Capítulo 9: La Sombra del Traidor

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La atmósfera dentro del grupo es tensa. Los protagonistas —Aiden, Evelyn, y Marcus— intercambian miradas nerviosas, sabiendo que algo no está bien. Sin embargo, nadie se atreve a hablar de sus sospechas abiertamente. El personaje que parece más distante es Caleb, el misterioso aliado que se unió a ellos en el capítulo anterior. Aunque al principio Caleb parecía de confianza, ahora algo en su comportamiento resulta extraño.

Aiden, quien siempre ha tenido una intuición afilada, siente que algo oscuro se esconde en el corazón de Caleb. Mientras el grupo se prepara para avanzar hacia el próximo santuario donde esperan encontrar respuestas sobre las sombras, Aiden nota que Caleb evita hacer contacto visual, y su comportamiento es evasivo. Evelyn también siente que Caleb está guardando algo, pero intenta restarle importancia, atribuyéndolo al estrés y al constante acecho de las sombras.

El grupo emprende su viaje hacia el santuario. El paisaje está desolado, con árboles marchitos y una densa neblina que parece envolverlo todo. La única fuente de luz es una pequeña lámpara que parpadea en las manos de Marcus. La sensación de ser vigilados crece a medida que avanzan por un antiguo sendero, y el aire se vuelve más frío y opresivo.

Aiden intenta mantenerse alerta, pero una extraña sensación de pesadez invade su mente, como si las sombras estuvieran manipulando su voluntad. Es entonces cuando nota que Caleb se ha retrasado y susurra algo ininteligible a la oscuridad. Decidido a confrontarlo, Aiden le pide que se detenga, pero Caleb parece ignorarlo, acelerando su paso hacia adelante.

Al llegar a un claro en medio del bosque, el grupo decide descansar, pero la incomodidad persiste. La niebla parece estar más densa, y las sombras que la acompañan parecen moverse con vida propia. De repente, sin previo aviso, Caleb se aleja del grupo, murmurando palabras en una lengua antigua y desconocida. Aiden, sabiendo que algo está mal, lo sigue en silencio.

Lo que Aiden descubre lo deja helado: Caleb está de rodillas ante una figura oscura, una entidad hecha de sombras, a la que parece estar sirviendo. En un instante, todo encaja: Caleb no es un aliado, es un traidor. Desde el principio, había estado trabajando para las sombras, atrayéndolos a su trampa. El pacto que Caleb había hecho con las sombras no era reciente; había estado manipulado por ellas desde mucho antes de que el grupo llegara al refugio. El descubrimiento sacude profundamente a Aiden, quien siente el peso de la traición.

Aiden corre de vuelta hacia el grupo para advertirles, pero es demasiado tarde. Las sombras, guiadas por Caleb, ya los han rodeado. Los susurros en el aire aumentan en intensidad, y las formas oscuras empiezan a surgir del suelo, de los árboles y de las rocas, tomando forma física y atacando sin piedad.

Evelyn intenta usar su conocimiento de los antiguos rituales para crear una barrera protectora, pero su energía es débil y las sombras son más poderosas de lo que esperaban. En medio del caos, Marcus lucha con todo lo que tiene, pero las sombras parecen impenetrables. La traición de Caleb ha debilitado al grupo emocional y espiritualmente, y su confianza se desploma.

Aiden confronta a Caleb, exigiéndole una explicación. Caleb, con una sonrisa fría, confiesa que las sombras le ofrecieron poder a cambio de traicionar a sus compañeros. "Solo un alma será suficiente", dice Caleb con una voz llena de malicia. Mientras habla, las sombras se acercan a Aiden, pero en un giro inesperado, Aiden logra desviar su ataque utilizando una reliquia que habían recuperado en capítulos anteriores: un fragmento de un espejo antiguo, que refleja la oscuridad y desvía el ataque.

A pesar de la traición, el grupo se resiste a caer. Aiden usa la reliquia para crear una pequeña abertura en el campo de sombras que los rodea, permitiendo que Marcus y Evelyn escapen del cerco temporalmente. Caleb, por otro lado, ahora completamente consumido por el poder oscuro, enfrenta directamente a Aiden.

Lo que sigue es una lucha mental y física entre los dos. Aiden, debilitado pero determinado, enfrenta no solo a Caleb, sino también a las sombras que lo rodean. La lucha es desigual, pero Aiden se mantiene firme, sabiendo que la supervivencia del grupo depende de su victoria. Durante el enfrentamiento, Caleb revela que las sombras tienen un objetivo mayor: no solo destruir al grupo, sino liberar una entidad antigua y maligna, sellada hace siglos, y traer el caos al mundo.

Finalmente, Aiden logra derrotar a Caleb, aunque a un gran costo. Caleb cae, su cuerpo consumido por las sombras que él mismo había traicionado. Sin embargo, las sombras no se detienen; su hambre de destrucción sigue aumentando. Aiden, Evelyn y Marcus se ven obligados a huir, conscientes de que la traición de Caleb ha puesto en peligro todo su plan para detener a las sombras.

Aunque han sobrevivido a la traición, las fuerzas oscuras parecen más cerca que nunca de lograr su objetivo. El grupo está dividido, física y emocionalmente. Aiden, lleno de culpa por no haber visto antes la traición de Caleb, mira el fragmento del espejo roto en sus manos, sabiendo que la batalla contra las sombras está lejos de terminar.

Susurros del Angel OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora