba una puerta que conducía al dormitorio. Dentro de este estaba la gran cama matrimonial con dosel, imponiéndose justo en el centro de la habitación. En la pared izquierda se hallaba el walk-in closet con espejo, que ni Keisuke ni Chifuyu utilizarían porque él no planeaba quedarse por mucho tiempo, así que aquel amplio espacio vacío solo sirvió para dejar las dos pequeñas maletas.
Desde el balcón del ventanal, la vista se desplegaba como un cuadro en movimiento, lleno de serenidad y detalle. Abajo, el jardín japonés parecía un oasis de calma, donde los árboles de sakura extendían sus ramas cargadas de flores rosadas, formando un suave techo natural que cubría parte del sendero de piedra. Más allá, el agua de las pequeñas fuentes brotaba en cascadas delicadas, su sonido suave llegaba hasta el balcón, acompañado por el canto lejano de los pájaros.
El estanque en el centro del jardín reflejaba el cielo y las ramas de los árboles, creando un efecto espejado que se entrelazaba con las flores que bordeaban la orilla, en colores tenues pero vibrantes. Las estatuas de dragones se erguían con elegancia entre el follaje, sus formas entrelazadas con la vegetación, mientras las pequeñas capillas de madera asomaban entre los recovecos del paisaje, ofreciendo refugios ocultos para la contemplación.
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Tokyo Wonder
FanfictionKeisuke Baji era un hechicero que quería aumentar su poder, quería liderar, ser siempre el mejor... lo logró por supuesto. Pero a un precio muy caro, su vida... su alma y su familia. Edward era una criatura creada por un hechicero científico; su pro...