La vieja y trillada historia de cuando dos almas destinadas a estar se reconocerán con sólo una mirada, desde niños escuchando viejas historias de amor muy clichés y ahora, en este instante, sintiéndola.
Genya Shinazugawa desde muy niño siempre fue un joven temperamental y caballeroso, siendo él y su hermano mayor, Sanemi, los que cuidarían a sus hermanos menores y a su madre luego de la pérdida de su padre. Contaron con la suerte de ser alfas, lo que les trajo unas consecuencias fue la posición de Genya, Sanemi había sido el mayor y se aspiraba a que fuera un alfa muy fuerte gracias a su temperamento y carácter, el albino había salido siendo un alfa élite e incluso su padre estuvo un tiempo contento con eso antes de morir, pero la felicidad se volvió terror cuando Genya nació, uno entre pocos casi escasos mutantes que muy rara vez se ven, el niño siempre demostró ser fuerte pero al llegar a su primer celo de presentación habían visto la casta del muchacho descubriendo con terror que había nacido siendo un enigma. Su madre estaba alarmada y Kyogo, su padre, había cambiado drásticamente su actitud repelente al niño, muy pocas veces acercándose a él con el miedo en su corazón.
Genya creció escuchando historias de amor por parte de su madre y sus hermanitas, creció con el ejemplo de su hermano mayor, que a pesar de ser una casta más baja siempre le tuvo el merecido respeto. Él creía que un monstruo como él no tendría un lazo con nadie pero el destino le demostró lo equivocado que estaba.
Viendo ante sus ojos una preciosidad, era como si la gema más preciosa se hiciera en forma humana y la madre luna le haya regalado tan bonito omega. De cuerpo delgado, bajito, cabellos largos y hermosos ojos celestes como el agua del mar, se veía tan majestuoso que por un momento quiso comprobar que no haya sido una mala jugada del destino.
Sus cuerpos se acercaron con lentitud, sin saber qué hacer, solo sabían que se estaban reconociendo bajo las miradas extrañas de los que estaban en esa cafetería.
Por parte de Muichiro, estaba impresionado, era la primera vez que sentía la cara tan roja y su corazón tan acelerado, casi como una conexión instantánea hacia ese alfa. Era alto, musculoso, tenía la piel mestiza, los ojos de un púrpura oscuro como la noche y cabello azabache.
Se acercaron tratando de reconocerse, hasta que quedaron frente a frente, sus miradas sin separarse a veinte centímetros de distancia, las manos a los lados sin saber dónde ponerlas y la boca abierta.
Ambos aspiraron el olor del contrario y sus corazones latieron en sincronía.
—¿De verdad tú eres...?
—¿Mi destinado...?
Los dos hablaron a la misma vez, riéndose torpemente y sintiendo sus mejillas colorearse un poco.
La pena y la emoción no los hicieron percatarse que alrededor habían personas observando su momento romántico.
—¿Conoces a este enano, Genya? —la voz de Sanemi saca de su ensoñación a los contrarios.
Genya se voltea con miedo, mirando a su mayor con los labios temblando en ansiedad. Sanemi le mira con dudas e impaciente por una respuesta. A su frente, Rengoku se levanta y se coloca tras Muichiro, sin acotar nada a la escena pero imaginando lo que ocurría por la situación y las posturas de ambos jóvenes.
—Hermano, es mejor que me dejes un momento para procesar todo —la voz de Genya es decidida, mira al frente, el omega espera por una respuesta de él y confiando en sus instintos le tiende una mano— ¿me acompañas un momento, por favor?
Muichiro mira la varonil mano y no duda en tomarla, volteando a Rengoku y asintiéndole, asegurándose de que todo estaba bien y pronto, alfa y omega, salieron de las manos de la cafetería, tendrían mucho de qué hablar.
—¿¡Hah!? ¿A dónde crees que vas, Shinazugawa Genya? —Sanemi está dispuesto a perseguir a su menor, pero la mano de Kyojuro lo toma del hombro, impidiendo que se mueva— ¿y quién diablos te ha dado el permiso de tocarme, imbécil?
Kyojuro le sonríe, sus cejas se fruncen por la grosería pero no le tomaría importancia ahora, tampoco haría un alboroto.
—Será mejor que los dejes a solas, tienen cosas de qué hablar —le dice, su voz se escucha suave a pesar de que el alfa estuviera un poco indignado con el albino.
—No me dices qué hacer —Sanemi quita bruscamente la mano del contrario, pero se estremece en rabia cuando los dedos del rubio no abandonan su hombro. Sus dientes rechinan en advertencia— suéltame, y vete de mi camino.
—Lo siento, no puedo hacer eso —niega el muchacho, con el entrecejo fruncido. Su mano tiene marcada las venas.
—¡No digas que no te lo advertí! —el albino se tuerce para golpear al rubio, pero no contaba con que el alfa esquivaría su golpe.
Y no solo eso, para no hacer tanto escándalo, Kyojuro golpea el cuello de Sanemi haciendo que el alfa se desmaye en seco. Saca de su bolsillo su billetera, deja un billete de gran denominación en la mesa donde sus preciados alimentos estaban a la mitad, y con lástima se despide, no sin antes cargar al albino como un costal de papas.
En la cafetería le dedican miradas asustadas y nerviosas, y pasa al lado de suma con tranquilidad.
—Quédate con el cambio ¡ten buen día y disculpa las molestias!
Sale del local y observa que la pareja de enamorados a primera vista se encuentran al frente de la otra acera, hay un parque pequeño donde cachorros juegan y ellos se hablan sentados en una banca de ahí, Kyojuro se acerca sin invadir su privacidad y toma asiento en otra banca dejando al albino desmayado en el asiento de al lado con la cabeza colgando hacia la derecha y los ojos en blanco.
Se pone sus audífonos y revisa su teléfono en busca de la conversación con su esposo.
A unos metros de ahí, se hayan alfa y omega viéndose fijamente, grabando a detalles sus facciones y no dejando atrás el contacto visual.
—Entonces... ¿Tú eres mi omega? —pregunta con la voz temblando— quiero decir, mi nombre es Shinazugawa Genya.
—Yo soy... M-muichiro Tokito, Uhm... Supongo que tú eres mi alfa, aunque me atrevo a decir por tu olor y tu aura, que no eres un alfa común.
—En eso... Tienes razón, soy un enigma.
—Bueno, enigma, tuvimos una conexión instantánea.
El omega no sabía de dónde sacaba tanta confianza, pero este muchacho lo hacía temblar y también ser coqueto. De todas formas, era su alfa.
Y era la primera vez de ambos en sentirse así de enamorados sin haberse conocido.
Holis:) un capítulo de rellenito para ustedes, jeje, andaba inspirada. 💕💕💕💕
Nos vemos luego🐓
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The Crown / Genmui Omegaverse.
FanfictionMuichiro tendrá un viaje para descubrir quién es, lo que quiere hacer y madurar lejos de casa, se enamorará de Genya, un alfa que le enseñará sobre la vida, lo cruda y bonita que es a la vez, y le quitará la venda de los ojos que lo mantenía cautivo...