Capítulo 19. Regreso a Hogwarts

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*Capítulo Nuevo*

El silbido del Expreso de Hogwarts se escuchó en el andén de Hogsmeade tan pronto como este se detuvo y sus pasajeros se prepararon para abandonarlo. Cientos de alumnos se alistaron y recogieron sus pertenencias sin cesar sus conversaciones. Todo fue un verdadero revuelo de gente bajando del tren durante unos minutos.

Tan sólo había una persona que actuaba distinta a las demás, con su baúl depositado en el asfalto, esperando y mirando hacia cada uno de ellos, buscando un rostro en particular entre la multitud.

–Dementores, Tom – aseguraba Lestrange a su amigo después de abandonar el tren, mientras este había dejado ya de escucharle hacía un rato y peinaba el lugar buscando a su mejor amiga. – ¿Te lo puedes creer? Mi padre dice que fue un completo ultraje...

–¡Déjalo ya, Rodie! – se quejaba Avery a su lado – ya no puede escucharte. Además, a ninguno nos interesa los contactos que tenga tu padre en Azkaban.

La sonrisa de Tom apareció en su serio rostro tan pronto como su mirada se posó sobre la de Lily y la vio detenida entre la multitud, mostrándole poco a poco esa hermosa sonrisa que tanto había extrañado durante el verano.

–Ocupaos de mi baúl – pidió a sus amigos, antes de emprender la marcha hasta ella.

Se abrió paso entre la multitud sin tan siquiera escuchar la respuesta de sus amigotes y dejó que lo embargase la emoción por volver a escuchar la voz de la preciosa Lily.

Tom se fijó en la reluciente túnica que ella llevaba, se notaba que era nueva, y en su sedoso cabello que había sido peinado a un lado. Después apreció la hermosura de la joven. Estaba mucho más bonita que cuando se despidieron en junio.

Lily miró su túnica ya desgastada después de haber pasado por cuatro años en el colegio. El uniforme se le había quedado pequeño, corto por las piernas y apretado por otros lugares. Pero... Tom no poseía dinero como para comprarse uno nuevo, por no hablar de que el profesor Dumblendore había dejado de prestarle el dinero del colegio. Tenía que conseguir los libros de segunda mano que se le prestaban para ser utilizados sólo durante el curso. Pero no fue este detalle el que cautivó la curiosidad de la joven, sino la escasa barba que a Tom había empezado a salirle en la barbilla y las mejillas.

–Hola – la saludó en cuanto estuvo lo suficientemente cerca para que le escuchase. – ¿Uniforme nuevo?

–Mi padre ha insistido, el otro ya me quedaba demasiado pequeño. – Tom asintió, pues él mejor que nadie conocía esa sensación. – También encargué uno para ti, ¿creiste que me olvidaría de mi mejor amigo? – Pudo ver el malestar de este en seguida, pues él odiaba despertar ese tipo de compasión en ella. – Es mi regalo de cumpleaños anticipado.

–Lo aceptaré entonces.

Volvieron a sonreírse hasta que los ojos de Lily se fijaron en la barba de su amigo.

–¿Y qué es esto? Ya eres todo un señor...

–¿Esto? – se acarició la barba, pensando en el pequeño altercado que había tenido la noche anterior en el orfanato con aquellos indeseables con los que compartía morada. – Esos idiotas hicieron de las suyas y escondieron mis utensilios de afeitar.

–Estás guapo igual – desvió la mirada después de admitir esto, pues se le daban muy mal dar y recibir cumplidos. – Te da un aire más maduro.

–¿Sí? Pues no va a quedarse mucho. Me dejaré la cara limpia como una patena en cuanto me encierre en el baño de chicos, Lily.

–Deberíamos marcharnos ya – sugirió al ver lo poco concurrida que estaba ya la estación – perderemos el último carruaje y nos tocará caminar.

Tom Riddle y la Chica que Fue Borrada (FanFic) |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora