- ¿Dónde... donde... dónde estoy? -dijo Lamy despertando de estar inconsciente.
Al ver a todos lados, Lamy encontró unas huellas a las que decidió seguir. Este camino de huellas lo llevo hasta donde estaba Hans quien caminaba en una dirección.
- ¡Hans! -Lamy se alegró de ver a Hans quien estaba con el candil rojo de Hanna sujeto en su cinturón- gracias a Dios, te encuentro.
Pero al ver el rostro de Hans, Lamy reconsidero si realmente se alegraba al verlo.
- ¿Dónde están los otros? -pregunto Lamy algo preocupado.
Hans no respondió.
-Vamos Hans di algo -Lamy le jalo el pantalón a Hans.
-Tengo que hallar a ese leñador -dijo Hans con una voz cansada.
-Olvídate de ese leñador -dijo Lamy- debemos buscar a Hanna y Carbín.
-Ellos estarán en peligro si no me hago cargo del leñador -Hans seguía avanzado- tengo que hallarlo antes de que sea tarde.
- ¿Tarde para qué? -pregunto Lamy desconcertado.
-Para que deje de ser yo...
Lamy empezaba a asustarse, pero recordó lo que Carbín le había contado sobre lo que le paso al druida Jartho y lo comenzó a relacionar con lo que estaba pasando. Despues de un largo rato de caminar, Hans se quedó quieto mientras se tocaba la cabeza.
- ¿Qué sucede Hans? -Lamy miró a Hans preocupado- tienes cara de no ir al baño por semanas, ¿estas bien?
Hans no dijo nada.
-Oye Hans..., recuerdas el dinero que usas... -Lamy pensó en no sacar el tema del dinero del juego de los dardos, pero vio una oportunidad en la que Hans tal vez estaba muy tolerable y dejaba pasar todo- bueno mi dinero que usaste para recuperar, el dinero que me disté y que perdí -Lamy dijo "mi" con mucho énfasis.
Hans ignoró a Lamy.
-Supongo que lo tienes guardado, ¿no?
Hans volvió en si con una sonrisa maniática.
- ¿Entonces qué pasó con él? -siguió insistiendo Lamy.
- ¿Con qué crees que pague todo lo que bebimos esa noche? -Hans tenía una voz pesada.
- ¿Qué? Pero ¿si me lo devolverás cuando regresemos, ¿no?
-No.
- ¿Por qué? Si con fue con mi dinero que nos salvaste a todos.
-Solo te salve a ti, y ese dinero no te pertenece -Hans miró seriamente a Lamy.
-Claro que sí, eran los ahorros de toda mi vida.
-No me gustan los mentirosos -dijo Hans agarrando el mango de su machete- Cuando te conocí no tenías ni un misero centavo, ¿Por qué mientes?
-No, tú eres el que mientes -dijo Lamy agitadamente- le diré a Hanna y ella ya no te querrá.
-Adelante, dile a Hanna como nuestra agua sanadora del manantial se convirtió en el dinero que ahorraste toda la vida -Hans frunció el ceño y se acercó a Lamy.
-C... c... ¿Cómo sabes eso? -Lamy comenzó a temblar, mientras se alejaba de a poco con la cola entre las patas.
- ¿Crees que no sé de qué se trató tu negocio secreto? -Hans tenia una mano sobre la otra para evitar sacar su machete- ¿crees que no se donde te desaparecías siempre? ¿crees que no sé qué te quedaste con nosotros con alguna intención de ganar algún dinero extra?
- ¿De qué hablas? -Lamy trago saliva de tal manera que se escuchó como la saliva paso por su garganta.
-Agradece que guarde el secreto -Hans dio un pisotón que hizo que Lamy se cayera sobre la nieve.
- ¿Qué secreto? -Lamy estaba de espaldas en la nieve.
-Conozco gente del mercado negro -revelo Hans.
-Así que tú también eres un delincuente.
-No uses esa palabra para referiste a mí, esas personas del mercado negro son las encargadas de informarme que gente como tú no haga tonterías dentro del pueblo.
- ¿Tonterías? ¿En serio dices tonterías? Apuesto que tú también sabías el valor de aquella agua sanadora, si estuvieras arruinado y solo como yo, sabrías lo que es la necesidad.
- ¿Arruinado y solo? -Hans se cansó de discutir con Lamy- Tú no sabes lo que es estar arruinado y solo, tú eres un maldito cobarde que te lamentas todo el día, "boo hoo hoo, soy un fracaso, boo hoo hoo, Jenny se merece algo mejor, boo hoo hoo todos me odian" así es como te escuchas cuando te lamentas por todo.
Lamy miraba asustado a Hans.
-Tienes gente que te ama contigo y aun así sigues siendo un pesado, tienes conocidos en tu pueblo, tienes una gran reputación en tu hogar, eres alguien de valor para Hanna y Carbín, y hasta tienes una mujer esperando tu regreso, deja ya de pensar que eres menos y comienza actuar y sé más de lo que eres, actúa como un hombre -Hans estaba molesto.
-Hans yo... -Lamy vio como la mano de Hans estaba por sujetarlo.
-Te voy matar Lamy -Hans sujeto y levantó a Lamy como si algo le obligara a hacerlo, como si un instinto asesino de él lo impulsara a actúa de esa manera.
-Por favor Hans, ¡NO! -grito Lamy de desesperación.
Hans se detuvo, se agarró la cabeza -Perdóname Lamy, yo no quiero matarte...
Hans sacudió su cabeza -Ya me cansé de escuchar tus quejas -Hans sacó saco su machete.
Lamy mordió la mano de Hans, haciendo que este último lo soltase. Lamy cayó sobre la nieve y miro a Hans. La mano de Hans sangraba y goteaba sangre en la nieve. Hans dio un paso y Lamy salió corriendo.
- ¡Lo siento Lamy! -grito Hans.
Lamy ya se encontraba lejos de Hans.
-Regresa Lamy... - dijo Hans por última vez hasta que Lamy se perdía a lo lejos entre la nieve blanca.
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El HADA, EL LOBO Y LA DAMA
Viễn tưởngHanna es una muchacha de pueblo verdi, que tiene como encomienda por parte de su abuela, que una vez alcanzada la edad de veinte años Hanna tendría que escalar montaña blanca. ¿Por qué tiene que escalar esta montaña? esto es algo que Hanna no esta d...