| SUMISA | [+18]

[24] • Visita a casa.

Iba muy arrepentida de lo que había hecho, en sí no creía que había sido grave pero con ellos todo esto es exageradamente terrible.
Ninguno me hablaba, todos me ignoraban porque si hablaban entre ellos pero conmigo no, si yo decía algo ellos simplemente cambiaban de tema, así que decidí mejor quedarme callada.

- ¿Ya estás arrepentida por lo que hiciste? -Dijo Namjoon viéndome por el retrovisor de la camioneta, pues él iba manejando-

- Te están hablando, responde. -Dijo Taehyung-

- Si... -Dije, en cierto punto me hice la víctima, pues hablé como si estuviera llevando una batalla interna aunque en realidad me sentía arrepentida pero no triste-

- Es para que aprendas que con nuestras reglas no se juega, y ese tipo se llevará un susto un día de estos. -Dijo Jin-

- No le hagan nada, él no sabía. -Dije-

- Él no sabía pero tú sí, sin embargo no le pusiste límites. -Dijo JungKook- Eres nuestra novia, T/n.

- ¿Novia? -Dije confundida- Ni siquiera me lo han pedido... -Dije sonriendo de lado-

- ¿Crees que esto es un juego? -Dijo JHope- ¿Por qué sonríes?

- No somos novios, no me lo han pedido. -Dije- Me han acostumbrado que para ser novia de alguien me lo tienen que pedir.

- Ni locos te haremos caso, tú no mandas aquí. -Dijo Jimin-

- Agh... -Dije y volteé hacia otro lado, cuando miré las calles pude reconocer donde estábamos...-

¡Mi casa!

- ¡Esa es mi casa! -Dije feliz-

- Te dijimos que tendrás la libertad de venir dos veces por semana, pero siempre acompañada de nosotros. -Dijo YoonGi-

- ¡Genial, ya me quiero bajar! -Dije feliz-

En la colonia donde vivo, o más bien vivía, no era nada común ver un auto lujoso. Nadie traía un auto así por las estudiado que esté, entonces seguramente a mis padres se les hizo extraño ver un auto de esta magnitud y salieron rápidamente. Ambos se quedaron en la puerta a ver quién se bajaba de la camioneta y yo estaba con el nudo en la garganta, solo quería abrazar a ambos.

- Primer error y te juro que te mueres. -Dijo Namjoon- Sabes perfectamente lo que no debes decir.

- ¡Lo sé, quiero bajar! -Dije-

- Anda, por aquí. -Dijo YoonGi-

Abrieron la puerta, primero se bajaron ellos y enseguida bajé yo. Ellos al verme se rompieron en llanto y yo corrí a abrazar a ambos, mamá no podia creer que me tenía nuevamente de frente y papá... Nunca lo había visto llorar, era la primera vez.

- ¡Dios mío, mi niña! ¿Dónde habías estado? -Dijo papá- Te buscamos tanto tiempo, no sabes todo lo que hemos hecho por encontrarte ¿Dónde estabas?

- ¿Qué haces con ellos? ¡Ellos te secuestraron! -Dijo mamá señalando a los chicos, quienes se encontraban en la banqueta solamente viendo la escena-

Volteé hacia atrás, ví sus rostros y no eran de mucho agrado. Noté la mirada de todos y no les pareció lo que mamá había dicho, al parecer ya me estaba adaptando, pues entendí perfectamente y rápidamente traté de cambiar su pensamiento.

- No, no, no, para nada... -Dije- Entremos, quiero hablar con ustedes.

- Si, cariño. -Dijo mamá- ¡Esos hombres se quedan afuera!

- No mamá, ellos también deben entrar. -Dije- Vengan chicos, ustedes también entren.

Todos se miraron entre sí, les había parecido extraño que los invité a entrar entonces solamente caminaron hacia mi casa un poco desconfiados.

El último que fue Jimin cerró la puerta, mi casa no era lujosa pero era muy bonita, quizá les puedo decir a los chicos que si pueden traer a alguien para que la remodelen. Los chicos comenzaron a ver por todos lados, les había llamado la atención en especial la pared de las fotos, ahí estaban mis fotografías de pequeña, todos sonreían al ver mi proceso de crecimiento.

- ¿Quienes son ellos? -Dijo mamá, se veía molesta- ¿Qué hacen aquí? Ellos te robaron.

- No mamá, estás muy equivocada y eso es mi error. -Dije- Verán, yo les dije que me habían corrido del trabajo. Para entonces, yo los conocía porque trabajé para ellos...

- ¿Te vendes a ellos? -Dijo mamá casi infartandose- Cariño...

- Bueno... -Dijo JungKook y rápidamente lo interrumpí-

- No, claro que no. -Dije- Verán, ellos son grandes empresarios del país y trabajaban como socios en la empresa donde yo estaba y trabajé para ellos. Al momento en que me corren, ellos me ofrecen un trabajo en su empresa personal que estaba fuera de la ciudad, yo les dije que lo pensaría pero no les dí una respuesta definitiva. Es por eso que venían casi siempre y como agradecimiento te traían medicamento.

Para este entonces ya no sabía que más inventar, mamá no estaba muy confiada en mi respuesta pero debo seguir hablando porque los chicos no se les ocurre salvarme o quizá no les tengo confianza para que ellos hablen...