12: Conflicto y timidez.

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Habían llegado a una tienda de celulares en el último piso, Muichiro observaba asombrado todo a su alrededor, Genya estaba enternecido y un poco confundido pero se dijo a sí mismo que a lo mejor Muichiro jamás había visto un teléfono, era uno de esos extraños casos donde la familia más tradicional jamás le muestra la tecnología a sus hijos.

Suspira y deja que el omega observe maravillado por todos lados, él lo sigue y junto a un empleado le explican cómo utilizar el celular, los diferentes tipos y sus funciones, poco a poco el más bajito va asintiendo al entender, y le extienden un teléfono para que pruebe lo que se le explicó. Sorprendidos de que el jovencito haya entendido tan rápido y ahora se meta en varias aplicaciones como si conociera el artefacto desde hace mucho tiempo.

Muichiro se alegra y se felitica así mismo al darse cuenta que pudo dominar otra cosa de la cotidianidad de esta ciudad y sonríe al descubrir que pudo hacerle frente al dichoso celular.

Él escoje el modelo que Genya más le metió por los ojos, era un teléfono grande y tenía color negro, según el empleado el sistema de ese celular lo haría adaptarse y no complicarse, una marca coreana de última generación.

—Muy bien, si quieres este puedes esperarme aquí mientras lo pago —le comenta el alfa con una sonrisa.

—¿Qué? ¡No! Genya, yo lo compro, el precio está dentro de mis posibilidades, ya por hoy haz hecho mucho por mí —alcanza a decir el omega consternado.

—No me importa, tómalo como otro regalo por hoy —le dice relajado, dejando perplejo al más bajo y caminando junto al empleado a la caja.

Muichiro lo ve a cierta distancia volver a pagar con la tarjeta (Genya le había explicado cómo funcionaba) y nota que el alfa pide ciertos accesorios extras.

Abre su boca y frunce su ceño un poco ofendido de que su decisión de pagarse dos cosas que eran costosas él mismo no pudo hacerlas porque el alfa lo consintió al punto de comprarle joyas y un celular.

Su lobo se sintió muy bien, brincando por dentro y sintiendo pronto su rostro rojo y su vientre revolotear, pero su cabeza le decía que este cortejo lo abrumaba porque jamás dependió de un alfa que le diera todo a excepción de su padre o sus abuelos.

Se dijo así mismo que debía de acostumbrarse a estas cosas de ahora en adelante, y se sentía tímido al saber que su alfa lo trataría como lo que es; aquí es donde a su mente llega otra pregunta... ¿Cuál es el trabajo de Genya? 

—Muy bien, ten, no aguanté y lo abrí para escribir mi número de teléfono en él, llámame o escríbeme esta noche para agendar el tuyo ¿está bien? —el alfa le dio indicaciones con una sonrisa pequeña de lado, mirándole hacia abajo por la diferencia de alturas. 

—Es-está bien, yo te llamaré de inmediato, uhm... Creo que ya es un poco tarde y suficiente por hoy, podemos salir mañana y ponernos de acuerdo ¿te parece? —dice el omega con una sonrisa tierna, su mirada dulce hacia al más alto— y muchas gracias por estos regalos de hoy, no tenías porqué hacerlo pero te agradezco mucho. 

Genya se acerca y le da una pequeña caricia a su mejilla, luego atrae la mano de Muichiro a sus labios dándole un beso a sus nudillos, haciendo que ambos se sonrojaran con vergüenza y cariño, ambos estómagos retorciéndose y ambos corazones latiendo fuertemente. 

—Para mí fue un placer consentir a mi omega en cortejo —la coqueta voz de Genya hace que el omega le lance una palmada al hombro, avergonzado al verlo reír cantando victoria. 

—Tonto. 



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The Crown / Genmui Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora