Jimin es un joven dulce e ingenuo que ha vivido toda su vida creyendo que es de papel. Pero todo cambiará cuando el destino de una pelota que cae por su ventana se cruce en su camino, o mejor dicho cuando un joven audaz se cruce en su vida.
Kookmin
...
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Jimin cerró los ojos cuando la peluquera le pintaba el cabello. ¿El color? Unos mechones rubios en las puntas, Jimin era hermoso, pero el tinte resaltó todavía más sus facciones. Emocionado por el nuevo look se dejó consentir mientras lo maquillaban junto a sus compañeros de la academia. Estaba en la parte trasera del teatro, ahí sus compañeros corrían desesperados buscando los vestuarios para los que iban a subir al escenario, eran un equipo bien organizado que estaba estudiando para presentarse en los mejores teatros del mundo. Cuando estuvo listo ni siquiera se reconocía en el espejo, parecía un verdadero muñeco viviente. Jimin nunca usaba maquillaje, por eso la sorpresa de él, y de todos los presentes.
—¡Pero que belleza! —exclamó Magui—. Ahora entiendo porque Jungkook te cuida tanto.
—¡Oh, no es por eso! —contestó sonrojado mirándose al espejo.
—¡Basta de admirarte nene, es hora de ponerte el traje! —gritó Michael, el amigo trans de Jimin. Él sonrió asintiendo con la cabeza mientras lo seguía.
—Un traje blanco con toques celestes. Justo como lo prometí, refleja pureza, bondad y es nostálgico. ¡Perfecto para tu canción! —Aplaudió emocionado—. ¡Anda, pruébatelo!
—Es hermoso...
—¡Claro, lo hice yo! —Jimin rio.
—¡No olvides los zapatos ! —Le entregó un par de zapatos de plataforma del mismo color del vestido, pero con brillos discretos.
En la quinta fila del auditorio se encontraba Jungkook apresurando a Jiho para que se sentara junto a su madre. En ese instante entraron sus amigos y su hermano sentándose en la misma fila que ellos. Taehyung a la izquierda de Jungkook y Yoongi a la derecha. El cuchicheo de los invitados aumentaba los nervios de Jungkook. Él escuchó a Jimin cantar una semana atrás y fue realmente conmovido, sin embargo sentía un enorme peso en los hombros porque deseaba que todo saliera bien para que su amado brillara.
Namjoon y Hobi tenían su teléfono listo para grabar el espectáculo porque las luces se apagaron, y el público quedó en total silencio. Una pareja inició con su danza aérea. Los movimientos eran sublimes, llenos de romanticismo. Cuando el par de bailarines pisaron el escenario comenzó el sonido de chelos y tambores sincronizados a la perfección, la música iba en crescendo y cuando llegó a su punto más alto apareció Jimin en el centro del escenario. ¿Cómo lo hizo? Eso es un misterio. Él se sentó en un columpio decorado con flores azules, era elevado de poco en poco mientras que sus compañeros seguían bailando en el escenario. Jungkook no perdía la vista de su novio, y se sorprendió al verlo llegar frente a un piano que también estaba elevado en el aire. Todos estaban boquiabiertos esperando la actuación del joven. Luego de bailar un rato, los bailarines desaparecieron del escenario y en ese momento Jimin comenzó a tocar el piano, entonando notas menores que penetraban el corazón de los presentes. Eran dulces, profundas y estremecían a cualquiera que los escuchara. Luego de la introducción comenzó a cantar...
