"Tuc-tuc-tuc" se escuchaba fuera de la casa de Hanna, esta se levantó con el sonido de un martillo golpeando madera, Hanna se asomó por la ventana y vio a Hans martillar arduamente una escultura de madera en el jardín de su casa. A prisa Hanna fue a ver lo que pasaba.
-Buenos días Hans -Hanna se acercó.
-Buenos días Hanna -Hans beso a Hanna- ¿te desperté con el sonido del martillo?
-Si, pero... no te preocupes, me está gustando como está quedando.
Hans seguía hundiendo la escultura en el centro de su jardín. Cuando llega Lamy acompañado de otro kalima mapache.
-Miren nada más -Hanna se emocionó- si son Lamy y Jenny.
-Hola -dijo Lamy subiendo al hombro de Hans- ¿necesitas ayuda?
-No gracias, casi termino.
- ¿Quieres algo para tomar Jenny? -pregunto Hanna.
-Si gracias -dijo Jenny- eres muy amable Hanna.
Hanna fue a traer una jarra de limonada con vasos para invitarle a sus amigos. Al rato llegó doña Bernarda con don Bernardo y sus hijos Jim y Greg.
-Buenos días a mis pequeños -saludo doña Bernarda- les traigo un pie recién hecho.
-Gracias, no tenía por qué molestarse -le respondió Hans.
-Si que tienes buena mano Hans -dijo don Bernardo- que escultura tan bonita, sino fuera por el color de la madera diría que es real.
-Algún día deberías hacer una escultura de mi -dijo Greg.
-Primero hará una mía -dijo Carl.
-No, primero será una mía -dijo Greg acercándose molesto a golpear a Carl, pero se detuvo al ver a su padre mirándolos con una mirada llena de presión.
- ¡Guau!, mira mami -es escucharon unas voces aguas que venían del cielo- esa estuatua se parece a mí papito.
Del cielo bajaron tres halcones pequeños y una adulta.
-Hola Margaret, llegan justo a tiempo -dijo Hanna.
-Si, tuve una demora con estos tres pequeños -dijo Margaret mientras se asentaba en la verja del jardín de la casa de Hanna y de Hans.
-Listo termine -Hans tomó su martillo y el hacha que estaba en el suelo la cual tenía una "D" inscrita en su mango, y alejándose de lo que parecía ser la escultura de madera de un halcón.
-Que lindo, seguramente a Carbín le encantaría ver esto -dijo Margaret junto a sus hijos.
-Señor Hans, ¿Por qué hizo una estuatua de nuesto papito? -preguntaron los pajarillos que recién aprendían a hablar.
-Porque necesitamos de un gran héroe para cuidar nuestra casa -dijo Hans recibiendo un vaso de limonada de Hanna.
-Y qué mejor héroe que el mismísimo Alguacil del pueblo -otra voz se escuchó de lo alto.
- ¡Papito! -los tres halconcillos volaron al cielo.
- ¿Cómo estás Carbín? -pregunto Hans.
-Feliz de verlos -Carbín se posó sobre su propia escultura de madera- vaya que te quedó muy bonita la escultura, sobre todo lograste esculpir a la perfección lo atractivo de mi pico.
Después de un largo tiempo, después de todo lo vivido, en la montaña blanca, Lamy, Carbín, Hans y Hanna, habían vuelto a casa, Hans se mudó con Hanna a Pueblo Verdi y ahora vivían tranquilos y felices, rodeados de sus seres queridos, y Albert de vez en cuando iba a visitarlos, pero Hanna y Hans no se fueron con las manos vacías de su viaje, ellos aprendieron una valiosa lección, "En ocasiones, las acciones más valientes son las que requieren humildad y honestidad consigo mismo y con los demás, como lo son el pedir ayuda en tiempos difíciles y el pedir perdón cuando hemos causado dolor".
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El HADA, EL LOBO Y LA DAMA
FantasyHanna es una muchacha de pueblo verdi, que tiene como encomienda por parte de su abuela, que una vez alcanzada la edad de veinte años Hanna tendría que escalar montaña blanca. ¿Por qué tiene que escalar esta montaña? esto es algo que Hanna no esta d...