𝗢𝟳.⠀𝗱𝗶𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀.

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⠀A la mañana siguiente, cuando el cielo aún tenía un color opaco y antes de que las aves cantaran, Lyle y Erik regresaron a su casa

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A la mañana siguiente, cuando el cielo aún tenía un color opaco y antes de que las aves cantaran, Lyle y Erik regresaron a su casa.

Todo estaba en silencio, pero el aire se sentía pesado. Al entrar a la mansión, el hedor a la muerte los recibió. El silencio era perturbador, y la visión de los cuerpos de sus padres seguía siendo la misma que habían dejado horas antes.

Lyle sintió un nudo en el estómago, mientras se quedaron en el umbral, mirando fijamente lo que habían hecho. El silencio era insoportable.

Finalmente, Erik lo miró, buscando respuestas. Lyle sacudió su cabeza, a la vez que sacaba su teléfono y marcó el número de la policía.

—911, ¿cual es su emergencia?

—Acabamos de llegar a casa. —dijo, fingiendo hacer la voz temblorosa. —¡Nuestros padres... están muertos!

Erik se inclinó contra la pared, cerrando los ojos mientras escuchaba a Lyle hablar con la operadora. Sus manos temblaban ligeramente, pero su corazón latía en un ritmo constante.

Cuando colgó el teléfono, Lyle miró a Erik. El mayor se dejó caer en el sofá, mirando fijamente el vacío, intentando procesar el acto que hicieron. En ese momento, todo se sentía irreal. El peso de la culpa aún no los había alcanzado, y la adrenalina que los había empujado a actuar comenzaba a desvanecerse.

Erik se sentó junto a su hermano, ambos mirando al frente, a los cuerpos de las personas que alguna vez fueron sus padres. Afuera, las luces de los autos policiales comenzaron a iluminar la fachada de la casa.

—Todo va a estar bien, ¿verdad? —preguntó Erik, como si necesitara la confirmación de su hermano mayor.

Lyle asintió, aunque en su mirada había un vacío que antes no estaba allí.

—Sí. —afirmó, su voz casi un susurro. —Todo va a estar bien.

⠀Lyle y Erik estaban sentados frente a la mesa metálica de la sala de interrogatorios en la comisaría

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Lyle y Erik estaban sentados frente a la mesa metálica de la sala de interrogatorios en la comisaría. Dos detectives caminaban alrededor de ellos, formulando preguntas en un tono inquisitivo, tratando de encontrar cualquier detalle que no encajara.

angel⠀✶⠀lyle menendezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora