Aquella era una linda y calmada noche, pero Hanna no podía dormir por pensar en todo lo que había vivido en aquel día, sobre todo recordaba cada palabra que Jartho le explico respecto a aquel espíritu de Montaña Blanca, <<así que es un Hada>> pensaba Hanna, pero sin darle más vueltas al asunto, Hanna decidió lavarse la cara para intentar despejar su mente, al terminar se sentó frente a un espejo, Hanna se miraba, solo era ella y nadie más, ella y su reflejo, aun pensaba que no debía arrastrar a nadie con ella, porque en lo más profundo de ella había un pensamiento que le decía que si alguien moría por acompañarla sería su culpa, eso le hacía sentir un gran miedo. Después de un rato de ver su propio reflejo la luz de la luna entró por su ventana llamando toda su atención, al mirar por la ventana noto una silueta en el mirador de la casa del árbol, la curiosidad comenzó a matarla y como no podía dormir decidió investigar. Hanna salió de la cabaña sin hacer ruido, vio a Carbín durmiendo en la cama improvisada que le había hecho el otro día en la sala y también vio a Jartho durmiendo en el sofá, ya en el patio Hanna subió a la casa del árbol, esta se veía distinta en la noche a cómo se veía en la mañana.
-Deberías estar durmiendo Hanna -Hans estaba apoyado en la barandilla del mirador, con la cabeza en dirección al paisaje nocturno.
-Tú también -dijo Hanna quien se sorprendió al ver a Hans.
-Mañana será otro día agitado.
-Desde que salí de Pueblo Verdi todos los días fueron agitados.
- ¿Qué haces aquí?
-Bueno. vi una silueta y vine a ver qué pasaba -Hanna entró en razón- no tengo que darte explicaciones, de hecho ¿Qué haces tú aquí?
Hans no respondió su pregunta solo soltó una pequeña risa.
-Oye te acabo de preguntar algo -Hanna se molestó porque Hans la ignoró.
-No tengo que darte explicaciones -Hans mostro una sonrisa pícara debajo de su máscara.
-Igual no me importa que es lo que haces -Hanna igual se acercó a la barandilla.
Ambos callaron y hasta que Hanna se cansó del silencio y le pregunto a Hans - ¿Qué ves?
Hans no le respondió.
Esta vez Hanna no se molestó por la indiferencia de Hans -Yo solo veo la oscuridad del bosque oscuro -Hanna no entendía que miraba Hans- se veía mejor de día.
-No estás viendo bien -Hans se acercó a Hanna y le señaló el cielo.
- ¡Guau! -Hanna miraba con admiración el firmamento- así que esto es lo que miras.
-Así es, solo trato de aprovechar la vista nocturna del mirador por última vez antes de irme..., me sorprende que nunca hayas visto el cielo nocturno en Pueblo Verdi.
-Si lo había visto, pero... desde aquí se ve diferente.
-Esa es la magia de un mirador -dijo Hans.
Hanna miraba la estrella en silencio.
-La noche no es tan oscura como la pintan, ¿no lo crees? -dijo Hans mientras miraba a Hanna.
-Si -Hanna miraba el cielo.
Ambos callaron.
- ¡Achú! -Hanna estornudo.
-Ya deberías volver a la cama -Hans tapo a Hanan con su chaqueta que tenía puesta por el frio de la noche- este helado, si sigues aquí fuera pescaras un resfriado.
-No me hables como si fueras mi padre -Hanna miró los ojos cafés de Hans a través de su máscara- pero... gracias.
Hans le miraba sus ojos azules.
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El HADA, EL LOBO Y LA DAMA
FantasyHanna es una muchacha de pueblo verdi, que tiene como encomienda por parte de su abuela, que una vez alcanzada la edad de veinte años Hanna tendría que escalar montaña blanca. ¿Por qué tiene que escalar esta montaña? esto es algo que Hanna no esta d...