Muichiro tendrá un viaje para descubrir quién es, lo que quiere hacer y madurar lejos de casa, se enamorará de Genya, un alfa que le enseñará sobre la vida, lo cruda y bonita que es a la vez, y le quitará la venda de los ojos que lo mantenía cautivo...
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La mañana llega a ellos como rayo, los sonidos del canto de los pajaritos y el viento llevando las flores de cerezo a un lado, cayendo en las aguas y los pequeños estanques con peces Koi.
Muichiro entre-abre sus ojos lentamente notando que está acostado sobre el pecho de Genya, ambos desnudos bajo las mantas en un fuerte abrazo gracias a los trabajados músculos de su alfa.
Se sonroja fuertemente y se aferra al pecho del contrario, su corazón late desenfrenado y sus palmas sudan por los nervios. Ahora siente que su entrada duele un poco y que su cuello arde, solo acordándose de la noche anterior de manera nítida es que da un salto haciendo que Genya se despierte alarmado.
—¡¿M-muichiro?! —pregunta asustado.
—Genya, lo siento, no quise despertarte —se disculpa, sentándose en el colchón, inhalando sus aromas mezclados.
—Tranquilo, no pasa nada, ¿dormiste bien? —esta vez, respirando con tranquilidad es el alfa quien se sienta de manera recta quedando muy cerca del rostro contrario.
Tokito se le queda mirando fijamente, con una cara muy enamorado de Shinazugawa, le da una tierna sonrisa de ojitos en forma de media luna y nariz arrugada, dejando ver sus dientes blancos. Genya se sonroja y le sonríe con cariño, pasando su mano cerca de la marca del omega notando que este tiembla suave por la sensación que le causa.
—Dormí bien, estoy muy feliz —Muichiro se acerca y le roba un pico al más alto dejándolo sorprendido.
—Me alegra saberlo, yo dormí bastante bien, y esa marca te quedó bonita —comenta con orgullo, inflando su pecho emocionado.
—¿Es así? —una de sus pequeñas manos pasa por encima de la marca de colmillos, sintiendo el lugar caliente— quedó bonita porque fue mi alfa quien la hizo.
Genya se sonroja de pies a cabeza, volteando la mirada nervioso.
—C-creo que mejor deberíamos tomar un baño y salir a comer, puede que los demás estén preguntando por nosotros.
—¡Santa luna, es cierto! —Muichiro se levanta, dejando ver su cuerpo al desnudo a un alfa que lo observa anonadado.
El omega corre buscando su celular y lo encuentra tirado cerca de su ropa en una mesita de madera, puede leer que tiene varios mensajes de Mitsuri y Rengoku quienes le dicen que están contentos de su avance con el alfa por lo de las aguas termales y que si quería podían almorzar juntos.
Muichiro responde los mensajes y se voltea buscando su yukata, se lo coloca de manera nerviosa al notar que el alfa no le quitaba la mirada y luego le lanza la yukata más grande a Genya en la cara, escuchándolo quejarse.
