Las semanas siguieron pasando y Lily empezaba a estar más que harta de la situación. Abbot había dejado sus tácticas sutiles y en aquellos días la acechaba por todas partes. Por supuesto, siempre aprovechaba los momentos en los que Tom no estaba presente. No era tan idiota como para atreverse a un enfrentamiento con ese al que llamaban «el heredero de Slytherin» por hablar con las serpientes.
Lily salió del despacho de la profesora Edevane. Aquel día estaba especialmente contenta, pues habían podido descifrar algunas palabras. Esperaba que al juntarlas todas y ordenarlas tuviesen algún sentido más tarde.
El alumno de Griffindor le cortó el paso y empezó su verborrea.
–¡Eh, Dumblendore! ¿Cómo van esas profecías?, ¿algo interesante?
–¡Vete a la mierda, Abbot!
Los alumnos de Griffindor empezaron a reír, pues era la primera vez que habían conseguido alterar tanto a Lily como para que contestase.
–¿Por qué estás tan enfadada? Sólo estoy interesado por tu estado.
–Ahora eres tan fuerte... con esos matones a tu lado – señaló a sus amigos – pero ayer, en clase de Criaturas Mágicas, no estaban tan gallito – y no era mentira. Claro, que aquella vez, Tom estaba allí y él reculó en cuanto el profesor Kettlebun le miró. No le convenía que los profesores supiesen que era un alborotador.
–Tu, por el contrario, siempre eres tan débil... – Lily le miró con odio. Tenía ganas de darle un puñetazo a ese capullo y quizás... romperle la nariz. – Siempre necesitas que esté tu novio para que te salve el culo.
Lily sacó su varita y apuntó hacia el muchacho. Este, lejos de asustarse, rompió a reír.
–¿Qué piensas hacer con eso, Dumblendore?, ¿metérmelo por la nariz?
–Quizás lo haga....
–No puedes empezar un duelo o serás expulsada. Imaginaos... la correcta Lily Dumblendore saltándose las normas.
Mientras tanto, no lejos de allí, Tom salía de la biblioteca junto a Wilbona Black. Había estado buscando algo de información sobre el cementerio de su sueño en libros de historia de la magia, y en el proceso, había conseguido que la chica, que trabajaba en su redacción de hongos mágicos, se le pegase demasiado.
–Podrías pensártelo – proseguía después de que Tom le hubiese dicho por activa y por pasiva que no estaba interesado en ir a una cita con ella. – Vamos, ¿no dices que Dumblendore y tú sólo sois amigos?
–¿Y eso que tiene que ver? – se quejaba él, sin detener su avance hacia los jardines de la zona este del castillo.
–Tom – le llamó Roddie llegando hasta él – ¿vas a ir a la reunión que ha convocado el profesor...? – se detuvo en cuanto vio a Otis mirar hacia un punto de los jardines.
–¿Qué está pasando allí? – Preguntó Otis. Los cuatro amigos pusieron los ojos en un punto del patio. En él estaban algunos alumnos de Grifindor, entre ellos Abbot, y parecían estar sacando de quicio a Lily.
El rostro de Tom se tornó serio en ese justo instante. La rabia inundó su organismo y algo tenebroso despertó dentro de él.
–¡Maldita sea!
Un impulso lo hizo abandonar a sus amigos sin despedirse si quiera y andar a paso ligero hacia su mejor amiga.
–¿Va todo bien, Abbot? – preguntó en un desesperado intento de controlar la situación y no convertirse en la bestia que quería ser en ese momento. Quería levantar la varita y pronunciar el hechizo «cruciatus». Ansiaba con todo su ser hacer daño a un alumno.
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Tom Riddle y la Chica que Fue Borrada (FanFic) |1|
FanfictionTodo el mundo sabe sobre el final de Lord Voldemort, pero muy pocos conocen la verdadera historia de Tom Riddle. ¿Cuáles fueron las razones por las que terminó haciendo lo que hizo? ¿por qué terminó odiando Hogwarts, el lugar que consideraba su hoga...