Ya duchada y lista para vestirse para asistir a la conferencia, hacia un repaso de la cosas que había hecho desde que salió del colegio. Sus padres la habían autorizado sin ningún reparo a asistir, incluso a llegar más tarde de lo que terminaba la conferencia, por si tenía que quedarse a alguna reunión informal después. Si bien sus padres eran comprensivos, se caracterizaban por ser más estrictos que cariñosos, y no tomo a mal que no le den ninguna felicitación por haber sido invitada. Tampoco eran muy observadores, ya que no prestaron atención a la pequeña bolsa que llevaba junto a sus cuadernos, donde tenía dos conjuntos de lencería que había comprado con parte de sus ahorros.
Había pasado de largo de lo abiertamente erótico, y había elegido dos que eran en su mente más "formales", con lo que se justificaba a si misma diciéndose que podía usarlos en ocasiones especiales, y que no necesariamente eran pensado en que los vea su profesor. Formales, pero también con encaje y algunos discretos lazos, formales pero con algunas transparencias y que levantaban y juntaban sus senos, y la formal tanguita apenas cubria sus labios vaginales.
Mientras se ponía el conjunto blanco decide que debe bajar sus expectativas, aunque en las últimas semanas había establecido una relación que ninguna de sus compañeras tenía con algún profesor, incluso las atractivas y con cuerpos de modelo de victoria's secret, no pasaba de ser una relación de profesor-alumna cordial. Tampoco sabía mucho más de su profesor, ni siquiera lo básico como si tenía pareja. Algo más temprano ese mismo día había buscado en redes sociales, sintiéndose un poco acosadora, lo único que había sacado en claro fue que su profesor era buen fotógrafo, que le gustaban los ambientes naturales y que había estado en varios países, pero ninguna pista más.
Bajar las expectativas, incluso lo dice en voz alta frente al espejo, conciente que quizás solo ella pueda ver cómo ese lindo conjunto blanco resalta su cuerpo semi desnudo. Finalmente termina de vestirse, falda y camisa formales, casi una versión más madura de su uniforme, y recogiendo la bolsa que iba a llevar, sale hacia la universidad.
El anfiteatro estaba lleno, bullicioso, mucho menos serio de lo que esperaba, y ella destacaba en medio de gente mayor que ella vestida de manera más jovial, incluso su profesor, que lo saludó de lejos con la mano mientras preparaba y ajustaba la proyección del powerpoint que iba a acompañar la conferencia, estaba vestido de jean, y una camisa con el cuello desprendido y sin corbata.
Por un momento se sintió incómoda, fuera de lugar vestida como una pequeña bibliotecaria, sospechando que cada hombre podía ver su ropa interior de encaje a través de la ropa, estar sentada en la primera fila tampoco ayudaba a su comodidad, pero en ese momento, desde el escenario el profesor la vio, le guiñó un ojo, y las luces se apagaron. Por fortuna el presentador no se tardó demasiado, y la conferencia comenzó.
Si cuando conoció al profesor quedó impactada por lo enérgico y carismático dando una clase (sin mencionar que físicamente atraía su mirada) en este momento podría añadir que su forma de expresarse era pasional, mucho menos formal que en el colegio, con un humor casi provocador, irónico, y usando alguna palabrota para referirse a ciertos personajes históricos, detrás del atril se desenvolvía como pez en el agua. Julia estaba tan perdida en la temática y la forma de exponerlo de su profesor que ni siquiera pudo fantasear, y antes de que pueda pensarlo había acabado.
Su plan de salir discretamente y rápidamente del auditorio se vio frustrado apenas llegó a la puerta.
-Julia!- el profesor la llamaba desde un rincón donde hablaba con un anciano vestido como si los carruajes con cuatro caballos aún estarían de moda -disculpe usted, ahí encontré a mi alumna- el anciano la saluda con una inclinación de cabeza antes de retirarse, y ella se encuentra frente a frente con su profesor -pensaba escaparse, señorita?- la media sonrisa y la mirada penetrante de siempre -creo que fuera del colegio podemos dejar de lado algunos formalismos. Te buscaba para invitarte a tomar un café.. -
No es timidez lo que la invade, es solo una especie de shock que por un momento le impide conquistar, aunque por dentro su mente dice "si, es a eso a lo que viniste", pero por otro lado no puede reaccionar ni levantar la mirada -ambos sabemos que ni la invitación a la conferencia, ni que hayas venido tiene que ver con la historia... Aunque se nota que te gusta y eres muy buena en eso-
Está vez Julia si reacciona, y no puede ocultar la sorpresa en su rostro cuando se levanta para enfrentar la mirada tranquila, irónica, verde y penetrante de su profesor. -hay un café muy lindo en la esquina- dice sin darle importancia a la cara de sorpresa que tiene en frente.
Se habían vuelto las tornas... Tenía mucho para pensar. -esta bien, siempre quise ir, pero mis amigas pensaron que era un lugar para nerds-
No iba a echarse atrás en ese momento.
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Cuentos eróticos
KurzgeschichtenUna serie de cuentos cortos +18 escritos por mi. Si no te gusta este tipo de contenido, directamente no entres.