Capítulo 16: Me enfrentaría al mundo para protegerte.

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Nanami y Mitsumiya recogen los platos sucios, Shoko y Haibara limpian la mesa; Gojo y Geto pasan la escoba.

—¡Que lindo nos vemos vestidos de dinosaurios!—. dice Haibara, esta emocionado porque la pijamada ha comenzado con el pie derecho.

—Sigue limpiando—. Lo regaña Nanami, que esta sonrojado. Usar ese pijama de dinosaurio rosado lo hace sentir humillado.

—¡Vamos Nanami! Te ves tan hermoso—. Gojo le tira un beso desde lejos y el rubio solo lo maldice.

—¡Satoru lo ha elegido especialmente para ti!—. agregó Geto, chocando cinco con Gojo.

Todos estallan en risas, pero Shoko y Mitsumiya abrazan a Nanami para consolarlo.

—Ya dejen de molestarlo—. El tono de Shoko esta lejos de ser un regaño, incluso se ríe.

—¡H-Hazlo más convincente!—. Se quejó un Nanami que tiene toda la cara roja de vergüenza.

Todos deciden acercarse y abrazar al antisocial, que los insulta de regreso e intenta salir de este lio. Si bien, esta disgustado por tener que usar un pijama tan vergonzoso, no le disgusta la idea de pasar tiempo con sus compañeros. Él no tiene hermanos y sus padres que no tienen energía maldita, además son demasiado expresivos y cariñosos, haciéndole difícil la comunicación con ellos dada su naturaleza estoica e introvertida.

—Nanami, ¿Sabes que te tenemos gran estima?—. dice Haibara.

—Eres nuestro gruñón favorito—. Enfatizó Gojo.

—Eres la mente seria y madura del grupo, te necesitamos—. Geto le sonríe, su tono es muy sincero.

Nanami se aleja dando empujones, esta sonrojado y siente un hormigueo cálido en su corazón.

—¡Ya basta!—. Gritó, odiando la forma en que su corazón anhelaba el cariño de sus amigos. —¿Cuándo veremos la maldita película?

Todos rieron y arrastraron a Nanami cerca de la sala, donde tenían colchones inflables, mantas y lámparas.

—No quiero ver películas—. dice Shoko, apoyando la cabeza en la almohada. —Quiero que tengamos una charla sincera de amigos.

—Shoko... No creo apropiado tocar fibras sensibles—. Agregó Geto, sentado en el sofá.

—¿Qué quieres saber directamente?—. Gojo esta bastante calmado, aunque ya deduce hacía donde quiere llegar su amiga.

—Quiero... Quiero solo relajarme y hablar con ustedes como lo hacíamos antes, por ejemplo, ¿Qué tal van esas flores que estas regando en tu balcón Haibara?

—Se marchitaron, olvide ponerle agua por varios días—. Responde, se frota la nuca avergonzado.

—Sabía que terminarías arruinándolo—. Se burló Nanami.

—Ya, pero fue en esa semana que estuvimos fuera para la misión y olvide pedirle a Mitsumiya que las regara.

—Solo estas buscando excusas—. Se burló Kokoto, ella sabe que Haibara es olvidadizo.

—¡Espera!—. Se sonroja. —¡Yo esperaba que estuvieras de mi lado Mitsumiya!

Todos sonríen, sin duda Haibara es como un libro abierto. En el fondo, es la razón por la que conecta tan fácilmente con todas las personas con las que habla.

—¿Qué tal esta tu abuelo, Nanami?—. Preguntó Geto, acomodándose en el sofá.

—Bien... supongo—. Nanami se encoge de hombros, no ha tenido tiempo de hablar con su familia últimamente. —Tengo ganas de ir a visitarlo, pero el tiempo apremia y las misiones son cada vez mayores.

JJK - El adiós despues de AmanaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora