🥀| 06 Gracias |🥀

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Maya

Estaba a punto de preguntarle algo más a Lily, sabía que Yekun era muy cerrado y jamás me iba a contar nada si se lo preguntaba directamente y estaba en todo su derecho, no éramos cercanos ni nada por el estilo y era esa misma falta de cercanía la que me hacía cuestionarme el porque me había invitado a mí, que hacía yo ahí exactamente si Yekun y yo nos la vivíamos peleando, o qué había pasado con la chica que había mencionado Lily antes; tenía la pregunta en la punta de la legua, cuando se escuchó la voz de Yekun al otro lado de la puerta llamando a su hermana.

Lily me sonrió una última vez antes de ir a abrir la puerta, su hermano tenía una mano en los ojos y la otra mano en la bolsa de su pantalón.

-¿Ya?- preguntó impaciente.

-Si no estuviéramos listas aún no te habría abierto la puerta, así que ya puedes quitarte la mano de los ojos.

Yekun suspiro con pesar y se quitó la mano de los ojos mirando a su hermana.

-Tom ya está en el auto, así que ya pueden...- se quedó en silencio cuando alzó la mirada y me miró.

Estaba de pie a unos cuantos metros detrás de Lily, con el bolso entre mis manos, como una estatua, aún analizando, procesando y dándole vueltas en mi cabeza a lo que me había dicho la menor de los Rivas acerca de Yekun. Así que no reaccioné cuando Yekun me miró de pies a cabeza con la mandíbula tensa, solo parpadee un par de veces regresando a la realidad cuando escuché la risa tierna de Lily.

Pasó junto a su hermano y lo tomó del hombro para jalarlo hacia abajo y poder susurrarle algo al oído que no logré escuchar, pero que puso a Yekun aún más tenso, Lily salió de la habitación y se encaminó al auto de Tom.

Mire a Yekun a los ojos, él sonrió de lado, rodé los ojos, esa sonrisa era para burlarse de algo, en específico...de mí.

-Ves cómo bañada cambia la cosa

-A ti ni eso te ayuda

Soltó una risa.

-Ven, vamos- estiró su mano para que la tomara.

Busqué por todos lados mi celular, era lo único que llevaba en el bolso, junto con el labial que me había dado Lily y una toalla femenina, no andaba en mis días sádicos pero nunca estaba de más.

*Hashtag: Siempre precavida nunca imprecavida*

Con cautela me acerqué a Yekun y lo tomé de la mano. Aún pensaba que todo esto lo estaba soñando.

Puso mi mano debajo de su brazo y así caminamos por la casa, yo mirando de reojo su belleza mientras los tacones llenaban el silencio y él caminando con la mirada al frente de forma distraída aunque todavía sentía su cuerpo tenso; antes de salir, puso una clave de seguridad en unos botones que estaban a un lado de la puerta principal, salimos, cerró la puerta y me ayudó a bajar las escaleras porque si no me rompía la cara por culpa de los tacones.

Me aferre a su brazo cuando sentí que mi pie izquierdo se resbalaba en el último escalón y ahogue un grito; sospechaba que su sonrisa malévola era porque estaba guardando sus mejores comentarios para joderme después.

Me subí en los asientos traseros del coche, junto con Lily, Tom iba manejando y Yekun de copiloto.

Media hora en auto.

Media hora en el que el silencio era llenado por la música que provenía de la radio o por Lily y yo abarcando la mayoría de la conversación.

Hasta que Lily mencionó que Naruto era mejor que Gokú y yo la apoyé emocionada, los dos hermanos nos quisieron dejar varadas en la autopista, menos mal que no lo hicieron y solo le subieron el volumen a la música. Y repitieron, consecutivamente y a todo volumen, durante todo el camino que restaba: Dragón Ball rap de Porta, incluso lo coreaban sin equivocarse.

Querer © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora