El HADA, EL LOBO Y LA DAMA

Capítulo XVI

A la mañana siguiente después de todo lo que paso en Zarpa Blanca, con la reunión de los osos, el señor bernardo y sobre todo la charla que Hanna y Hans tuvieron para aclarar las cosas del viaje.

-Hanna, despierta Hanna.

- Déjame dormir -Hanna estaba dando vueltas en su cama.

-Hanna, despierta.

-Estoy cansada, no molestes -Hanna se cubría la cara con su almohada.

- ¡Despierta!

- ¿Qué pasó? -Hanna abrió los ojos y vio a Carbín quien le quito la almohada de su cara.

- ¿Carbín? -Hanna miro a todos lados- ¿Dónde está Hans?

- ¿Así que esperabas que Hans te despierte? -Carbín estaba frente a ella en su cama.

- ¿Qué? -Hanan se ruborizo- ¿acaso dije Hans?

-Si, anoche dormiste con él.

- ¿Qué? ¿y que paso? -Hanna solo recordaba que a noche estuvieron bebiendo todos.

-No sé -Carbín se paró en la ventana- eso debería preguntarte yo a ti.

Hanna se levantó y fue con Carbín a mirar por la ventana y ahí estaba Hans ayudando a Charlie junto con Greg, Jim, el señor Bernardo y Lamy.

-Ahora que recuerdo -Hanna miraba a Hans- si dormí con Hans anoche.

-Y entonces -Carbín miro a Hanna muy curioso - ¿qué paso?, cuéntame.

- ¡Ay! creo que me odia, estaba pasada de copas, no sé qué hice o dije.

-Pobre Hans -Carbín se rio.

- ¿Pobre Hans? Más bien pobre de mí.

-No, pobre Hans, de seguro estuvo de niñera toda la noche.

-Y no creo que solo estuvieron hablando -dijo Carbín de manera picara.

-Hans y yo estuvimos juntos y solos anoche, pero yo... -Hanna miró el suelo- yo lo arruine todo por beber de más -Hanna se tiro a su cama y te tapo la cara- estábamos a solas y yo lo arruine.

Carbín se reía.

-Qué vergüenza no te rías -Hanna seguía con su cara tapada- dime qué hora es.

-Ya es medio día.

- ¿Qué? -Hanna otra vez se había quedado dormida.

-Hans vino varias veces a ver como estabas, pero seguías dormida.

-Que desperdicio de día, se supone que partiríamos hoy a primera hora del día -Hanna se quitó la almohada de su cara.

-Tómalo como un descanso -dijo Carbín tratando de animar a Hanna.

-Ya descansamos mucho en Pueblo Cascada.

-Tomate un último respiro, Hans ya dijo que mañana por la mañana nos iremos.

-Bueno, me tomaré una ducha e iré al salón en un rato.

-Nos vemos luego Hanna -Carbín se marchó de la habitación.

Después de un rato Hanna fue al salón principal y ahí los esperaban don Bernardo con sus hijos, Lamy, Carbín y el señor Charlie, pero no había rastro de Hans ni de Merir.

-Miren la bella durmiente por fin despertó -dijo Greg burlándose de Hanna.

- ¿Y Hans? – Hanna ignoro el comentario de Greg.

-Dijo que tenía algo pendiente ya va a volver -respondió Carl.

-Bueno... -Hanna quería ver a Hans y disculparse por cómo se comportó anoche.

Hanna compartió con sus amigos, pasó el rato y ayudó a Charlie en lo que podía con su posada, igual hablo con Don Bernardo de su esposa, Don Bernardo le dijo que volvería junto con ellos cuando terminaran lo que tenían pendiente en la montaña, Hanna no quiso revelar a nadie más su verdadera misión, luego se enteraría, no quería involucrar a alguien con familia. Pasaron las horas hasta que el sol se ocultó y con esto llego la hora de la cena y aun no llegaba Hans, Hanna estaba preocupada y decidió esperar a Hans en la recepción.

-Hanna ven a dormir -le dijo Carbín- mañana tenemos que madrugar.

-Hans ya va a llegar -le siguió Lamy.

-No se preocupen, vayan sin mí.

Carbín y Lamy se miraron y fueron sin ella. Los hermanos se acercaron a Hanna y la acompañaron un rato hasta que se fueron.

-Hanna voy a ir a mi habitación a dormir -le habló Charlie- cualquier cosa me dices.

-Bueno -Charlie entro en su habitación cerca de la recepción, dejando a Hanna completamente sola.

Ya era más de media noche y Hanna seguía ahí, la única compañía que le quedaba era el sueño que empezaba a apoderarse de ella, cuando estaba a punto de quedarse dormida, escuchó que alguien entraba y ese alguien era Hans.

- ¡Hans! -Hanna se levantó a abrazarlo.

-Hanna, ¿Qué haces aquí? -Hans se sorprendió y recibió a Hanna entre sus brazos -mira la hora, deberías estar en la habitación.

- ¿Qué me dices tú de horas? -Hanna solo a Hans y se dio medio vuelta- Mira que recién te apareces.

-Pasaron cosas en el camino -Hans se rasco la cabeza.

- ¿Cosas como qué? -Hanna volvió a dar media vuelta y miro a Hans con el ceño fruncido.

- ¿Te acuerdas de mi amigo el granjero? -Hans comenzó a caminar en dirección a su alojamiento.

-Oye espera -Hanna siguió a Hans- ¿Qué paso con el granjero?

-Estaba con él y también con Merir, lo ayudamos a regresar hasta el bosque neblina y mira me regalo cerezas -Hans le mostro un saco lleno de cerezas a Hanna- se las daré a Charlie para que haga mermelada para su posada.

Hans y Hanna entraron a su alojamiento y pasaron de largo a Carbín y a Lamy que se encontraban durmiendo una habitación aparte de la de ellos.

- ¿Y Merir? -Hanna seguía a Hans.

-Le encomendé que dejé un mensaje a Pueblo Cascada, para decirles a los chicos y a Albert que mañana a primera hora, empezaremos a subir la montaña.

Ambos entraron a su habitación y cerraron la puerta, pero Hanna aun presentaba reflejos de preocupación por Hans.

-Y por lo que veo supongo que estabas preocupada por mí, ¿no? -Hans le sonrió pícaramente a Hanna.

Hanna frunció el ceño -Claro, si te pierdes todo el día y no avisas antes, ¿Cómo piensas que voy a estar? -la voz de Hanna comenzó a partirse- pensé que no nos acompañarías a la cima y que...

Hans abrazo a Hanna y le interrumpió todo lo que le decía- No pienso dejarte Hanna.

Hanna se apretaba entre los brazos de Hans, sintiéndose segura junto a el- ¿Me acompañaras hasta el fin...

Con un gesto suave, Hans le aparto el cabello del rostro a Hanna y la besó en los labios, luego de un segundo de separaron, ambos se miraron y se volvieron a besar. Hans y Hanna entraron juntos en la cama y tuvieron una noche cálida.