La Expansión del Caos

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Los Cuatro del Sol dejaron Mysara sabiendo que habían ganado otra batalla crucial, pero la sensación de urgencia no disminuía. Sabían que, aunque habían restaurado el ciclo elemental de ese mundo, aún quedaba un largo camino por recorrer. La entidad Atemporal seguía diseminando su corrupción por el multiverso, y con cada fragmento que destruían, se acercaban un poco más a la verdad detrás de su poder.

De vuelta en el Nexus de los Caminos, el centro del multiverso donde los portales conectaban realidades, Kethra los esperaba. Su rostro reflejaba la mezcla de alivio por su éxito en Mysara, pero también la preocupación por los mundos que aún estaban en peligro.

—Habéis hecho bien en Mysara —dijo Kethra mientras los guardianes se acercaban—. El ciclo de los elementos ha sido restaurado y con él, la armonía en ese universo. Pero me temo que la amenaza de Atemporal continúa expandiéndose.

José, con los ojos fijos en los portales que los rodeaban, asintió.

—Lo sabemos. Cada fragmento que enfrentamos es solo una pieza de algo mucho mayor. Atemporal está debilitando el multiverso en más formas de las que podemos ver.

Diego, observando el flujo de los vientos en el Nexus, sintió una ligera perturbación en el aire, una señal de que algo más estaba en movimiento.

—El viento trae noticias de más inestabilidad. Hay otros mundos que también están al borde del colapso.

Camila, siempre enérgica, se cruzó de brazos con una chispa de impaciencia.

—Entonces no hay tiempo que perder. No podemos esperar a que el caos siga extendiéndose. ¿Qué más sabemos sobre la influencia de Atemporal?

Kethra levantó una mano, mostrando una vez más el mapa del multiverso. Esta vez, los puntos oscuros parecían haber aumentado, expandiéndose en zonas donde antes solo había luz. El caos estaba avanzando rápidamente.

Atemporal ha estado actuando en las sombras por milenios —explicó Kethra—. No se mueve de manera abierta, sino que corrompe los ciclos de manera sutil, utilizando a los fragmentos para romper la estructura de los universos. Cada ciclo que destruye fortalece su influencia, y ahora, su expansión es más rápida que nunca.

Valeria, siempre reflexiva, observó los puntos oscuros en el mapa.

—Si seguimos persiguiendo fragmentos de Atemporal de uno en uno, podríamos no llegar a tiempo. Necesitamos un plan para detener su avance en múltiples mundos a la vez.

Kethra asintió, entendiendo la magnitud de lo que estaba en juego.

—Habéis enfrentado los fragmentos en mundos donde el ciclo de la vida está profundamente conectado con elementos o energías específicas. Pero ahora, debo enviaros a un lugar donde la amenaza es aún más profunda.

Camila, siempre dispuesta a aceptar un nuevo desafío, levantó una ceja.

—¿Más profunda? ¿Qué significa eso?

Kethra movió su mano, haciendo que el mapa se enfocara en una región que parecía más oscura que el resto, como si estuviera sumida en una sombra que devoraba todo a su alrededor.

—Este es un universo llamado Thalnara —explicó Kethra—. Es un mundo donde la energía vital de los seres vivos está conectada directamente al ciclo del tiempo. Si el ciclo de vida en Thalnara se rompe, no solo perderán la vida los seres de ese mundo, sino que el tiempo mismo comenzará a desintegrarse, afectando a otras realidades cercanas.

José frunció el ceño al escuchar sobre el ciclo del tiempo.

—El tiempo... ya lo hemos visto corrompido antes en Urfala. Si Atemporal se alimenta de esa energía, podría causar un colapso que afectaría a muchos otros mundos.

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