Éramos Draco y yo sentados en la mesa conversamos cuando se escucharon las alas de los búhos, dos venían directamente a nosotros.
El búho de Draco se poso sobre sus hombros dejando dos cajas, una de Narcissa con dulces y pasteles para Draco y para mí. La otra era de Lucius dirigida hacia mi, mientras la otra lechuza dejo una caja de terciopelo chica. Al abrirla me encontré con una pulsera y una pequeña carta vieja. La guarde rápidamente en mi bolsillo, Draco y yo comimos de los dulces que nos mandó Narcissa.
— ¿Que te envío mi papá? — Pregunto Draco
— La abriré en mi habitación. Te contaré luego. — dije y me puse a ver los nuevos horarios. Me pare y me lleve las cajas rápidamente a mi habitación, las guarde y me fui a la primera clase.
...
“¡He pensado que puede ser un pequeño proyecto!”
Escuché la voz de Hagrid.
—¿Y por qué tenemos que criarlos? —preguntó una voz fría, era Draco detrás de mi.
Hagrid abrió la boca, según parecía haciendo un considerable esfuerzo para pensar. Hubo una pausa que duró unos segundos, al cabo de la cual dijo bruscamente:
—Eso lo sabrás en la próxima clase, Malfoy. Hoy sólo tienes que darles de comer. Pero tendréis que probar con diferentes cosas. Nunca he tenido escregutos, y no estoy seguro de qué les gusta. He traído huevos de hormiga, hígado de rana y trozos de culebra. Probad con un poco de cada.
—Primero el pus y ahora esto —murmuró Seamus.
Empecé a alimentar un escregutos con hígado de rana en silencio.
— ¡Ay! —gritó Dean Thomas, unos diez minutos después—. ¡Me ha hecho daño!
Hagrid, nervioso, corrió hacia él.
— ¡Le ha estallado la cola y me ha quemado! — explicó Dean enfadado, mostrándole a Hagrid la mano enrojecida.
— ¡Ah, sí, eso puede pasar cuando explotan! —dijo Hagrid, asintiendo con la cabeza.
—¡Ay! —exclamó Lavender Brown —. Hagrid, ¿para qué hacemos esto?
— Bueno, algunos tienen aguijón —repuso con entusiasmo Hagrid (Lavender se apresuró a retirar la mano de la caja). Probablemente son los machos... Las hembras tienen en la barriga una especie de cosa succionadora... creo que es para chupar sangre.
— Ahora ya comprendo por qué estamos intentando criarlos — dijo Malfoy sarcásticamente—. ¿Quién no querría tener una mascota capaz de quemarlo, aguijonearlo y chuparle la sangre al mismo tiempo?
— El que no sean muy agradables no quiere decir que no sean útiles — replicó Hermione con brusquedad—. La sangre de dragón es increíblemente útil por sus propiedades mágicas, aunque nadie querría tener un dragón como mascota, ¿no?
— Cállate Granger, me irritas. — Le dije y de inmediato se callo.
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