| SUMISA | [+18]

[21] • La mejor.

*AVISO*

Esta historia probablemente contenga muchas escenas [+18], si no les gusta simplemente no lean pero no dejen malos comentarios.

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*pov T/n*

Sé perfectamente a lo que se refiere con ponerme de rodillas y realmente ya no me disgusta, hasta lo empiezo a disfrutar.
Quizá mi incomodidades era estar privada de mi libertad.

- Sé más rápida. Lo quiero para ahorita. -Dijo-

Me encontraba haciéndome una coleta, ante todo la comodidad, él se molestó un poco porque no lo estaba obedeciendo y me tomó el cabello el mismo para simular una coleta.

Bajé el cierre de su pantalón, sacando su miembro erecto, lo tomé entre mis manos y comencé a masturbar poco a poco.

- Hazlo con tu boca. -Dijo- No me desobedezcas.

Apenas abrí la boca para meterlo en ella, pero él tenía el control de mí por la coleta y sumergió rápidamente su miembro en mí, ocasionando unas pequeñas arcadas que él solamente se reía.

- Hace falta práctica. -Dijo y río- Más rápido.

Lo obedecí.

Comencé a chupar más rápido su miembro, coloqué una de mis manos en mi pecho, mientras él soltaba pequeños gemidos que se estaban convirtiendo en música para mis oídos, pues es muy raro escuchar a un hombre gemir.

Me tomó de la coleta y la jaló, haciéndome detener, sacó su miembro de mí y me jaló el cabello hacia atrás ocasionando que lo vea hacia arriba.

- ¿Te gusta estar conmigo? -Dijo-

- Sí. -Respondí-

- ¿Si qué? -Dijo y jaló mi cabello-

- Si amo. -Dije, para que luego se acerque y me bese apasionadamente-

- Ponte en cuatro, quiero verte en esa posición. -Dijo y me soltó-

Mientras me acomodaba en el sofá, él empezó a bajar su ropa hasta quedar solamente en ropa interior.
Ya me había acomodado, estaba tal como él quería y en cuanto se acercó a mí, me soltó una tremenda nalgada que seguramente me dejó marcada la mano en mi trasero.
Cómo me dolió, mi instinto fue moverme pero él me tomó de la tanga que traía puesta y me regresó a mi lugar.

- Te he dicho que no me gusta que te muevas. -Dijo-

- Lo siento, amo. -Respondí-

- Te tocan 6 como castigo. -Dijo- Y cuidado con moverte.

Cuando estamos en el acto, con cualquiera de los siete, si ellos se refieren a que me toca una cantidad como castigo se refieren a las nalgadas. Ellos ponen una cantidad como castigo mientras debo estar quieta y contar cuántas llevo, para finalizar con un "Gracias por corregirme, amo"

- 1.

Había soltado la primera, justo en la misma nalga que la anterior haciendo que me duela hasta el alma.

- 2.

- 3.

- 4.

- No te muevas, sino aumentará a 10. -Dijo-

- 5.

-6.

Las últimas dos dolieron más que todas juntas, e incluso hasta me hicieron soltar lágrimas porque me dolió todo. No dudo que me haya sacado hasta sangre, pues su mano es muy pesada...

- Gracias por corregirme, amo. -Dije-

Puso su mano en mi espalda, haciendo que la baje más y que levante más el culo porque así es como le gusta, acomodó mi tanga e introdujo su miembro sin avisar, mi instinto fue cerrar las piernas él las abrió nuevamente.

Comenzó con movimiento suaves, luego subió la intensidad hasta que me estaba penetrando fuertemente. Pasó su mano por debajo y comenzó a masturbarme haciéndome soltar gemidos.

- Ji- Jimin ah...

- Soy tu amo. -Dijo mientras se movía más fuerte, aumentando las embestidas-

Algunas lágrimas corrían por mis mejillas pero no era de tristeza, era de dolor y placer. Al principio me dolió pero ahorita es simple placer.

Comencé a sentir mis paredes femeninas contraerse, él lo noto con la forma en la que estaba, así que se detuvo y no me permitió el orgasmo, y mucho menos venirme.

- Lo harás cuando yo te diga. -Dijo- Volteate.

No había de otra, tenía que hacerle caso, me volteé y me acosté en el sillón mientras lo veía, me arrastró un poco para quedar a su altura e introdujo nuevamente su miembro, ahora con fuertes embestidas y por varios minutos, mi feminidad ya se encontraba adolorida, los gemidos por parte de ambos no se terminan hasta que finalmente empecé a sentir su miembro palpitar dentro de mí, finalmente él se corrió pero siguió varios minutos hasta lograr que yo también lo haga.

- Aah... -Soltó ese sonido mientras se tiraba a mi lado- ¿Cómo se dice?

- Gracias amo. -Dije aún con una palpitación en mi parte íntima-

- Orgulloso de haberle ganado a JHope. -Dijo Jimin- Cada vez te superas más, no cabe duda que eres la mejor que hemos tenido aquí.

¿La mejor?

- Vamos, tenemos que salir, hoy es día de ir a las compras. -Dijo, él se levantó y comenzó a vestirse, juntó mi ropa y me la pasó-

Mis piernas temblaban, mi trasero me dolía, mi feminidad apenas estaba dejando de palpitar y ya es momento de salir.
Me vestí muy apenas, él me ayudó a cerrar mis prendas porque si me dolía todo.

Finalmente nos vestimos, me tomó del brazo y salimos de la salda de estar.