31 Days of Fluff [Chanbaek-EXO]

Día 27 : Pesadilla

Baekhyun se despertó bruscamente, con el corazón explotando y una presión en la garganta que lo forzó a gritar. La penumbra de la estancia parecía agravar sus miedos. Aún atrapado en los recuerdos de su pesadilla, dio un pequeño sobresalto al sentir unos brazos envolviéndolo de repente. Se giró y encontró a Chanyeol mirándolo, sus ojos reflejaban preocupación.

—¿Estas bien?—preguntó el alto.

—Tuve un mal sueño

Chanyeol lo atrajo más cerca, pasando una mano por su cabello para calmarlo. La voz de Baekhyun era amortizada por sus brazos.

—Chan, fue horrible....— murmuró Baekhyun, sintiendo que las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

Chanyeol lo sostuvo con más fuerza, transmitiéndole toda la seguridad que podía.

—Ya paso, Baek. Yo estoy aqui... ¿olvidalo—lo consoló.

—¡No puedo, Chan!— exclamó, sintiendo cómo la presión en su pecho aumentaba, como si las lágrimas estuvieran a punto de desbordarse. 

Todavía podía rememorar los momentos de aquella pesadilla: el sentimiento de vacío, el frío que le llegaba hasta los huesos y el terrible aislamiento que lo había asediado.

La vulnerabilidad de aquel instante lo agobiaba, y los sentimientos que había estado reprimiendo surgían con intensidad.

Chanyeol lo aproximó y besó sus labios, ocasionando que el contrario soltara un suspiro tembloroso, relajándose poco a poco entre los brazos de su novio. Cerró los ojos, intentando borrar esas imágenes, mientras se aferraba a la calidez del cuerpo del alto.

—¿Quieres hablar sobre ello?— preguntó Chanyeol, su voz baja y suave como un susurro.

Baekhyun negó suavemente, apoyando la cabeza contra su pecho. No quería darle más fuerza a esos recuerdos poniéndolos en palabras. Solo deseaba tenerlo cerca, oír el ritmo de su corazón, dejarse envolver por la calidez que solo el alto sabía brindarle.

—Solo sigue abrazándome— exclamó con voz angustiada.

—Está bien, solo relájate— susurró el alto, acunándolo suavemente.

Su abrazo permaneció firme, como si al hacerlo pudiera proteger a Baekhyun de cualquier sombra que pudiera amenazarlo.

El más bajo se hundió más en el, sintiendo cómo su cuerpo comenzaba a relajarse al compás de su respiración. La calidez del aliento del alto acarició su piel, dándole una sensación de paz que parecía desvanecer todos sus miedos.

—¿Sabes?— comenzó a hablar Chanyeol, su voz suave y reconfortante. —A veces, cuando tengo miedo, imagino que estoy en un lugar seguro, contigo a mi lado.

Baekhyun levantó la vista hacia él, sintiendo que esas palabras resonaban profundamente en su corazón lo que lo hizo sonreir y se animo a  besar suavemente sus labios.

—Eres mi lugar seguro también— reconoció, su voz temblorosa pero firme. —Cuando estoy contigo, me siento protegido, como si nada pudiera hacerme daño.

La habitación estaba en silencio, pero el ambiente estaba lleno de una calidez compartida. Chanyeol inclinó la cabeza y le dio un tierno beso en la frente.

Permanecieron en silencio por el resto de la noche hasta que el alto bajo su mirada y lo vio dormido. Soltó una sonrisa suave al verlo y beso su frente. Con cuidado, se acomodó para no despertarlo, disfrutando de la calidez que emanaba de su pareja.

El tiempo pareció detenerse mientras observaba a Baekhyun dormido. Cada suave respiración de su pareja era un recordatorio de lo afortunado que era por tenerlo a su lado. Se concentró en el sonido de su respiración, su ritmo suave y constante que parecía sincronizarse con el latido de su propio corazón.

—Buenas noches, Baek—susurró con una sonrisa tierna.

Cerró los ojos por un momento, permitiéndose sentir la paz que traía la presencia de Baekhyun. La imagen de su rostro tranquilo y sereno lo llenó de calidez.