3. Cumpleaños

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—¿Seguro que no necesitas ayuda? —decía una chica rubia a su hermano menor mientras le colocaba una pequeña curita en el dedo índice, que había estado sangrando hacía un rato por un corte de papel. La hermana mayor lo solucionó rápidamente, y ayudó el hecho de que el pequeño no se asustara al respecto; de hecho, solo fue a buscarla para contarle sobre su herida, como si estuviera hablando del clima, con toda la naturalidad del mundo.


Al observar que su dedo ya estaba mejor, pues la sensación de presión y la pérdida de sangre habían desaparecido, el pequeño solo respondió moviendo la cabeza de un lado a otro; "no" fue lo que le dijo a su hermana con esa acción, aunque ella no confiaba del todo en esa respuesta. Decidió acompañarlo a su cuarto, donde el chico seguiría trabajando en su pequeño proyecto personal. Una gran variedad de objetos para manualidades se veía por toda la habitación: varias revistas apiladas en el escritorio, hojas en blanco esparcidas por el suelo, junto con tijeras, gomas y reglas... Había tanto que la chica se mareó un segundo al observar todos aquellos elementos.


Para no entrometerse en el proyecto de su hermano, Artemis hojeó por un momento las revistas que aún no habían sido recortadas. Se sorprendió al darse cuenta de que no eran recientes, ni siquiera de esa época; muchas databan de los años sesenta y otras, un poco más actuales, eran ediciones especiales que seguían hablando de aquellos años tan lejanos para ella. Sin duda había una gran diferencia entre 2007 y 1964. Aun así, ella seguía sin entender cómo el pequeño las había encontrado, pues, al haber tantas, significaba que se había tomado un buen tiempo buscándolas.


Mientras tanto, el hermano menor se sentó en el suelo para seguir con su trabajo, abriendo una de las tantas revistas para buscar la mejor imagen de todas. Pasó las páginas lentamente, observando cada ilustración con atención hasta que encontró una que le gustó. Luego, con cuidado, marcó los contornos con un lápiz y tomó las tijeras para recortarla con precisión. Al terminar, colocó la imagen recortada sobre una hoja en blanco, asegurándose de que encajara con las demás imágenes ya pegadas, creando una composición armoniosa. Aplicó pegamento en la parte posterior del recorte y lo fijó en su lugar, sonriendo satisfecho mientras su collage tomaba forma poco a poco.


Cuando terminó de ver las revistas, Artemis volteó para ver cómo Adal había terminado su collage. Después de pegar la imagen, añadió unas pequeñas decoraciones adicionales que encontró en otras revistas, además de dibujar flores e instrumentos musicales. A su lado había otros collages ya terminados, apilados cuidadosamente para no dañarse. Entonces, la chica pudo comprender lo que su hermano estaba tramando, pues la banda que adornaba cada uno de los collages no era la favorita del chico, sino de su "amigo", cuyo cumpleaños se acercaba.


—Estoy segura de que le encantará —dijo, y con eso salió del cuarto para que su hermano pudiera concentrarse mejor.


Adal Johnson no tenía muchos amigos; solo podía contarlos con los dedos de una mano, específicamente solo dos. El chico de doce años, con ojos azules y cabello rizado, no tenía las mejores habilidades sociales ni las costumbres más comunes para llevarse bien con sus compañeros, lo que provocaba que siempre se le viera solo durante el horario escolar. Sin embargo, aquellos dos amigos que tenía eran todo para él, y uno de ellos, más específicamente el pequeño rubio llamado Oliver, era el sol que más iluminaba su vida cuando estaban juntos. A pesar de no tener siempre la mejor personalidad o de ser un poco mandón con él, Adal jamás se quejaría de lo que significaba Oliver en su vida. El rubio no se avergonzaba de salir con él, incluso iba a su casa con frecuencia para pasar un buen rato y distraerlo de sus obligaciones; además, tenían la pequeña costumbre de tomarse de las manos a escondidas cada vez que se encontraban completamente solos. Las mariposas nacían con rapidez, como en ese momento, cada vez que pensaba en él. Por eso le ponía tanto empeño a ese regalo: sabía que Oliver lo merecía.

«Love Comes In Different Ways» Flufftober 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora