Las últimas palabras no son siempre bonitas

28 4 14
                                    

Cayena siempre se ha caracterizado por ser alguien capaz de mantenerse profesional y alejar si vida personal de lo laboral. Pero... ¿Y si tuviera una razón para eso?

Cuando Cayena tenía 10 años, acabó la primaria, a esa edad debía empezar la secundaria, la cual eran cuatro años, y luego pasaría a la terciaria, la cual eran otros cuatro. (La terciaria es la Academia Arándano, Uva, etc.)

Sus padres la estaban llevando en coche a la escuela, ese día llovía.

-. Espero que este año te esfuerces más.- . Dijo con dureza su madre.

-. ¡Pero me he esforzado!-. Replicó Cayena, que en ese entonces aún era una niña.

-. ¡No lo suficiente!-. Exclamó con molestia su padre mientras conducía.- . ¡Esperábamos mucho más de tí!

-. ¡Lo único que he hecho ha sido estudiar!-. Volvió a replicar la niña con enfado.

-. ¡No es suficiente!-. El padre le gritó, a ese punto ni siquiera miraba a la carretera, solo observaba a su hija, la cual no llegaba a cumplir las expectativas de sus padres.

Cayena sentía las lágrimas a punto de salir de sus ojos.

-. ¡Cuidado!-. Gritó la madre asustada.

Eso fue lo último  que llegó a escuchar Cayena antes de desmayarse.

Al no prestar atención a la carretera y estar lloviendo, el padre de Cayena no vio la curva. Chocó contra y calló de la carretera. Fue una gran caída.

El vehículo que circulaba detrás de ellos frenó y llamó a la ambulancia.

El coche calló boca abajo. Espantó a un grupo de woopers que estaban cerca. Solo se quedó uno. El pequeño wooper se acercó al vehículo en el que estaban Cayena y sus padres. Las puertas estaban rotas, así que entró con curiosidad, al ver el panorama, se acercó a la chica, la cual seguía sin conocimiento.

Poco después llegó la policía y la ambulancia. El padre se había partido el cuello y la columna, la madre se había estacado una pequeña figura en el cuello. Cayena fue la única superviviente. Aún así, la llevaron lo más rápido que pudieron al hospital. Al ver al wooper que había junto a ella, pensaron de inmediato que se trataba de su Pokémon.

Cayena tenía varias heridas y algún que otro hueso roto, pero por suerte no le quedaría ningún tipo de secuela grave. Despertó unos días después. En la habitación solo se encontraba el pequeño wooper que la había acompañado desde la pérdida de sus padres. Trató de levantarse, pero sintió un enorme dolor en su cuerpo. Vio que varias partes de su cuerpo estaban escayoladas.

No entendía nada, lo último que recordaba era a sus padres decirle que no era suficiente, y luego...

Nada.

Dedujo que habían tenido un accidente. Se preguntó cómo estarían sus padres, supuso que su padre no habría sobrevivido, pues no estaba bien sentado, y a juzgar por su aspecto fue un accidente importante.

Entonces se abrió la puerta, un joven de pelo azul asomó por la puerta. En seguida se dió cuenta de que se trataba de Grusha.

Grusha estaba con un doctor, instintivamente, Grusha corrió a abrazar a su mejor amiga, la cual soltó un quejido de dolor. En seguida el chico se apartó.

-. Lo sentimos, debemos hacerle unas pruebas a tu amiga.- . Le contó el médico amablemente a Grusha.

Unos minutos después, se encontraba sola con varios doctores. Le hicieron varias pruebas, tenía un brazo todo y una pierna rota, además de hematomas por todo el cuerpo. Se curaría sin muchos problemas, pero también tuvieron en cuanta su estado mental, pues acababa de perder a sus padres y no lo sabía. Finalmente, decidieron que se quedaría hasta estar totalmente recuperada.

Después de las pruebas, dejaron a Grusha y Cayena estar un rato solos.

-. ¿Cómo están mi padre y mi madre?

-. Caye... Ellos no...- . Grusha apartó la mirada apretando los puños. Cayena entendió enseguida y empezó a llorar.

Grusha la visitaba todos los días.
Cayena se iba recuperando poco a poco. Finalmente le dieron el alta. Ya no necesitaba muletas. Los padres de Grusha se ofrecieron para cuidar de la niña hasta que cumpliera la mayoría de edad.

También terminó por atrapar al wooper que la acompañó desde el accidente.

Cayena no se acostumbraba a vivir en otra casa sin sus padres. Tanto wooper como la familia de Grusha la ayudaban sin problemas, pero aún así no era lo mismo.

También quiso cumplir la última voluntad de sus padres: esforzarse más.

Fin

¿O no?

"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""

Buenas mi gente!

Pues bueno, como de costumbre en los backstory (menos el de e-Nigma) los IQ se quedan para el próximo One Shot.

Bueno, este capítulo ha sido un poco más corto de lo habitual, pero en verdad a mí me gustó como quedó.

Espero os haya gustado.

¿Hay algo que os gustaría ver?

Os leo!

Entidad fuera

Pokémon Púrpura One-Shots Y MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora