Capítulo 41. Los Horrocruxes

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Los días que vinieron después de ese, Lily no hizo otra cosa más que evitar constantemente a Tom, terriblemente avergonzada por lo que había sucedido entre ambos. Tom no quería forzarla, porque ante todo... ellos eran amigos, así que se mantuvo al margen. Le quería dar el espacio que ella necesitaba. Además, él estaba ocupado aquellos días, metido en la sección prohibida de la biblioteca, tratando de buscar algo que pudiese servirle para destruir un Horrorcrux. ¿De qué forma podría deshacerlo?

La joven sentía que todo aquello era un error garrafal. Temía que la relación entre ellos se estropease por culpa de aquello. No quería que su mejor amigo se convirtiese en algo más.

–Lily – empezó Roddie entre susurros, pues estaban en la biblioteca, haciendo que la joven dejase de prestar atención a su redacción sobre Los Escarbatos. – Esta noche es la cena con Slughorn. ¿Te gustaría venir conmigo?

Tom le asesinó con la mirada, pero fingió estar ocupado mirando hacia su manual de Criaturas Mágicas para hacer aquella redacción.

–Yo paso de esa mierda – se quejó ella. Él asintió antes de decir algo más.

–Podríamos pasar de esa mierda juntos. ¿Qué te gustaría hacer?

Lily ni siquiera sabía qué decir, se había quedado demasiado en shock. Tom temió que ella pudiese estar pensándoselo y cerró de golpe su libro, haciendo que todos pusiesen los ojos en él. Recogió con rapidez y metió todo en la mochila.

–¿Vas a alguna parte? – quiso saber Lily hacia Tom.

–Entonces, ¿qué me dices? – Roddie volvía a la carga. Pero Tom ya no pudo soportarlo más. Dejó de recoger y agarró a Lily de la mano, tirando de ella para esconderse entre las largas hileras de pasillos de aquella enorme biblioteca.

No se detuvo hasta que estuvieron lo suficientemente alejados de todos. Y entonces Lily se soltó, molesta.

–¿Se puede saber qué mosca te ha picado?

Tom la acorraló contra una de las estanterías y la dejó desubicada.

–¿Y a ti? – ella le observó, desconcertada – ¿estabas pensándote ir a una cita con Lestrange?

–¡Por supuesto que no!

–¿No? – ella negó con la cabeza. – No es lo que parecía.

–Sólo estaba sorprendida. Eso es todo.

Tom ni siquiera sabía si quería creerla o no. En aquel momento se encontraba demasiado ansioso, sentía que ya no podía esperar más. Se iba a volver loco si ella seguía evitándole mientras Roddie le tiraba los trastos una y otra vez de esa manera.

Se sentía hechizado por sus labios, lo único que quería hacer era besarla, pese a todo.

–Ya no puedo soportarlo más – dijo al fin. Ella le observó sin comprender – he tratado de ser paciente porque tú lo necesitabas. Pero ... está maldita situación está consiguiendo sacarme de quicio.

–¿Qué situación? – se quejó ella sin entender su actitud.

–El beso de la otra noche.

Lily bajó la cabeza, terriblemente avergonzada. Pero Tom ya no podía darle más tiempo, necesitaba que ella fuese sincero con él aquella vez, así que empezó a acercarse.

–No te acerques más – pidió ella, pero él la ignoró por completo. Alargó las manos cuando y entrelazó sus dedos de una forma especial. Eso creó mil sensaciones en ambos.

Lily levantó la cabeza y miró hacia sus labios antes de volver a sentir esa necesidad que la quemaba por dentro, algo que pese a no estar mal se sentía terriblemente malo. Tenían que estar averiguando sobre miles de cosas antes de todo eso.

Tom Riddle y la Chica que Fue Borrada (FanFic) |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora