31 Days of Fluff [Chanbaek-EXO]

Día 4: Recompensa

Prompt : Curar heridas

Mientras el viento soplaba suavemente a través de las ventanas abiertas y movió las cortinas blancas, el sonido de la ciudad llenó la habitación. Baekhyun estaba sentado en el borde de la cama, con una expresión de frustración que no podía disimular en su rostro. Cada vez que mordía su labio por costumbre, el dolor sordo en la comisura le recordaba lo que había ocurrido ese día. Había tenido una pelea, nuevamente, con ese chico de tercer año que antes solía salir con Chanyeol.

Una sonrisa cruzó su rostro al recordar cómo había estrellado la cara del chico contra el pupitre. Aunque, claro, la satisfacción no duró mucho. Chanyeol había llegado corriendo poco después, arrastrándolo fuera y diciéndoles que pararan.

Aun asi, estaba satisfecho.

Había deseado hacer eso durante meses, cada vez que veía a Chanyeol sufrir por esa relación. Y ahora que por fin habían terminado, se aseguró de vengarse.

El rubio miró hacia el techo, ansioso, esperando la llegada del alto. Chanyeol había salido corriendo en busca del botiquín para limpiar sus heridas, pero el tiempo se sentía estirado como un chicle masticado.

Escuchó la puerta abrirse y centró su atención en el alto que se acercaba a el con el maletin de primeros auxilios.

—¿Por que demoraste tanto? 

—Tus padres esconden muy bien algo tan primordial como esto —se excusó Chanyeol, arrodillándose frente a Baekhyun para quedar a la misma altura.

—Chan... —trató de iniciar una conversación, su voz más suave de lo que había planeado, mientras observaba a Chanyeol mojar el algodón con alcohol. Sabía que lo que estaba por venir iba a arder, pero lo que más le incomodaba era el silencio que se había instalado entre ellos.

Desde la pelea, no habían hablado mucho, al menos no sobre ese tema en particular. Y sabía que Chanyeol estaba molesto, aunque no lo parecía.

Chanyeol, con el ceño ligeramente fruncido, continuaba concentrado en limpiar las heridas de Baekhyun. El suave roce del algodón sobre la piel herida no hacía mucho por calmar la tensión que flotaba entre ellos.

Baekhyun no pudo evitar quejarse mientras la solución de alcohol ardía sobre su piel, cada gota provocando una picazón insoportable que lo llevó a retorcerse. Chanyeol, al notar su malestar, dejó de lado la concentración.

—Quédate quieto, Baekhyun —lo reprendió, su voz impregnada de preocupación más que de enojo.

—¿Estás molesto conmigo por desfigurar la cara de Luhan? —preguntó Baekhyun.

Chanyeol suspiró, pero no levantó la vista. Su mano siguió trabajando con cuidado mientras limpiaba las heridas de Baekhyun, aunque era evidente que no quería hablar del tema. El silencio que siguió a la pregunta de Baekhyun se sintió como una respuesta en sí mismo.