Ojos de Luna

* Confrontación *

Capitulo 29

Los aullidos de los demoníacos inundaron el bosque haciendo que pájaros y todo ser viviente huyera, tan escalofriantes y fuertes, anunciaban la inminente intromisión al nuevo mundo.

Skoll lanzó un aullido fuerte indicando el avance, lanzas, espadas, arcos y muchos demoniacos de casi 2 mts y medio eran el ejército de Skoll.

Gruñidos y chillidos aterradores dieron como señal el inicio de lo que se veía inevitable.

La guerra presagiada desde hace muchos años al fin estaba iniciando ante los ojos de pánico de Jungkook.

Ya nada, ni nadie impediría la entrada de esos horrendos seres.

Jungkook transmuto con su Alfa el cual aún dudaba en dejar a su Omega, pero al fin se vínculo con su humano al seguir las órdenes de su Omega, ya que cuando el le hablo para alentarlo a seguir luchando su Omega le dijo que impidiera por todos los medios que llegarán los demoníacos más lejos.

Así que con una mirada de desaprobación pero obediencia vínculo con Jungkook para unirse a los humanos e impedir lo que más se temía.
El control y sumisión de todos los Omegas.

Varios drones comenzaron a sobrevolar el lugar, llevando imágenes en tiempo real a la guardia nacional quienes listos esperaban el inminente ataque.

En la cueva, Serendy aún estaba inconciente y débil, pero mucho mejor a como estaba así que decidieron la abuela de Jungkook y el padre de Jimin en dejarla ahí y avanzar al nuevo mundo ellos también.

El padre de Jimin no pudo persuadir a la abuela de jungkook de quedarse con Serendy ella alegaba que podría ayudar a los heridos que era más útil en la batalla que ahí, al fin y al cabo Serendy estaba mejor a lo que el Sr. Park no tuvo más remedio que acceder y ambos emprendieron el regreso.

Mientras tanto Jimin abrió sus ojos, y al mirar a su alrededor pudo darse cuenta que había un arco y unas flechas colgados.

-Como te sientes??

Taemin corrió hacia el ayudándolo a sentarse.

-Me siento aún muy débil, necesito agua.

-Si, claro ahora te doy.

Taemin se dirigió por más té, pero Jimin se lo tiró de un manotazo.

-Deja de jugar conmigo Taemin, ya no quiero tu maldito té, lo que quiero es agua que no entiendes?

Jimin se lamia los labios, estaba muy deshidratado.

-Dame agua natural por favor.

Jimin se sentía muy mal, aún no sabía cómo le haría para salir de ahí, tendría que hacer que Taemin se fuera o luchar con él pero no se sentía con fuerzas ni siquiera de levantarse, por más que intentaba decirle a su cerebro que lo hiciera lo único que había conseguido era despertar y artícular algunas palabras, pero su cuerpo aún no le respondía bien.

Pensó que esas flechas estaban infectadas con saliva de los demoníacos y que Taemin le lanzó una para poder tenerlo en esa condición.

No había otra explicación al por qué se sentía tan mal y al por qué de lo mal de su herida y sobre todo que tenía las mismas características de la de su mamá.

Taemin tenía a Jimin sin su armadura, con el torso desnudo y cada vez que lo miraba tragaba grueso, se la quitó con el pretexto de que estaba sudando mucho.

Era un infierno tenerlo y verlo así, pero también un deleite que tenía a su lobo loco por poseerlo.

Su cuerpo esbelto estaba más marcado ahora, una cintura diminuta, un abdomen plano, marcadisimo pero sutil, un pecho pronunciado pero delicado y definido, unas clavículas hermosas y finas para seguir con ese cuello perfecto tan sexy que a cualquiera que lo miraba lo ponía a temblar.