Denying feelings

283 23 2
                                    

Narra Narrador Externo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Narrador Externo

El sol matutino se filtraba a través de las cortinas, despertando lentamente a Giselle. Parpadeó un par de veces antes de desperezarse en la cama, disfrutando brevemente del momento de calma antes de que el día empezara a avanzar con prisa. Sabía que no podía quedarse mucho tiempo en ese limbo, así que se incorporó, su mirada perdida recorriendo su habitación hasta que algo captó su atención en el tocador: el joyero.

El pequeño cofre, pulcro y bien organizado, guardaba más que simples adornos. Dentro de él, Giselle había dejado algo que no correspondía a su estilo habitual, algo que llevaba un peso emocional difícil de ignorar: la pulsera roja de estambre. Al abrir el joyero, sus dedos se deslizaron hacia el simple hilo, enrollado cuidadosamente. Cada vez que lo veía, recordaba con exactitud cómo lo había encontrado, tirado en su habitación, después de que Lynn la visitara.

Lynn no se había dado cuenta de que la había perdido, y Giselle, en vez de devolverla, la conservó. No podía explicarse exactamente por qué. Quizá porque ese pequeño objeto representaba algo más profundo. Un vínculo, una conexión que, por más que intentara ignorarlo, seguía presente.

Se llevó la pulsera a la muñeca, quedándose en silencio por unos momentos, observando cómo el color rojo contrastaba con su piel. Era algo tan sencillo, pero le provocaba una sensación compleja. Sabía que estaba aferrándose a algo más que al estambre; estaba reteniendo los recuerdos, los momentos compartidos con Lynn, todo lo que alguna vez había tenido importancia.

Suspirando, Giselle apartó la mirada y terminó de prepararse para el día. Mientras bajaba las escaleras hacia la cocina, la sensación de la pulsera en su muñeca le recordaba que, aunque intentara seguir adelante, algo de Lynn aún permanecía con ella.

"Solo un hilo de estambre..." pensó, pero sabía que para ella, era mucho más que eso.

Cuando Giselle bajó las escaleras, el suave aroma del café y el crujir del pan tostado le daban la bienvenida a la cocina. Al entrar, vio a Ophelia, sentada junto a la mesa, con una taza en la mano y una sonrisa cálida al verla llegar.

-Buenos días, mi chiquita -la saludó Ophelia, dejando el periódico a un lado y extendiendo los brazos en un gesto casi maternal.

-Buenos días, Ophie -respondió Giselle, acercándose para recibir el abrazo, ese que siempre la hacía sentir en casa.

Ophelia la abrazó con un cariño genuino. Se apartó solo lo justo para mirar a Giselle a los ojos, con esa expresión que siempre tenía cuando sabía que algo no iba del todo bien.

-Te ves cansada, Gigi. ¿Todo bien? -preguntó con una dulzura que siempre lograba desarmarla.

-Sí, solo... no dormí muy bien, eso es todo -contestó Giselle, mientras se movía hacia la cafetera, buscando cualquier excusa para evitar esa mirada que parecía atravesarla.

🩰𝐁𝐀𝐋𝐋𝐄𝐑𝐈𝐍𝐀 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 ✧˙⊹ ⁽ᴸʸⁿⁿ ᴸᵒᵘᵈ ᴶʳ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora