— Tú debes ser Nakamura Izo, el nuevo pediatra, ¿no es así?
— Así es.- Respondió cortésmente, haciendo una leve reverencia.- Usted debe ser el doctor Alexiou.
— Solo llámame Ox.- Sonrió el rubio.- No son necesarias tantas formalidades.
— De acuerdo.- Accedió, mostrando una sutil sonrisa.
Su colega le dió un breve recorrido por el hospital y le explicó sus deberes, así como el área que debería cubrir y sus horarios durante la noche.
Solo tenía que acudir para verificar que todo estuviera en orden con los niños hospitalizados en el área pediátrica y los de los bebés neonatología cada dos horas, tomar signos vitales cada cuatro, y administrar los medicamentos que fueran necesarios en ciertos casos.
No era nada difícil de memorizar o llevar a cabo. Así que solo agradeció la información y se dispuso a comenzar en cuando dió inicio su turno.
De paso, conoció a varios miembros del personal durante el turno, al coincidir en el área de reuniones o en la cafetería en sus horarios libres. Todo apuntaba que sería un noche tranquila.
— ¿Todas las noches son así de tranquilas aquí?
— Ojalá.- Suspiro Ox.- Apenas ayer fue una pesadilla. Una noche estás atendiendo cinco pacientes a la vez, y a la siguiente tienes que hacer de todo para no dormirte del abrir. Así es esto...
— Ya veo.- Asintió, dando un último sorbo al vaso de café caliente en su mano. Justo cuando la alarma de su reloj sonó.- Bueno, ya debo ir a revisar a los recién nacidos.
— Nos vemos.
Tras esa corta despedida, salió de la sala, luego de depositar el vaso desechable en un contenedor de basura, y siguió su camino por el pasillo.
La noche estaba totalmente tranquila, pero algo en su interior lo agitaba y le generaba revoloteos en el estómago. Era como si su intuición tratara de advertirle de un peligro.
Sin embargo, no prestó atención a esa sensación y continuó su recorrido, dispuesto a cumplir con su trabajo y sus responsabilidades.
Llegó hasta la zona de los cuneros, pero apenas acercarse, escuchó la voz de una mujer, entonando lo que parecía ser una canción de cuna.
No estaban permitidas las visitas a esa hora, ninguna enfermera correría el riesgo de tomarse tales libertades, y ninguna madre recién parida habría ido sola hasta ese lugar... Simplemente no había una explicación mediana razonable a ese canto.
Al escuchar el llanto de los bebés, y que esa voz no cesaba, entendió que no era su imaginación, y se dió prisa, adentrándose por el pasillo, hasta llegar a la zona e ingresar.
Enmedio de la sala, sosteniendo a uno de los bebés, mientras ninguno dejaba de llorar, vió a la mujer responsable de ese canto.
Alta, muy delgada, enfundada en un largo vestido blanco, y una larga cabellera negra cubriendo su espalda en totalidad, y parte de su rostro...
Apenas la vió, su sangre se congeló por el inexplicable terror que le invadió, terror que fue en aumento cuando el canto se detuvo y los penetrantes ojos de la mujer se posaron sobre él.
Antes de que pudiera reaccionar, la mujer se abalanzó sobre él, siendo ese rostro pálido, demacrado, casi cadavérico y con una expresión de furia grabada, lo último que vio, antes de quedar inconsciente.
[...]
— Izo, ¿cómo te sientes?
— ¿Qué...?

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Cazadores de luces y sombras [#Deathween2024]
FanfictionUn brujo vidente en la era moderna, encargado de buscar y neutralizar amenazas paranormales con ayuda de su espíritu familiar. ¿Qué aventuras les esperan a esta peculiar dupla de cazadores?