The storm

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Narra Alfred

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Narra Alfred

Abrí la puerta de la oficina de Cassandra con cuidado, esperando que no me recibiera de mala manera. Últimamente, todo lo que hacía parecía irritarla, pero algo me decía que había algo más detrás de su frialdad. Entré sin hacer mucho ruido, observando cómo ella seguía concentrada en los papeles sobre su escritorio, con esa mirada seria que ya se le había vuelto común.

-¿Qué haces aquí? -su tono no era precisamente cálido, ni siquiera me miró.

Suspiré, sabiendo que sería otro de esos días en los que tendría que soportar su indiferencia. Avancé un poco más y me planté frente a su escritorio.

-Soy tu padre, Cassandra. Es lógico que venga a verte de vez en cuando.

Rodó los ojos con un gesto tan brusco que casi me hizo reír, pero no era el momento.

-No estoy de humor, papá -respondió, su voz cargada de fastidio.

Algo no estaba bien, y no podía ignorarlo. Me acerqué, suavizando mi tono, esperando poder sacarle alguna explicación.

-¿Qué pasa? -pregunté, observando su rostro en busca de alguna pista-. Estás rara, más de lo habitual. ¿Ocurrió algo?

La vi suspirar, como si estuviera debatiéndose internamente si contarme o no lo que sucedía. Luego, apoyó la espalda en la silla y finalmente habló.

-Pasó algo que cambia todo el rumbo de las cosas.

Sus palabras me golpearon con fuerza, pero no las comprendí del todo. Fruncí el ceño, tratando de procesarlas.

-¿De qué hablas? -le pedí con calma-. ¿Qué significa eso?

Cassandra se tomó un momento antes de responder, su mirada fija en la ventana, como si evitara tener que mirarme a los ojos. Luego, bajó la voz y soltó lo que parecía haber estado conteniendo por días.

-Hablé con el oficial Williams. Me dijo que el asesinato de Robert fue orquestado. No fue un accidente, sus frenos fueron cortados... con un cuchillo.

Mis rodillas casi flaquearon. El aire se volvió denso y por un momento, todo el mundo se detuvo.

-¿Qué? -murmuré, tratando de asimilar sus palabras-. No lo entiendo... Robert no tenía enemigos. Era un buen hombre, hacía todo por ti, por su hija. ¿Cómo...?

Antes de que pudiera continuar, Cassandra me lanzó una mirada afilada.

-Deja de tirarle tantas flores, papá. No era un santo, y eso no importa ahora. Lo que importa es que esto no se lo menciones a nadie. No necesitamos más escándalos.

Me sorprendió su frialdad, pero al mismo tiempo, su lógica tenía sentido. La familia ya había pasado por tanto. Sin embargo, había algo que no podía dejar de lado.

🩰𝐁𝐀𝐋𝐋𝐄𝐑𝐈𝐍𝐀 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 ✧˙⊹ ⁽ᴸʸⁿⁿ ᴸᵒᵘᵈ ᴶʳ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora