—No estamos aquí sentados los cuatro para darnos la bendición mutuamente, tenemos temas más serios que tratar justo ahora —acota Sanemi, dándole un trago a una copa de vino que estaba sobre la mesita donde anteriormente habían desayunado.
—Sí, es correcto, ya creo que todos sabemos lo mismo, pero más vale aclarar y ser francos —acepta Muichiro, mirando a Genya a los ojos con vergüenza— lamento no haberte dicho la verdad desde un principio, pero tu también sabías quién era yo ¿cierto? Lo notaste apenas nos conocimos.
—Pude sentir tu aroma, me atrajo muchísimo, iba de camino con Sanemi a desayunar y un increíble aroma me llevó a esa cafetería, descubrí que eras tú, y confirmé mis sospechas cuando llegué a casa y charlé durante horas con él sobre esto, no fue fácil asumirlo, pero lo acepté de inmediato porque encontrar a tu destinado no era algo tan normal que digamos —confirmó el alfa, su mirada directa hacia los ojos de su omega quien le miró con impresión.
—Y durante todo este tiempo nunca me referiste nada, actué como un tonto ocultándo todo pero siendo feliz de haberte conseguido —apenado y contento debido a la conmoción, Muichiro baja su mirada con un pequeño sonrojo en su rostro.
—Bueno, no puedo culparlos. Ayer cuando vi a esta fiera —Sanemi retoma la palabra, hablando con cansancio fingido mientras señalaba con su dedo a Yuichiro, quien le miró indignado— fue porque un olor particular me guió a su habitación, lo encontré ahí y cosas sucedieron... Pero en fin, me di cuenta muy rápido sin necesidad de rodear la situación de que él era mi omega, no lo voy a negar, ni a postergar, ya soy muy grande para andar con dudas.
—En algo tienes razón, y es que eres bastante mayor, eh... Pero no me importa, aún así eres mi alfa y es algo que debo de aceptar —Yuichiro molesta, con su voz de pena y sarcasmo que hace a todos reír menos a Sanemi que le mira estresado— ya una vez aclarado los sentimientos de cada uno, sabíamos que ustedes eran los antiguos sucesores del ex reino del viento, donde las Esmeraldas salían a montones.
Los hermanos alfas se miran dudosos y luego fruncen el ceño, esta vez el albino toma una posición un poco más defensora.
—Sí, reino que le perteneció a mis padres, mi madre Shizu siempre fue una mujer pacífica y protectora, cuando se enteró que tu abuelo nos iba a mandar a expulsar con los del consejo usando la mentira de que mi padre Kyogo acaparaba las esmeraldas para su satisfacción es cuando ella toma oro y diamantes para huir con nosotros, nos fuimos lejos, viviendo un tiempo en la provincia de Nagoya cuando fue que nos enteramos de la tragedia —comenta el alfa mayor, su semblante serio, su mirada perdida a la nada, sus manos apretadas en puños y las venas marcadas en su frente— las tropas de alfas de tu abuelo habían asesinado a mí padre en el castillo y se apoderó del reino, dándole una extensión al suyo como si fuese un trofeo.
—¿Por qué mi abuelo tuvo que hacer tantas desgracias a ustedes? —cuestionó Muichiro ganándose las miradas de todos.
Genya suspira con molestia, mirando hacia los ojos de su pareja con recelo.
—¿Quieres saber por qué? —pregunta enojado, no con su omega, sino que el simple recuerdo le hacía hervir la sangre— porque era un egoísta de mierda ambicioso de poder, o bueno, es. Tu abuelo estuvo en acuerdo con mi padre para desposarlos a ustedes cuando cumplieran la mayoría de edad, pero cuando se enteró que en nuestro reino existía la esmeralda y que yo me había presentado como un enigma puro, un alfa más fuerte que el propio Yorichi-San, quiso incluso hasta matarme, me acuerdo perfectamente el maltrato que nos hizo pasar un ex general cuando Sanemi y yo íbamos de regreso, padre nos defendió y luego tu abuelo aprovechó la situación para culparlo de robo, traición y abuso.
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The Crown / Genmui Omegaverse.
FanfictionMuichiro tendrá un viaje para descubrir quién es, lo que quiere hacer y madurar lejos de casa, se enamorará de Genya, un alfa que le enseñará sobre la vida, lo cruda y bonita que es a la vez, y le quitará la venda de los ojos que lo mantenía cautivo...