Un amor equivocado [Chestappen]

Mi cuerpo a ti te extraña

Las horas podían pasar, pero la cama de checo se había vuelto una especie de refugio del tiempo. Un lugar que era sagrado para ambos.

Otro fiel testigo,  de que su amor no desaparecía por mas que los años pasaran, por más que se negaran, por más casado, o por más culpable( Checo) en la cama ellos seguían siendo los mismo enamorados. Deseosos de amor, de caricias,de su piel...

Tener a Max en su cama , solo le confirmaba lo obvio. Sabia que con paciencia las cosas podían cambiar, y asi se estaban dando. Que  Max aceptara  llegar a su departamento  significaba que todavia algo quedaba, y que todavia le reclamara por abandonarlo, seguía doliéndole como nada en esta vida.

Pese a que Max estubiese dispuesto a coger con el , Checo sabia que si caía , no habría vuelta atrás.

Pero que tentación era Max, habia cambiado tanto. Lucia mucho mas grade y musculoso, sus piernas largas y fornidas lo dejaban boquiabierto,las venas de sus brazos y manos se resaltaban mucho mas , cosa que checo adoraba.
Sabia que si subía encima de max e iniciaba a provocarlo , serian segundos para que lo llevara a ver las estrellas.  Pero es que eso boxer negros lo debilitaban a mas nos poder...

Checo desbeba ganarse la confianza de Max de nuevo, y por fin lo estaba haciendo. Así que su actitud debía de cambiar. Necesitaba que Max volviera a confiar plenamente en el, volver a ser amigos, donde la traición y la confianza se apaciguaran. Para volverá generar una amistad genuina.

Checo se despertaba cada cierto tiempo y verificaba que Max  si estuviese a su lado. No como en sus sueños. Donde al despertar , el ya no estaba.

Pero verlo acostado, durmiendo y en realidad descansado, seguro en sus brazos, le llenaba su pecho de nostalgia y culpabilidad.

Checo buscaba y planeaba el como darle la noticia de que tenían un hijo.

Pero no habría momento adecuado, porque una mentira de ese calibre seria la que decidiría si Max lograría perdonarlo o seria el quiebre definitivo de lo que algún día no fueron.

Y aunque sonara egoísta, y por mas que se lo intentara negar. El pensar que esta ves podría perder a Max y que lo odiara para siempre, lo desespero aun mas.

Ni la marca del anillo en el dedo de Max , ni que estuviera casado con una persona desagradable , ni que ya no fueran nada, le asustaba tanto como ya no volver a poder tener a Max en su vida.

Ya sabia que la reacción de su hijo era la mas adecuada para semejante mentira, pero Max.
Su adorado ojiazul quedaría devastado, estaba seguro que eso no se lo perdonaría. Ni ahora ni nunca...

[...]

Después de estar horas sobre pensando, Checo cayo rendido. Durmiéndose sobre el pecho de Max , quien ahora dormía boca arriba , con su brazo extendido , como dándole una invitación a que descansara sobre el.