Las Sombras en el Multiverso

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La paz que reinaba en el mundo cristalino tras la caída de la criatura oscura era efímera. Aunque los Cuatro del Sol habían restaurado el equilibrio en ese planeta, el aire estaba cargado de una incertidumbre creciente. Sabían que lo que enfrentaron allí no era la verdadera fuente del caos, sino un simple peón en un juego mucho más grande y peligroso.

Kaelar, el Guardián de los Cristales, los acompañó de vuelta al Nexus de los Caminos, donde los portales hacia otros mundos flotaban en un océano de energía vibrante. Sin embargo, aunque la vista era impresionante, había una sensación de urgencia en el aire.

—Las grietas que se abrieron aquí son solo el comienzo —dijo Kaelar, mientras observaba los portales—. El enemigo al que os enfrentáis es antiguo, una fuerza que ha viajado por el multiverso durante milenios, buscando destruir el ciclo de la vida en cada realidad que toca.

Valeria miró los portales a su alrededor, sintiendo que algo más oscuro se cernía en las sombras. Su conexión con la tierra y los elementos le decía que había un peligro mucho mayor acechando, algo que no podían ver aún, pero que pronto se manifestaría.

—Si esta fuerza es tan poderosa, ¿cómo ha logrado pasar desapercibida hasta ahora? —preguntó Valeria—. ¿Cómo es que nadie ha hecho nada antes?

Kaelar cerró los ojos por un momento, reflexionando.

—Esta fuerza se oculta en las sombras, corrompiendo mundos poco a poco, sin levantar sospechas hasta que ya es demasiado tarde. Su poder es sutil al principio, pero una vez que toma el control, se propaga rápidamente, creando caos donde antes había equilibrio. Por eso es tan peligrosa: no actúa directamente, sino a través de emisarios y criaturas como la que habéis derrotado.

Camila, siempre la más impaciente del grupo, cruzó los brazos con frustración.

—¿Y cómo se supone que detengamos algo que no podemos ver? —preguntó—. Sabemos que está ahí fuera, pero si no podemos localizarlo, ¿cómo vamos a enfrentarlo?

Kaelar miró a los Cuatro del Sol con gravedad.

—Existen rumores... antiguos escritos que mencionan a un ser llamado Kharon, el Destructor de Ciclos. Es él quien lidera esta fuerza oscura. Su objetivo es romper el ciclo de la vida en todos los universos, sumiéndolos en un caos interminable. Y me temo que ha comenzado a moverse más rápidamente en los últimos tiempos. Si no lo detenéis pronto, la destrucción que causará será irreversible.

El Llamado de Kethra

Mientras Kaelar hablaba, un destello de luz interrumpió la conversación. Desde lo alto, descendió Kethra, la vigilante del Nexus. Su rostro reflejaba la misma urgencia y preocupación que sentían los Cuatro del Sol. Sabía que el tiempo estaba en su contra.

—Guardianes —dijo Kethra con su voz grave—, he estado observando los movimientos en el multiverso, y lo que Kaelar dice es cierto. Hemos detectado que las fuerzas de Kharon se están expandiendo hacia otros mundos. Varios universos ya están siendo invadidos, y cada grieta que se abre debilita los límites entre las realidades.

José, con los ojos fijos en Kethra, frunció el ceño.

—¿Sabemos exactamente en qué universos está actuando? Necesitamos localizar los focos de corrupción antes de que sea demasiado tarde.

Kethra asintió y levantó la mano, haciendo aparecer un mapa cósmico frente a ellos. El mapa brillaba con puntos de luz que representaban diferentes universos, pero algunos de esos puntos estaban oscurecidos por una niebla negra que se extendía lentamente.

—Estos son los universos que ya han sido corrompidos —explicó—. Hemos perdido contacto con varios de ellos, y tememos que Kharon esté utilizando estas realidades como plataformas para extender su influencia a otras.

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