Capítulo 42.Legeremancia

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La conversación con Slughorn no había ido como esperaba. No se podía deshacer lo que había hecho y la única forma de destruirlo era matando una parte de su alma. ¿Qué sucedería si lo hacía?, ¿cómo le afectaría vivir sin un pedazo de ella?

Entró por la sala común y le sorprendió encontrar a Lily esperándole junto al fuego. Sonrió al verla, estaba tan preciosa como siempre, incluso más. Desde que tenían aquella relación extraña, la veía mucho más guapa.

Tom se sentó a su lado en el sofá antes de que ella entablase conversación.

–¿Cómo ha ido?

–No tan bien como esperaba.

–¿Por qué?, ¿qué te ha dicho?

Tom miró hacia su alrededor, había algunas personas aún allí. No era seguro hablar de todo eso en ese lugar.

–Hablemos mañana, donde siempre – ella asintió, sabiendo que era peligroso hablar allí. – Estoy agotado. ¿Tú no?

–Yo diría que estás agotado de ejercitar la lengua – él soltó una risotada al darse cuenta de que ella se estaba refiriendo a los besos que seguían dándose a escondidas. En aquellos días, la notaba más atrevida que nunca.

–¿De quién será la culpa? – Bastó una mirada cómplice para saber lo que sentían el uno por el otro. Entonces Lily pensó en algo que hacía ya tiempo que no hacían y le parecía el lugar perfecto para tener aquella conversación privada.

–¿Y si usamos nuestras mentes para comunicarnos, como antes? Piensa en ello, si nos comunicamos así ... nadie escucharía esta conversación prohibida. – Él pensó en ello, dándose cuenta de que tenía razón.

–¿Y si no sólo hablamos ahí dentro? Entra en mi mente ahora.

Lily le observó sin comprender, parpadeó solo un segundo, y al abrir los ojos se encontraban en una soleada playa que Tom solo había visto una vez en un anuncio de la televisión. Pese a eso, podía recordarlo con lujo de detalles.

–¿Esto es todo lo que se te ha ocurrido?

El lugar empezó a desvanecerse, a ser sustituido por otra playa en la que los dos ya habían estado antes. Cerca de una cueva. Tom la reconoció en seguida. Era el lugar en el que se conocieron.

–Esto está mucho mejor, ¿no crees? – Tom sonrió, feliz con lo que ellos podían hacer. Eran más talentosos que la mayoría. – Ahora dime, ¿qué es lo que te ha dicho el profesor Slughorn sobre los Horrocruxes?

–Que no se pueden deshacer y que para destruirlos habría que matar esa parte del alma que llevan dentro. – Lily se preocupó en seguida, pues ... ¿cómo harían entonces para deshacerse de eso malvado que había dentro de él?, ¿cómo iban a librarse del Horrocrux? – Ahora solo queda averiguar si un mago puede vivir si le matan un pedazo de su alma.

–¿Cómo puedes estar tan calmado? – preguntó ella, terriblemente asustada. Él la agarró de la cintura y la atrajo hasta él. – Este asunto es serio, Tom. Podrías estar en peligro, podrías morir.

–Te lo dije. Que nada me separaría de ti, ¿no? – la miró de verdad, como sólo él sabía y esa sonrisa consiguió tranquilizarla. – Ni siquiera la muerte. – La agarró de las manos y tiró de ellas para acercarla, en seguida Lily rompió a reír al ver sus intenciones de volver a besarla. Ese chico era increíble.

Estaban tan absortos en sus propios pensamientos que ni siquiera se dieron cuenta de que Roddie y Otis volvían de las cocinas con las manos llenas de comida. El primero se fijó en ellos, en la forma en la que se miraban, y eso consiguió molestarle. No le gustaba nada esa relación tan cercana que había entre ellos.

–¿Qué hacéis, chicos?

Ambos despertaron de aquella alucinación de pronto. Lily se atragantó y comenzó a toser, nerviosa.

¡Cielos!

Aquella situación era demasiado incómoda, y ni siquiera podía mirar a Tom, así que lo evitaba. Él, ante esto, tan sólo estalló a carcajadas, negó con la cabeza y se levantó a saludar a Otis.

–¿Quieres uno? – le acercó una rosquilla y ella la aceptó en seguida. Lo cierto era que tenía hambre.


Tom Riddle y la Chica que Fue Borrada (FanFic) |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora