In the Palm of My Hand

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Narra Giselle

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Narra Giselle

El trayecto a casa fue una tortura. El eco de la imagen de Lynn besando a Lia se repetía en mi cabeza, como una película que no podía apagar. El dolor en mi pecho era profundo, como si alguien hubiera arrancado una parte de mí sin previo aviso. Sabía que enamorarme de Lynn podía traer complicaciones, pero jamás pensé que el golpe sería tan brutal.

Llegué a casa, agradeciendo que no hubiera nadie. No tenía fuerzas para lidiar con mi familia o para inventar excusas. Subí las escaleras con los pies pesados y me encerré en mi habitación. El silencio del lugar solo amplificaba el caos que llevaba dentro. Me moví casi automáticamente hacia el baño, como si el dolor estuviera guiando cada uno de mis pasos.

Frente al espejo, mi reflejo me devolvió una mirada que no reconocí. Mis ojos estaban hinchados, mis labios temblaban, y dentro de mí solo había vacío. Luchaba por entender qué había hecho mal, por qué no era suficiente para que Lynn me eligiera a mí. Los recuerdos de mis antiguos problemas volvieron, de los años donde todo giraba en torno a controlar algo... cualquier cosa. Mis padres me ayudaron entonces, llevándome a especialistas que me dieron las herramientas para sanar. Pero ahora... ese dolor regresaba con más fuerza que nunca.

𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 | 𝗖𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗦𝗲𝗻𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲

Sin pensarlo demasiado, mis dedos se dirigieron a mi garganta. Sabía que estaba mal, pero no me importaba. Necesitaba expulsar el dolor, la traición, aunque fuera de la manera más destructiva posible. Vomité. Cuando el vacío me alcanzó, baje la tapa del inodoro, y me dejé caer en ella, llorando en silencio. No era solo la acción, era el simbolismo de todo lo que estaba perdiendo, de lo rota que me sentía por dentro.

Después de lo que pareció una eternidad, me forcé a levantarme. Tire la cadena y me lavé los dientes, aunque el sabor amargo seguía ahí, tanto en mi boca como en mi corazón. Las lágrimas seguían cayendo, silenciosas, como si ya no pudiera detenerlas. No sabía qué hacer conmigo misma.

Al salir del baño, vi a alguien sentado en mi cama. Marcos. Apenas hacía unas semanas que nos habíamos conocido, después de descubrir que éramos primos, pero nunca había sentido la suficiente confianza para dejarlo entrar en mi vida más allá de lo superficial. ¿Qué estaba haciendo aquí?

-¿Sabes que vomitar provoca mal aliento? -dijo en tono de broma, aunque su mirada no era del todo ligera.

Rodé los ojos, sintiendo la molestia crecer dentro de mí. No estaba de humor para sus comentarios, mucho menos en ese momento.

-¿Qué carajo haces en mi cuarto? -le espeté, cruzando los brazos frente al pecho, intentando disimular mi incomodidad.

-Vine a pedirte los apuntes de historia, pero... escuché arcadas desde el baño. Pensé que estabas aquí con un chico -dijo, en tono despreocupado, aunque su comentario me golpeó más de lo que esperaba.

🩰𝐁𝐀𝐋𝐋𝐄𝐑𝐈𝐍𝐀 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 ✧˙⊹ ⁽ᴸʸⁿⁿ ᴸᵒᵘᵈ ᴶʳ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora