— Recuérdame una vez más porqué vinimos aquí.
— Ya te dije: Observar una tradición de este país.
— ¿Y no era más fácil preguntarme a mí, que he sido familiar de brujos de aquí?
— No.- Simplificó el blondo con una sonrisa arrogante.- Quiero verlo con mis propios ojos y participar.
— No tienes remedio...- Suspiró candado el íncubo.- Pero al menos así tu energía parece estar volviendo a armonizarse. Así que ya qué.
Asmita solo sonrió, y ambos continuaron su camino, hasta llegar a dónde un lugareño les dijo que había una posada. Por suerte consiguieron una habitación, a pesar de la temporada alta.
— Qué disfruten su estancia.
— Gracias, señora Calvera.
Luego de tener la llave en sus manos, fueron hasta la habitación asignada en el tercer y último piso del edificio.
Al entrar, Kardia lo primero que hizo fue arrojarse a una de las camas y estirar sus músculos, mientras Asmita se encargaba de desempacar.
— ¿No viste nada raro en esa mujer?
— ¿Quizás que está embarazada?
— No me refiero a eso, Asmita.- Negó el demonio.- Me refiero a que se ve demasiado agotada y parece que algo la agobia.
— Ahora que lo mencionas, quizás si es algo extraño.- Admitió el rubio.- Pero quizás solo esté cansada por el embarazo. Parece que está a pocos días de dar a luz.
— He servido a brujas, las he llegado a ver embarazadas, y ni siquiera la que tuvo el embarazo más difícil tenía la energía tan drenada.- Afirmó Kardia.- Aquí ocurre algo extraño.
— Bien, trataremos de averiguarlo entonces. Mientras, ayúdame a desempacar.
— ¿No se te olvida algo?
Asmita solo rodó los ojos, y buscó un pequeño alfiler en sus pertenencias, para luego pincharse un dedo.
Kardia lo miró por unos segundos, con clara decepción en sus ojos.
— Ya te dije que mientras sea de día o tengamos cosas qué hacer, confórmate con la sangre, miel, manzanas o leche.- Repitió el rubio.
Kardia bufó y aceptó las gotas de sangre a regañadientes. Quería otro tipo de alimento, pero debía obedecer las ordenes de su invocador.
Una vez terminaron de desempacar, bajaron hasta el vestíbulo, dónde observaron a Calvera y decidieron acercarse para preguntarle sobre la festividad que los había llevado ahí en primer lugar.
— Llegan en buenas fechas.- Explicó la azabache.- Los festejos ya comenzaron, y terminan el 2 de noviembre. En la plaza pueden encontrar varias cosas, como dulces, veladoras, incienso...
— ¿Hay calaveritas de azúcar?- Preguntó Kardia, ganándose una mirada inquisidora de Asmita.
— Sí, también hay de chocolate y de amaranto.- Respondió tranquilamente la mujer.- ¿Por qué no van a dar un vistazo?
— Lo haremos.- Asintió Asmita.- Pero, ¿está todo bien?
Calvera pareció sorprenderse por la pregunta de Asmita, pero el rubio continuó.
— No quiero ser entrometido, pero vine a este lugar justamente por ser creyente de la magia y fenómenos paranormales. Tengo un tipo de "habilidad" por decirle de algún modo.- Explicó Asmita.- ¿Todo ha ido bien con su embarazo?
La mujer finalmente suspiró y les contó un poco de lo que ocurría.
— Últimamente, mi embarazo se tornó complicado. Pesadillas y algunas cosas más.- Relató.- Hay una leyenda aquí en el pueblo, que habla de brujas que bajan de las montañas para asesinar a los recién nacidos succionandoles la sangre.
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Cazadores de luces y sombras [#Deathween2024]
FanfictionUn brujo vidente en la era moderna, encargado de buscar y neutralizar amenazas paranormales con ayuda de su espíritu familiar. ¿Qué aventuras les esperan a esta peculiar dupla de cazadores?