Capítulo XIII

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Todo el pueblo se encontraba en la reunión del alcalde divirtiéndose, comiendo, bebiendo, riendo y conversando, ya era media noche y empezaba la final de la noche de talentos. Cuando de un momento para otro llegaron Carbín y Lamy al escenario, Carbín se posó en un atril de madera y Lamy a su lado con una guitarra especial para el tamaño de un mapache.

-Vamos Carbín -dijo el alcalde- demuestren de qué están hechos los amigos de Hans.

-La guitarra que tiene Lamy fue hecha por nosotros -dijo Matías.

El público delante muy expectante estaba esperando a que comience el espectáculo.

-Buenas noches -hablo Carbín llamando la atención de todo el público- estamos agradecidos por darnos la oportunidad de poder compartir con todo ustedes, así que sin más que decir empezamos.

Lamy empezó tocando las cuerdas de la guitarra, luego de unos tiempos le siguio Carbín cantando con una voz increíble, era de esperarse semejante voz de un ave, todos quedaron en silencio escuchando lo que cantaba Carbín, era una canción melancólica, una canción triste de amor, una canción que demostraba que la echaba de menos a su esposa Margaret y que Lamy echaba de menos a Jenny, y en entre compases Lamy se unió a Carbín para cantar juntos el coro. Todo el público estaba conmovido y llenos de lágrimas por aquellas letras y notas de la canción. Pero llegando a la estrofa final, una persona entró interrumpiendo a Carbín y a Lamy.

- ¡alcalde! ¡alcalde! -gritaba la persona que entró con ímpetu a la posada.

Todos miraron a la persona desesperada, que llamaba desesperadamente al alcalde.

-Chico ¿Qué pasa? -se acercó el alcalde para tranquilizarlo.

El chico le agarró los hombros al alcalde y dijo -Hans está en el hospital, dicen que fue encontrado cubierto de sangre cargando a una chica.

- ¿Qué? -el alcalde no se creía lo que escuchaba- si Hans y Hanna están aquí.

Todos voltearon a ver y no había rastro de los dos.

Carbín y Lamy que estaban en el escenario concentrados, pero la noticia los despertó y gritaron - ¡Hanna! - bajaron volando del escenario y fueron con el alcalde.

Carbín voló sobre él y lo miró diciendo - alcalde llévenos al hospital de inmediato.

En los ojos de Carbín y Lamy se podía ver la preocupación por Hanna. El alcalde sin decir ni una palabra los llevó al hospital, seguidos de Matías y su mujer. El hospital no estaba tan lejos del sitio donde se encontraban, una vez llegaron al hospital las enfermeras los llevaron al cuarto de Hanna y ahí se encontraba Hans desangrándose sentado en una silla al lado de la cama de Hanna, había dos enfermeras que lo querían llevar a otra habitación para que sea tratado por un médico, pero él no se movía de su sitio.

-Señor venga está en muy mal estado -decían las enfermeras tratando de levantarlo de la silla.

-No la puedo dejar sola -decía Hans con una voz ronca.

-Ella está bien, ya fue tratada, por favor señor muévase, usted si que necesita ser tratado con urgencia, por favor colabore con nosotras se está desangrando.

-No la puedo dejar sola -Hans no se apartaba de Hanna.

- ¡Hans! -apareció el alcalde.

-¡Hanna! -dijeron Carbín y Lamy yendo a la cama de Hanna- ¿Qué pasó con Hanna Hans?

-Ella está bien -dijo Hans con una sonrisa de tranquilada al ver a Carbín y a Lamy presentes- la protegí como les había prometido.

Hans respiraba fuerte por la fatiga y el dolor que sentía.

El HADA, EL LOBO Y LA DAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora