Pau Cubarsí estaba en la sala de estar del hotel donde el equipo juvenil del Barcelona se alojaba antes del partido del fin de semana. Se había reunido con sus amigos después del entrenamiento, pero la conversación ligera pronto giró hacia un tema que lo incomodaba. Héctor Fort, su mejor amigo, no dejaba de lanzar miradas cómplices, lo que solo incrementaba los comentarios bromistas del resto.
-Vamos, Pau, admítelo -dijo Balde con una sonrisa burlona-. Siempre que Héctor está cerca, te pones como un tomate.
Pau intentó no prestarle atención, fingiendo estar concentrado en su teléfono. No era que no supiera de lo que hablaban; era evidente para todos que, cuando Héctor se acercaba demasiado o lo abrazaba de repente, su cuerpo respondía antes de que su mente pudiera reaccionar. Y ahora, frente a todos, esas bromas no le hacían ningún favor.
-No es cierto -murmuró Pau, intentando desviar la atención.
-¿Ah, no? -intervino Ferran Torres desde el otro lado de la habitación, cruzando los brazos con una expresión divertida-. Entonces, ¿por qué te sonrojaste hace cinco minutos cuando Héctor te pasó el brazo por los hombros?
Antes de que Pau pudiera responder, sintió cómo el mismo Héctor se movía detrás de él en el sofá, acercándose más de lo necesario. Héctor, con su actitud despreocupada, rodeó la cintura de Pau con ambos brazos y apoyó la barbilla en su hombro.
-Es porque Pau es tímido, chicos -susurró Héctor, su tono juguetón, mientras presionaba ligeramente su mejilla contra la de Pau-. ¿Verdad, Pau?
Pau sintió un calor subiendo rápidamente por su cuello, instalándose en sus mejillas. Sus amigos, al notar el cambio de color, estallaron en risas.
-¡Ahí está! -exclamó Marc Casadó, señalándolo-. ¡El famoso rubor de Cubarsí!
Intentando ignorar la risa colectiva, Pau apartó la mirada, incapaz de mantener la compostura. Estaba acostumbrado a los abrazos de Héctor, pero cuando sucedían frente a todos, la situación era diferente. No podía controlarlo: el tacto de Héctor, siempre tan casual y afectuoso, lo ponía nervioso, pero al mismo tiempo, lo hacía sentir inexplicablemente cómodo.
-Déjalos, Héctor -pidió Pau en un intento débil de que lo soltara, pero no sonaba muy convincente.
Héctor sonrió de manera pícara y, en lugar de liberar a Pau, besó suavemente su mejilla, lo que provocó un nuevo estallido de risas.
-¡Héctor, ya! -Pau intentó apartarse, sin mucho éxito.
-Está bien, está bien -dijo Héctor finalmente, soltándolo con suavidad, pero no sin antes despeinarle el cabello con cariño-. Solo es una broma, Pau.
Pau se acomodó en su lugar, claramente incómodo pero incapaz de disimular la pequeña sonrisa que se le escapaba a pesar de todo. Aunque las bromas de sus amigos lo avergonzaban, había algo en los gestos de Héctor que lo hacía sentir especial. Algo que, en el fondo, le gustaba más de lo que le gustaría admitir.
Cuando el bullicio de la sala comenzó a calmarse, Héctor volvió a sentarse a su lado, esta vez sin bromas. No necesitaba hacer nada más para que Pau se sonrojara de nuevo. Simplemente, con estar cerca, Héctor lograba lo que nadie más podía: desarmarlo por completo.
Y aunque Pau intentara negarlo frente a sus amigos, sabía que era cuestión de tiempo antes de que sus sentimientos por Héctor terminaran por ser aún más evidentes.
![](https://img.wattpad.com/cover/376168433-288-k692487.jpg)
ESTÁS LEYENDO
One Shots💙❤️
Fanficboludeces que escribo para leer yo misma, si quieren lean y si les gustan recuerden votar 🙌