Susurros del Angel Oscuro

Capítulo 14: La Revelación del Destino

A medida que la luz del colgante guiaba a Aiden, Evelyn y Marcus a través del camino resplandeciente, un sentimiento de esperanza y temor se mezclaba en el aire. Habían derrotado al Maestro de las Sombras, pero el reino que ahora exploraban estaba impregnado de una profunda tristeza y una inquietante energía.

"¿Dónde estamos ahora?" preguntó Evelyn, sintiendo una mezcla de ansiedad y emoción mientras seguía de cerca a Aiden. La tierra bajo sus pies era dura y fría, y el silencio que los rodeaba era abrumador.

"Deberíamos encontrar respuestas", respondió Aiden, su mirada fija en el horizonte. "Siento que hay algo importante aquí, algo que necesita ser descubierto".

Marcus frunció el ceño. "Cuidado. Este lugar tiene una forma de atrapar a los desprevenidos. La oscuridad puede regresar en cualquier momento".

Mientras avanzaban, comenzaron a escuchar un suave murmullo, como un eco lejano de voces. Las palabras parecían danzar en el aire, llenas de anhelo y desesperación. Aiden se detuvo, intentando discernir de dónde provenían.

"¿Escuchan eso?" preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado. "Suena como si alguien estuviera llamándonos".

"Podrían ser las almas atrapadas", sugirió Evelyn, su corazón latiendo con fuerza. "Debemos seguir el sonido".

Siguiendo el murmullo, llegaron a un claro iluminado por una luz tenue y etérea. Allí, un antiguo templo se alzaba frente a ellos, su arquitectura impresionante a pesar de las cicatrices que el tiempo había dejado. Las piedras estaban cubiertas de musgo, y figuras talladas de guerreros y criaturas míticas adornaban sus muros.

"Este lugar... es impresionante", murmuró Marcus, maravillado. "Debió ser un centro de poder en tiempos antiguos".

"Y ahora es un refugio de desesperación", añadió Aiden, sintiendo la tristeza que emanaba del templo. "Las almas que han sido atrapadas aquí están buscando una manera de liberarse".

Al acercarse, la puerta del templo se abrió lentamente con un chirrido que resonó como un lamento. La luz del colgante iluminó el interior, revelando un espacio vasto y oscuro. Las paredes estaban cubiertas de inscripciones antiguas que narraban la historia de la lucha entre la luz y la oscuridad.

"Esto es un legado", dijo Evelyn, tocando las inscripciones con reverencia. "Las historias de los ancestros que lucharon contra las sombras. Debemos aprender de ellos".

Mientras exploraban el interior, Aiden encontró un altar central donde descansaba un libro antiguo. La cubierta estaba desgastada, y el título, "El Libro de la Luz Eterna", brillaba con un fulgor místico.

"Este debe contener secretos sobre cómo liberar a las almas y cómo derrotar a la oscuridad de una vez por todas", exclamó Aiden, abriendo el libro con cuidado.

Las páginas estaban llenas de relatos de los guerreros que habían luchado contra el Maestro de las Sombras en épocas pasadas. Cada historia estaba marcada por sacrificios, luchas y triunfos, y Aiden sintió un profundo vínculo con aquellos que habían estado en su misma posición.

"Escuchen esto", dijo Aiden, leyendo en voz alta. "Los guerreros que llevaron la luz dentro de ellos se unieron en un esfuerzo para derrotar a la oscuridad. Sus espíritus permanecieron aquí, atados a este templo, esperando que sus descendientes vinieran a liberarles".

"¿Descendientes?" preguntó Marcus, frunciendo el ceño. "¿Significa que nosotros...?"

"¡Sí!", interrumpió Evelyn, sus ojos brillando con comprensión. "Somos parte de su linaje. Ellos lucharon y cayeron, pero nosotros llevamos su luz dentro de nosotros".

De repente, las voces que habían estado llamando comenzaron a intensificarse, resonando en el templo. Las almas atrapadas se manifestaron como sombras etéreas que se alzaban y caían, buscando liberación.