Capítulo 48. El baño de los prefectos

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Miradas cómplices se lanzaban Tom y Lily aquella tarde, en los escalones de la escalinata, mientras sus amigos hablaban sobre lo que harían después de terminar el colegio, incluso al cumplir los diecisiete.

–¿Qué hay de ti, Tom? – él dejó de prestar atención a Lily y se fijó en Otis. – ¿A dónde irás?

–A recorrer mundo – contestó sin mojarse demasiado. – ¿A dónde irás tú, Lily?

–A recorrer mundo contigo – contestó ella haciendo que sus amigos estallasen en bitores. Los dos rompieron a reír.

–¿Y qué harás después de eso? ¿has pensado a lo que te gustaría dedicarte? – quiso saber Otis.

–Me gustaría ser profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Enseñar a otros todo lo que sé y ver como los alumnos van evolucionando a su manera. Me sentiré identificado con cada uno de ellos. – Tom hablaba de forma especial al pensar en ello, como si le emocionase demasiado convertirse en profesor.

–Ya lo estoy imaginando... – empezó Otis haciendo que todos los demás se fijasen en él. – El profesor Riddle... ¿o también les pedirás que te llamen Lord Voldemort? – Tom le lanzó una de sus miradas y el chico empezó a reír. – Bromeaba, sólo bromeaba. ¿Y qué harás tú, Lily?

–¿Ella? Cualquier cosa relacionada con el cuidado de Criaturas Mágicas. Le gustan demasiado los bichos incomprendidos. – Lily le miró mal y todos rompieron a reír.

–También podrías dedicarte a algo relacionado con el apasionante mundo de las pociones – sugirió Roddie. Lo que era extraño que se metiese en alguna conversación en aquellos días.

–Tal vez. Ya veremos. Aún queda mucho para eso.

Aún se resistía a hablar sobre el futuro. Eran jóvenes, quedaba un año y medio para eso. En ese tiempo... podían pasar muchas cosas. Había otras cosas quitándole el sueño, como sacar a ese demonio del interior de Tom Riddle.

Paseaban por los alrededores después de la última clase, era agradable sentir el agradable clima del invierno, la nieve caía por los alrededores. El mes de diciembre ya estaba allí y pronto llegarían las navidades.

–¿Qué harás estas navidades, Lily? – Quiso saber Roddie. – ¿Iras a pasar las vacaciones con tu padre?

–Este año no. Me quedaré a pasarlas con Tom – el muchacho sonrió, porque le encantaba aquella noticia.

Se introdujeron por el pasillo y caminaron hacia la sala común de Slytherin. Estuvieron jugando al ajedrez mágico un rato, hasta que todos se fueron a dormir.

Tom agarró a Lily del brazo para atraerla hasta él, ella pensó que iba a darle un beso de buenas noches, pero en lugar de eso le susurró algo al oído.

–Te espero en la puerta del baño de los prefectos del cuarto piso. Tenemos que hablar.

Lily tuvo que esperar a que todos los alumnos de la sala común se fuesen a la cama y entonces, pudo salir a hurtadillas.

Subió escaleras, hasta que llegó al lugar en el que habían quedado, Entonces se sorprendió cuando la puerta se abrió y ella fue arrastrada dentro.

Miró hacia el lugar, el agua cayendo dentro de una gran bañera y a él cubierto tan sólo con una toalla como la última vez.

–¿Qué es esto?

–He pensado que te gustaría – ella negó con la cabeza, aterrada. – Ya que la última vez... – Lily dudó, pero se fiaba de él, sabía que él jamás le haría daño. – Nadie nos interrumpirá aquí, lo prometo. Pero ... si quieres irte ahora... no te detendré.

Tom Riddle y la Chica que Fue Borrada (FanFic) |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora