Capituló 17

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—Entonces, comencemos con cómo te has sentido estos días desde tu última sesión, ¿qué puedes decirme? —la mujer cuestionó con una sonrisa, esperando una respuesta.

El alfa se mordió el labio, ¿tenía que decir qué le preocupaba? No estaba seguro de estar hablando de ello, sabía que decirlo en voz alta lo hacía parecer real y no encontraba la manera de interpretarlo.

—He tenido buenos días —respondió, juntando las manos en su regazo.

—Eso es bueno, ¿tuviste un buen día con tu cachorro?

Él asintió.

—Hugo crece muy rápido, parece que el tiempo vuela. Pedri me ayudó mucho ahora que regresé al trabajo, no quería dejarlo en una guardería porque aún es muy pequeño para ello, pero no sabía con quién dejarlo hasta que se ofreció a llevarlo y cuidar de él.

—¿Pedro cuida de Hugo mientras tú trabajas?

—Sí, tiene muy buena relación con mi bebé porque lo cuidó desde el área neonatal. Pedri sabe más de cachorros que yo, no pude encontrar una persona más calificada para ello que él.

La mujer tomó sus respectivas notas en sus sábanas, asintiendo a todo lo que decía Ferran.

—¿Puedo hacer una observación? ¿O prefieres que lo diga al final de la sesión?

—Puede decirlo, no hay problema.

Acomodándose en su asiento, escuchó con atención. Aclarándose la garganta, se colocó las gafas en la cara y habló.

—En las últimas dos sesiones pareces muy emocionado de mencionar a Pedri, incluso ahora lo traes a la conversación.

—¿Eso es malo?

—No, en absoluto. A lo que quiero llegar es que pareces más transparente cuando hablas de él, ¿puedo preguntar qué relación tienen? Parece ser un buen amigo tuyo, además de estar cerca de tu cachorro desde el principio, parece alguien muy confiable.

—Él cuidó a Hugo desde que era recién nacido, él era el enfermero encargado de cuidar el área cuando Hugo entró, también me ayudó a aprender a cuidarlo y así mientras aún estaba allí —deteniéndose por un momento, miró hacia abajo—. De hecho, resultó que estábamos predestinados.

No cuestionó más, sintió la tensión que el alfa comenzaba a acumular sobre sus hombros y el cambio de atmósfera en la habitación.

Esperó pacientemente hasta que empezó a hablar de nuevo, prestando atención a sus palabras.

—No me enteré de la mejor manera, cuando lo supe fue porque ya estaba demasiado serio porque lo tomó como un rechazo de mi parte, pero nunca sentí nada en particular y posiblemente mi lobo no fue lo suficientemente claro. Fueron las primeras semanas desde que me acostumbré a estar solo y tener una idea de lo que pasaría en el futuro, pasé por alto muchos detalles que recién ahora puedo darme cuenta de ellos.

—Pero, ¿está mejor ahora?

—Sí, después de que salió del hospital decidimos que podíamos vivir juntos mientras lograba recuperarse. Actualmente está mucho mejor que al principio, todavía hay que mejorar en algunos aspectos, pero al menos no es tan grave como antes.

—Y una vez que esté mejor, ¿dejarán de vivir juntos?

Ferran se quedó en silencio, ¿dejarían de vivir juntos? Realmente no había pensado en eso, sólo se había limitado a acostumbrarse a la presencia del omega, ni siquiera imaginaba tener su casa vacía nuevamente, sólo podía pensar en nosotros tres, juntos.

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