Cassandra nunca había tenido una vida normal. Recordaba los días de su infancia, aislada del mundo, siempre rodeada de adultos y nunca de niños de su edad. Aquellos que alguna vez estuvieron cerca de ella desaparecieron más rápido de lo que había imaginado. ¿Qué eran las pijamadas, los secretos compartidos, las salidas con amigos? Nunca pudo comprender esos conceptos. A pesar de leer sobre ellos en libros o escucharlos en canciones, nunca los interiorizó. Siempre pensó que eran cosas fuera de su alcance, algo imposible para alguien como ella.
Pero ahora, a sus quince años, y tras un año de "liberación", podía admitir que al fin esos términos tenían significado. Había descubierto lo que era una amistad verdadera, lo que era vivir la adolescencia de manera normal, aunque fuera solo en parte.
Tenía un pequeño pero cálido grupo de amigos: Lola, que siempre la hacía reír con sus ocurrencias; Harry, sarcástico pero con un buen corazón, y Amelia, tan elegante y sofisticada que a veces decía cosas que Cassandra apenas entendía, pero era una chica buena en el fondo. Gracias a ellos, al fin comprendía qué significaba ser adolescente. Las salidas, las pijamadas, todo lo que antes solo imaginaba, eran ahora experiencias reales. Justo en ese momento, discutían algo que Cassandra había oído en alguna película, pero no entendía por qué tanto alboroto.
Se encontraban todos en el cuarto de Harry, echados en el piso sobre almohadas dispersas por el suelo. Cassandra, de piel ligeramente morena y cabello rojo teñido, vestía shorts y una casaca verde. Se sentía cómoda entre ellos, aunque algo desconcertada por la conversación.
—Entonces... ¿solo estaremos bailando en el gimnasio? —preguntó, con una leve confusión en la mirada.
Lola, una chica morena de cabello corto y rizado, vestida con un pantalón tipo pijama y un polo morado con una estrella en el centro, soltó una risita mientras respondía con emoción.
—No solo eso, linda. ¡También habrá una cabina de fotos! Y comida, comida rara que Harry probará primero para asegurarnos de que no nos enfermemos —se burló, guiñándole un ojo.
Harry, un chico alto de cabello castaño largo hasta los hombros, no apartó la vista del videojuego que estaba jugando, pero arqueó una ceja al oír su nombre. —¿Eh? ¿Yo qué? —dijo, distraído, sin dejar de apretar los botones del control.
Amelia, siempre elegante, intervino con su tono usualmente formal. Tenía el cabello castaño ondulado que le llegaba hasta la espalda y vestía un largo vestido rojo, aunque la ocasión no lo requería.
—En efecto, querida. El baile de promoción es como una puerta mágica a un mundo nuevo... —hizo una pausa dramática y continuó, elevando una mano en un gesto grandilocuente—. Es la culminación de nuestra juventud, el símbolo de la entrada a una nueva etapa en nuestras vidas. Un momento que debes aprovechar porque... ¡bueno! No hay otra oportunidad como esta.
Cassandra, con el ceño fruncido, no parecía convencida. —Pero... nadie nos ha invitado a salir —interrumpió, lanzando una mirada a sus amigas.
Lola puso los ojos en blanco, pero su tono seguía siendo afectuoso. —Cass, no necesitamos una pareja para pasarla bien. Iremos todos juntos para disfrutar.
ESTÁS LEYENDO
«Love Comes In Different Ways» Flufftober 2024
RomancePequeñas historias basadas en la temática Flufftober de este año por EsDeFanfics. En vez de parejas establecidas, esto tratará de mis ocs. Todos conviven en un mismo universo pero no todas las historias presentadas tendrán relación entre sí (con alg...