Carbín y Hans se encontraban frente a frente del leñador. Pero el leñador aprovecho la gran desventaja en la que se encontraba Hans, y se acercó a toda velocidad a terminar con su vida, Hans rodó esquivando el ataque del leñador dejando un rastro rojo por toda la nieve.
-Que movimientos tan patéticos -dijo el leñador que de un salto se acercó a Hans y lo pateo, empujándolo a un árbol cercano, dejándolo apoyado de espaldas contra este.
Carbín voló donde Hans.
-Hans, ¿estas bien? -pregunto Carbín.
-Estoy excelente -Hans no estaba excelente.
El leñador se rio -Creo que aquí se acaba todo esto -el leñador se acercó con su hacha en mano para dar el golpe de gracia.
Carbín fue en dirección a la cara del leñador con intención de dañarle los ojos con sus garras, pero este lo esquivo y le dio un manotazo empujando por la nieve a Carbín. El leñador ahora si estaba frente a frente de Hans y sin vacilar mucho levanto su hacha para concluir este enfrentamiento.
- ¡Déjalo en paz! -Lamy apareció de los árboles y saltó al rostro del leñador comenzando a arañarle y a estorbarle la vista.
Todos quedaron sorprendidos, sobre todo Hans al ver como Lamy aparecía en el último segundo a salvarle la vida después de que se habían separado.
-Morirás cuanto te agarre -el leñador hacia todo el esfuerzo posible para quitar a Lamy de su rostro.
Sin perder ni un solo segundo Carbín se acercó a Hans, pero comenzó a preocuparse al ver a Hans perdiendo sangre y sabiendo que Lamy estaba arriesgando su vida para distraer al leñador.
–Dime Hans tienes ¿algún plan? -dijo Carbín pensando que hacer.
-Matarlos a todos, comenzando por ti -Hans sentado extendió su machete, pero Carbín lo esquivo.
-Hans, contrólate -Carbín volaba esquivando los ataques de Hans- tú puedes con esto, contrólate.
Hans soltó su machete y puso su mano sobre su cabeza y comenzó a respirar profundamente.
-Escucha Carbín -Hans miró la escena que tenía frente a él de Lamy distrayendo al leñador- la placa de metal que tiene en el pecho, solo necesitamos quitársela de alguna forma o lograr destruirla, ya con eso solo sería rematarlo.
- ¿Por qué no le disparas a la cabeza? -le pregunto Carbín.
-Tengo algo borrosa la vista -decía Hans a la vez que perdía sangre y peleaba contra sus pensamientos -podría darle a Lamy- Hans apenas distinguía a Lamy de la barba del leñador.
A Carbín le dolió oír que Hans tenía la vista borrosa- Entonces dime ¿Cómo piensas quitarle la placa?
-No lo sé, estoy muy cansado -Hans estaba apoyado a un árbol con Carbín viendo como Lamy se las arreglaba para distraer al leñador.
El leñador se cansó y solo dejó que Lamy lo siga arañando y mordiendo. Miró en dirección de Hans y comenzó a acercarse arrastrando su pie herido por el disparo que le había dado este último.
-El leñador no es un tonto -hablo Hans viendo que este se acerca- él quiere mi cabeza y aprovechara ahora que me tiene así, luego ira por la de ustedes y luego por la de Hanna.
Carbín también se dio cuenta que el leñador se comenzaba a acercar -Hans dime ¿Qué vamos a hacer?
Los ojos de Hans no podían enfocar bien la cara del leñador, estaba muy débil y poco a poco comenzaba a perder su conciencia.
-El señor Li y Jartho me dijeron que resistiera todo lo que pudiese si este maldito espíritu comenzaba controlarme la cabeza -decía Hans mientras recargaba sus dos cañones- escucha Carbín, necesito una manera de perforar ese metal, o al menos dejar inmóvil al leñador para ir y quitarle su pechera con mis propias manos -Hans acomodo sus cañones dentro de su chaqueta llena de sangre.
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El HADA, EL LOBO Y LA DAMA
FantasiaHanna es una muchacha de pueblo verdi, que tiene como encomienda por parte de su abuela, que una vez alcanzada la edad de veinte años Hanna tendría que escalar montaña blanca. ¿Por qué tiene que escalar esta montaña? esto es algo que Hanna no esta d...