No. 22 🚨

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Minho estaba enojado.

Pero consigo mismo.

¿Cómo fue que permitió que pasara? Los hermosos deditos de su amor estaban decorados por unas curitas que los cubrían casi por completo. Lo vió ansioso, pero lo único que hizo fue voltearse y hacer como si no ocurriera nada. Además, sus uñitas también estaban dañadas. Se suponía que iba a protegerlo. ¿Cómo lo miraría a la cara? Era el peor hyung del mundo.

Jisung estaba como si nada, sonriendo y riendo junto con su nuevo grupo. Y él estaba a lo lejos, admirando su carita y mirando sus 2 dedos vendados y con un punto obscuro en medio. Prueba de la sangre seca que se adhirió al algodón de las curitas.

Ya faltaban 1 semana y 3 días para que saliera. Ya tenía todo preparado para sacar a Han de ahí y creía que funcionaría. Estuvo pasando por toda la cafetería, desapercibido, y no notó algo sospechoso, así que todo estaba tomando el rumbo que quería. Aunque eso no le calmaba del todo la inseguridad que sentía. En especial por su chico.

Debía protegerlo, ¿Por qué todo le salía mal?

Frotó sus manos en su cabello revoltoso que suplicaba una lavada urgente desesperadamente, y después de pensarlo mucho, llegó a la conclusión de que era el peor y estaba jodido.

Levantó su cuerpo y volteó al lugar donde se solía escabullir. Ya que tenía trabajo que hacer.

Se adentró, sin saber que estaba siendo observado por Jisung.




—🚨—



—¿Y?—. La voz grave le hizo apartar la mirada —¿Cómo vas con la canción?—. Siguió, curioso por su mirada perdida.

Han ladeó su cabeza, todavía sin procesar lo que había dicho. Hasta que segundos después lo logró comprender.

—¡Oh!—. Exclamó —Va bien, aunque creo que me estoy arrepintiendo de hacerla—. Susurró, captando toda la atención de los presentes en la mesa rectangular.

—¿Por?—. Preguntó Seungmin, quién se encontraba a su derecha. Todos le dedicaron una mirada obvia. Y él se sintió fuertemente regañado. Y atinó a sonrojarse y ocultar su rostro entre sus manitos—Lo... Lo siento—. Se disculpó suavemente, pero su voz sonó algo distorsionada, así que solo algunos le entendieron.

Inevitablemente volvió si visión al lugar donde vió a Lee por última vez, pero como era de esperarse, ya había desaparecido. Todavía no le había dicho sobre su trabajo, así que no estaba el tanto de lo que hacía. Su s labios se formaron en una mueca lastimera.

—Él esconde algo—. Dijo Lily, chica que se unió al grupo después de tener una pesada charla con el mencionado. Y, al igual que Jisung, no sabía nada de él. Todo el pequeño grupo asintió al unísono.

—Jisung...—. Y antes de que dijera algo más, él negó repetidamente con la cabeza.

—No, no lo sé—. Aseguró, todavía sin quitar su mirada del pasillo. Y todos quedaron en silencio nuevamente.

Y Changbin, entrecerró los ojos.

—Sunggie—. Llamó. Pero seguía con la tarea de vigilar el pasadizo. De todas formas, siguió—Siento decir esto, pero creo que no deberías confiar en Lee—. Y esto por fin hizo que le preste atención. Sus pupilas ahora apuntaban a él directamente—Sea lo que sea que esté ocultando, estoy seguro de que no es algo bueno—. Jisung frunció un poco sus cejas y posterior a eso, inclinó su cuerpo a él. Mostraba genuino interés.

—Apoyo a Binnie—. Jeongin levantó la manito, y así le siguieron todos.

Han seguía en silencio, y su ceño era algo intimidante. A pesar de parecer tan sol un niño indefenso.

—Sunggie—. Volvió a llamar—¿Sabes por qué Minho está en prisión?—. Preguntó. Quiso decir que sí, pero no podía mentir. Y frunció los hombros en respuesta—Nadie aquí lo sabe, nunca lo ha dicho. Ni siquiera los más experimentados lo saben—. Y el menor rascó su nuca—Tal vez solo sea porque no quiere decirlo. Y cabe la posibilidad de que sea algo feo—. Negó.

—No. Tiene condena de 7 años, sea lo que sea, si fuera algo grave, él tendría más años. Pero no es así—. Cruzó los brazos algo cohibido por las miradas.

—¿Tienes la certeza de que es verdad?—. No supo qué responder, y el trato enorme de saliva que se vió lo hizo notar—Mira, no digo que sus intenciones contigo sean malas, porque sé de primera mano que son buenas. Solo digo que no sabemos qué clase de persona es, y puede estar metido en cualquier cosa. Hay veces donde los encarcelados no obtienen todos los cargos que se merecen, porque al momento de arrestarlos, no se dieron a conocer. En mi caso, seré sincero. Debería estar condenado a más años, pero solo me dieron 3. Eso pudo haber pasado con él. Está en tu criterio si quieres creerme o no. Y lo vuelvo a repetir. Solo te estoy adviertiendo, y...—. Antes de poder decir otra cosa, un gran hombre se acercó a la mesa. Y puso en alerta a todos ahí.

Seungmin de repente se levantó, y quedó frente al sujeto extraño. Los presentes estaban confundidos.

—Kim Seungmin, ven conmigo—. Ordenó con voz dura y ronca. Yuna de levantó de igual forma y sin miedo hizo contacto visual con él. Chaeryeoung la iba a detener, pero no la logró alcanzar.

—Él no irá a ningún lado—. Se interpuso en medio de los dos chicos. Sin temor a ser golepada o algo. Y antes de decir algo más, el menor le tocó el hombro.

—Está bien, Yuna noona, iré—. Antes de caminar hacia él, Haewon apareció y detuvo su paso. A su lado, estaba Lily u Bae.

—No, no irá, Seungmin oppa—. Y en un parpadeo, todos estaban a su lado, menos Jisung, Jeongin y Yeji. Y estaban dispuestos a proteger al chico. El grupo de Lily lo hacía porque eran amigos desde antes, y era lo mismo con Yuna. Chaeryeoung solo la acompañaba.

—Chicos, en serio, no hay que preocuparse. Él y yo somos amigos. Déjenme ir a solas, por favor—. Suplico con su mirada. Pero ninguno retrocedía. El hombre puso su mejor cara amable.

—Oh, Seungminnie, ¿Estos son los amigos de los que tanto hablabas? Que lindos son—. Su voz, anteriormente roca, era diferente. Pues ahora podería un tono dulce y acogedor.

—S-si...—. Surtió incómodo—Agradezco su interés. Pero enserio necesito ir—. Dijo de forma seria. Y sorprendemente, cedieron. Ese era el poder de Kim Seungmin. Aunque Changbin decidió no quitarles la mirada de encima.

Y así, a pasos lentos, comenzaron a caminar, lejos. Pero no pasó mucho tiempo, ya que, después de unos 30 segundos, Seungmin paró repentinamente y su cara pareció desfigurarse.

Siguieron hablando, y poco después, Kim ya se encontraba regresando. Pero ahora, ya no tenía la misma cara.

Ahora era una sombría, y cuando vió a Jisung, pareció que sus ojitos comenzaron a brillar. Para después, soltar unas diminutas y para nada desapercibidas lágrimas.

Ahí supo, que lo que le dijo ese hombre, no fue algo agradable.

¿Pero qué tenía que ver Han Jisung?

Prisionero ~ Minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora