—Jisung corre peligro—. Fue lo primero que dijo cuando Minho llegó.
Los policías que la escoltaban la miraban curiosos, entre ellos, estaba Chris.
—¿Eh?—. Preguntó.
—Ya te lo dije, ayer escuché una conversación de unos chicos, dijeron que te iban a separar de él, supongo que son tus amigos—. El semblante de Lee no cambió en ningún momento, no se mostró aturdido ni nada. Ryujin olvidó que 2 guardias estaban con ellos, escuchando todo.
—Oh, ¿Enserio? Ya era hora, ya no soportaba estar con ese imbécil—. Dijo de forma fría, la esperanza en la chica se desapareció.
—¿Qué dijiste?—. Se levantó y estampó sus manos en la barra—Vuelve a repetir eso, inútil—. El hombre a su lado la reprimió poniendo un brazo en su hombro, obligándola a retroceder y suprimir su repentina alteración, con el agarre la sentó de seco contra la pobre silla de metal.
Minho se tomó un tiempo antes de continuar y comenzó a reír descaradamente.
—¿De verdad creíste que me gustaba? Por favor, nunca me gustaría un niño tan incrédulo y frágil—. Escupió con crueldad, haciendo que Ryujin abriera los ojos exageradamente y cerrará los puños.
—¿Qué demonios estás diciendo, Lee? Estabas perdidamente enamorado de él hace una semana—. Aseguró y amagó con volver a pararse, pero la mirada dura que le dedicó el guardia del otro lado de la ventana (Chris)
la hizo reflexionar y decidirse por quedarse quieta, aunque dentro suyo esté ocurriendo un terremoto de emociones encontradas que no le permitían pensar con claridad y eficacia.—Llegué a asistir a una academia de actuación, tengo mis dotes—. Presumió con la sonrisa ladina que hacía mucho no usaba. Los argumentos "patéticos e ilógicos" de Minho no le convencían a la pelinegra, pues estaba segura de que en ningún momento le comentó sobre una supuesta academia. Además, era experta en lenguaje corporal.
Y él parecía no estar mintiendo.
O eso creía.
—Lee Minho, esto no es una broma, tienes que proteger a Jis- —Jason no me importa en lo absoluto—Le interrumpió—Ese... Inútil marica no hace más que lloriquear y no se comporta como un hombre, merece lo que le hicieron—. Dijo, pareciendo seguro de lo que decía. Ryujin hizo una cara de indignación y se levantó de nuevo, ignorando por completo la mirada de los dos agentes de seguridad.
—¿Qué dices? ¿¡Qué demonios de pasa!? ¿¡Te tomaste algo!?—. Preguntó furiosa, no recibió respuesta alguna, sino una cara irritada, tomó sus hebras y las jaló con fuerza—Si no estuviera con este maldito bebé en mi panza, entraría y te desfiguraría tu cara de ogro. No tiene caso enojarme porque no puedo hacer nada—. Su actitud fue la señal para que la cita terminara, los dos sujetos armados se miraron y asintieron mutuamente, Chris tomó las manos aprisionadas de Minho y le levantó con brusquedad, ya que se encontraba demasiado molesto con él después de haber escuchando todo. El otro imitó sus acciones, aplicándolas en la chica alterada.
—La visita se ha terminado—. Declaró con firmeza Bang.
Ryujin se volteó y caminó sin siquiera dedicarle una mirada al hombre de su lado después de liberarse de su agarre, pues estaba lo suficiente molesta como para poder soportar a otro animal.
Chris acorraló a Minho, poniendo sus dos brazos a los lados de la cabeza ajena, exigiéndole con la mirada una explicación.
—🚨—
Jisung decidió seguir con lo que estaba planeado después de que Minho se retirara de la celda, faltaba 1 semana y 6 días para su partida, estaba triste y nervioso. Triste porque ya se iba, y nervioso porque en ese día le entregaría lo que había estado haciendo desde que su noona le regaló la libreta que ahora se había convertido en su tesoro.
Con sus dotes de composición, estaba dispuesto a hacer una linda canción donde confesaría todos los sentimientos encontrados por su guapo mayor. No había sentido nada fuerte después de lo de su ex, pero volvió a suceder, y era con la misma intensidad.
Estaba demasiado concentrado en la libreta, así que no se dió cuenta cuando su hyung llegó de su vista hasta que observó su cama.
—¡Hyung! ¿Hace cuánto que llegó? No lo ví—. Cerró la libreta de forma elegante y a la vez abrupta y puso sus pies sobre el frío piso de cemento blanco, éstos temblaron ante el brusco cambio de temperatura.
—Hace rato—. Respondió secamente sin voltearse a verlo, Jisung sonrió confundido, ya que nunca le respondía de esa forma, siempre era con tranquilidad o neutralidad.
—¿Pasó algo ahí en su cita?—. Cuestionó, pero el pelinegro no recibió respuesta, así que quiso continuar—Entiendo si no quiere hablarlo, no le molestaré más—. Quiso manipularlo un poco con un tono de voz decepcionado, pero no funcionó, pues el chico todavía no había movido ningún músculo.
Hizo una mueca y volvió a abrigar sus piesitos en las sábanas blancas. Gimió satisfecho cuando el calor le alivió el dolor que le provocaba el frío. Era una persona horriblemente friolenta, así que era muy sensible, hasta en la mayoría de las mañanas era propenso a despertar con su cuerpecito temblando.
Volvió a su tarea, pero ya no se podía contestar, ya que su mente estaba en Lee y no en el trabajo que se suponía que estaba haciendo. Estaba intrigado por su actitud, y esperaba no haber hecho algo que le haya molestado a su mayor.
De repente, la letra no tenía sentido para Jisung, había perdido la melodía en algún cajón de su memoria que se negaba a abrirse, todo por una actitud poco inusual. Chasqueó la lengua y se pegó en la cabeza con el radio de su muñeca, como si eso le hiciera recordar el instrumental recién perdido.
El sonido de la campana anunciando el inicio del almuerzo envío al caño sus intentos por evocar la tonada de su creación reciente, volvió a cerrar el cuaderno y atoró el bolígrafo en la bobina de espiral, evitando así su posible extraviado.
Cuando el uniformado llegó a abrir la celda, Minho se levantó con un quejido y, sin ver a Jisung, se retiró, dejándole solo ahí, sin preocuparse de que algo le pase, cuando siempre le esperaba y salían tomados de la mano.
Sin perder más tiempo, el menor le siguió el paso y se posicionó a su lado, pero el azabache seguía sin mirarle, solo se fijaba en el camino y nada más. Han arqueó las cejas, esta vez indignado.
—¿Hola? Tierra llamando a hyung, ¿Qué le pasa?—. Pasó su mano en frente de sus ojos, pero solo logró que ésta fuera apartada de forma ruda, golpeando su tersa piel. Aquella zona comenzó a arder y la acarició gentilmente—Ouch—. Se quejó, sus ojitos amenazaron con lagrimear, herido por su actuar.
¿Qué le pasaba a su hyung?
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Prisionero ~ Minsung.
FanfictionDonde Jisung es acusado de haber matado a una persona y llevado a prisión con una condena de 35 años. Minsung Historia original