🥀| 02 El tenis del amor| 🥀

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Maya

Domingo

Cuando desperté, lo primero que pensé, fue que todo lo que había pasado con Yekun la noche anterior había sido un sueño; pero ese pensamiento se esfumó cuando mire a mi alrededor y no vi las paredes color salmón de mi habitación, sino las paredes blancas del cuarto de Yekun y cuando también sentí un cuerpo a mi lado, con su manos sobre mi pecho.

Arrugue mi gesto por la luz del sol que entraba por la pequeña ventana y daba en mis ojos. Me pasé el dorso de mi mano por debajo de mi nariz y sobe mis ojos para quitar las lagañas y poder abrirlos bien.

Me quedé quieta cuando sentí que el cuerpo que estaba a mi lado se movió y soltó un gruñido.

Parpadeé somnolienta, pero la pereza se esfumó cuando miré a mi izquierda y vi la espalda de Yekun.

Ay caramba

¡HABÍA DORMIDO CON YEKUN!.

Y peor aún….¡HABÍA BESADO A YEKUN!

*¿Apoco?*

Me quedé quieta, sin respirar, mirándolo con los ojos bien abiertos.

Estaba acostado boca abajo, no podía ver su rostro porque tenía su carita girada hacia la puerta, tenía su brazo izquierdo sobre mi pecho y las sábanas se habían deslizado hasta su cintura, así que los rayos del sol acariciaban todo su espalda.

Me quedé quieta contemplando esa parte de su anatomía y descubrí que tenía otro tatuaje.

Era una especie de ángel con las alas abiertas, una apuntando hacia arriba y otra hacia abajo, el rostro del ángel miraba al cielo y tenía una mano estirada, tenía un sol, una estrella, un planeta, una rosa de los vientos y varios puntos alrededor y en pequeño. De nuevo su tatuaje estaba hecho con delicadeza y trazos finos.

Era definitivo, estaba enamorada de sus tatuajes.

*Y de él (inserto jugueteo con las cejas)*

Cállate.

Mire más abajo, siguiendo la línea natural de su espalda, tenía tres lunares chiquitos en fila de forma vertical.

Sonreí y sin poder contenerme acaricié sus lunares con las yemas de mis dedos, apenas si roce su piel pero una corriente nos hizo estremecer a ambos. Se movió y yo me quedé congelada en mi lugar.

Tenía que salir de ahí antes de que despertara, me mandara a la mierda y rompiera mi corazón de pollo.

Contuve la respiración, incluso comencé a sudar por el pavor que sentí si se despertaba. Quité su brazo de encima de mí con lentitud y las sábanas sin destaparlo, me senté en la cama y me arrastre hasta la orilla.

Yekun solo se movió un poco, de hecho, sólo cambió la dirección de su rostro hacia la pared y metió sus brazos debajo de su almohada, provocando que los músculos de su espalda se…

*¡Largo!*

¿Eh?...Cierto, cierto, cierto.

Salí de puntillas de su habitación y al llegar a mi cuarto tuve que contestar todas las preguntas de mis amigas. Eran del tipo de personas que si se dormían a la diez de la noche, se despertaban a las tres de la madrugada.

Gritaron más que yo por dentro cuando les conté los besos; les conté todo…bueno casi todo…no tenían por qué enterarse de la parte de que él chico super sexy y fuerte había llorado en mis brazos hasta quedarse dormido, como un niño asustados buscando protección y calor en el cuerpo de alguien más.

Querer © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora