Capítulo 20: Los Susurros del Futuro

4 0 0
                                    

El aire que había quedado tras la caída de Azazel y el sacrificio de Evelyn parecía estar cargado de un silencio solemne. La batalla final había terminado, pero el impacto de aquellos eventos trascendentales seguía reverberando en el mundo. Los cielos, oscuros y fracturados durante tanto tiempo, comenzaban a iluminarse con un tenue brillo, como si el mismo universo se curara poco a poco de las cicatrices dejadas por la guerra. Sin embargo, aunque la amenaza principal había sido neutralizada, Aiden, Marcus y los sobrevivientes sabían que las sombras, en su insidiosa naturaleza, nunca desaparecen completamente.

La ausencia de Evelyn era una herida invisible que no podía cicatrizar. Aiden, con el peso del sacrificio de su amiga y compañera sobre sus hombros, no podía evitar sentir que el mundo era diferente sin su presencia. En los días posteriores al ritual, había recorrido las tierras devastadas junto a Marcus, ayudando a restaurar algo de lo que se había perdido. Sin embargo, el vacío dejado por Evelyn era palpable, no solo para él, sino para todos aquellos que la habían conocido.

Aiden recordaba los momentos compartidos, los combates, las conversaciones en la oscuridad, y su risa ocasional cuando la esperanza parecía perdida. Sabía que, aunque el sacrificio había sido necesario para salvar al mundo, el dolor de haber perdido a alguien tan esencial para su vida lo acompañaría siempre.

Sin embargo, la paz ganada era precaria, y pronto comenzaron a surgir indicios de que algo más se avecinaba. Los primeros susurros de esta nueva amenaza llegaron en forma de sueños perturbadores que asolaron a Marcus, quien había sido uno de los pocos capaces de mantenerse en contacto con los planos místicos. Soñaba con un abismo más profundo que cualquier otro que hubiera visto antes, un abismo que no pertenecía ni al Cielo ni al Infierno, sino a algo aún más antiguo.

Los sueños le mostraban figuras envueltas en sombras, figuras que hablaban en lenguas antiguas, prometiendo un futuro en el que las líneas entre la luz y la oscuridad se desdibujarían por completo. Estas figuras, aunque diferentes de Azazel, parecían tener un vínculo con los antiguos poderes que Azazel había dejado en el mundo. Parecía que, con su caída, un nuevo peligro había sido desatado, uno que se extendía más allá del tiempo y el espacio.

Marcus compartió sus visiones con Aiden, quien al principio se mostró escéptico. Después de todo, habían enfrentado a Azazel y habían ganado. ¿Qué otra amenaza podría surgir tan pronto después de la batalla final? Sin embargo, a medida que las señales se acumulaban, comprendió que el mundo aún no estaba completamente a salvo. Las sombras siempre encontraban una forma de regresar, y esta vez, el peligro parecía más insondable y antiguo.

Conscientes de la gravedad de la situación, Aiden y Marcus decidieron reunir a los antiguos guardianes que aún vivían. Aunque muchos habían perecido en la lucha contra Azazel, algunos seguían vivos, aunque profundamente marcados por los horrores que habían presenciado. Estos guardianes eran los últimos defensores de la luz, aquellos que, al igual que Aiden, habían sido testigos del colapso de su mundo pero se mantenían firmes en su deber de protegerlo.

Cada uno de ellos trajo consigo sus propias experiencias y heridas, pero también un profundo sentido de responsabilidad. Sabían que su papel no había terminado, que debían ser los faros de luz en un mundo que aún estaba sumido en la oscuridad. A medida que se reunían, discutieron los fragmentos de visiones y premoniciones que habían tenido, todos coincidiendo en una cosa: el futuro no estaba asegurado, y los ecos de la batalla que habían librado aún resonaban en el tejido mismo del tiempo.

Aiden, aunque cansado, sintió una nueva determinación al estar junto a aquellos que habían luchado junto a él. Sabía que el sacrificio de Evelyn no había sido en vano, pero también comprendía que el mundo aún necesitaba ser protegido de las fuerzas que buscaban aprovecharse de la fragilidad que quedaba tras la derrota de Azazel.

En su búsqueda de respuestas sobre la nueva amenaza, Aiden y Marcus decidieron viajar a un antiguo templo, uno de los pocos lugares que aún contenía los registros más antiguos sobre las fuerzas del Cielo y el Abismo. Este templo, ubicado en lo profundo de una montaña olvidada, estaba custodiado por monjes que, aunque habían permanecido neutrales durante la guerra contra Azazel, entendían el poder del conocimiento que guardaban.

Al llegar al templo, fueron recibidos por el anciano líder, un hombre cuyas arrugas parecían haber sido esculpidas por los milenios que había vivido. Este monje, aunque distante al principio, se mostró comprensivo con la búsqueda de Aiden y Marcus, y los llevó a lo que llamaban "La Cámara de los Susurros". Allí, en antiguos manuscritos y reliquias de eras pasadas, se encontraba una profecía que hablaba de los "Susurros del Futuro".

La profecía describía un evento posterior a la caída de un ser celestial, una fuerza que surgiría de las profundidades del tiempo y que no pertenecía a ningún reino conocido. Esta fuerza, conocida solo como "El Vacío", había sido sellada mucho antes de la creación de los planos que los humanos comprendían. Sin embargo, con la derrota de Azazel, las barreras que lo mantenían aprisionado se habían debilitado, y ahora sus susurros comenzaban a filtrarse en el mundo mortal.

Aiden comprendió que esta nueva amenaza no se parecía a nada de lo que habían enfrentado antes. Era una fuerza primordial, una sombra que no solo amenazaba el mundo terrenal, sino también la propia estructura de la realidad. Las sombras de Azazel habían sido solo una manifestación de este poder más grande y antiguo, que ahora estaba listo para despertar.

Con el conocimiento de la profecía y el peligro inminente, Aiden y Marcus sabían que no podían simplemente prepararse para una batalla física, como habían hecho antes. Esta vez, el conflicto sería mucho más complejo. Necesitarían algo más que fuerza para enfrentar esta amenaza: necesitarían sabiduría, sacrificio, y una conexión profunda con los planos espirituales que Evelyn había dejado atrás.

Sin embargo, Marcus comenzó a tener dudas. ¿Cómo podrían enfrentarse a algo tan vasto y antiguo? ¿Qué posibilidades tenían de sellar una fuerza que existía antes de los dioses? Mientras meditaban sobre la situación, Marcus sugirió algo radical: quizás, para vencer a esta fuerza, debían hacer lo contrario de lo que hicieron con Azazel. En lugar de sellar el Vacío, debían encontrar una forma de canalizarlo y equilibrarlo. La sombra no podía existir sin la luz, y viceversa. Si podían entenderlo en lugar de destruirlo, tal vez podrían restaurar un equilibrio cósmico que evitaría la destrucción del mundo.

La verdadera batalla no sería entre espadas y poder, sino entre la comprensión y el equilibrio. El camino hacia la victoria estaba oculto en los susurros del futuro, susurros que solo aquellos que habían trascendido el plano mortal, como Evelyn, podían comprender completamente. Aiden y Marcus sabían que necesitaban más que aliados: necesitaban sabiduría y coraje para enfrentar lo que se avecinaba.

El futuro, aunque incierto, no estaba sellado. Los susurros del pasado y del futuro se entrelazaban en un destino que aún podía ser alterado. El sacrificio de Evelyn había marcado un punto de inflexión, pero el verdadero desenlace aún estaba por escribirse.

Con el conocimiento de la profecía, los guardianes comenzaron a prepararse para lo que podría ser la batalla más difícil de todas: una batalla por el destino del universo, donde la luz y la oscuridad debían encontrar un equilibrio para evitar el colapso de todo lo que conocían.

Aiden, aunque marcado por las pérdidas y el dolor, decidió enfrentarse a este futuro incierto con la misma determinación que lo había llevado a luchar contra Azazel. Porque, al final, el verdadero sacrificio no era solo el de aquellos que habían caído, sino el de los que continuaban luchando por un futuro en el que la oscuridad y la luz pudieran coexistir.


¡Gracias por llegar hasta aquí! Si te gusta la historia, te invito a que me ayudes con un voto. Además, me encanta leer a otros escritores, así que si tienes una historia en Wattpad, deja tu enlace en los comentarios y me pasaré a leerla.

Susurros del Angel OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora