CAPITULO 11

54 6 0
                                    

  |Pequeño inquilino|


—Yo no quiero estar aquí Alex—Lily lloriquea en mis brazos—los tipos malos no nos encontraran si nos vamos de aquí como siempre lo hacemos.

El escuchar a mi hermana llorar y suplicar que nos vallamos me rompe el corazón en mil pedazos. Nunca quise que esto pasara, pero irme es algo que no puedo hacer ya firme ese contrato y con eso mi sentencia.

Desde que paso el incidente con la bruja de María mi hermana no ha parado de llorar, le dijo cosas muy feas como: No pertenecen aquí, tu hermana es una cualquiera y tu una mocosa entrometida, ambas se quieren aprovechar del amo, lárguense no tienen nada que hacer aquí...todo eso según lo que Lily me conto, aparte que sus garras también hirieron el brazo de mi hermana.

La sangre me hierve y las ganas de arrastrar a esa mujer por los suelos es una tentación constante, pero no puedo hacer ese tipo de cosas. No comprendo cómo se puede ser tan malvado como para lastimar así a una niña que es inocente de todo lo que los adultos hacen, sin duda alguna la Señora María es una mujer sin escrúpulos, venenosa y vil.

—Aquí nadie nos quiere, solo Zoé, pero ella tampoco pudo defenderme. Vámonos Alex.

—No podemos Lily—la acomodo sentándola en mis piernas—yo tengo un contrato con el señor Barrett el dueño de todo esto.

—El tipo que vimos en la mañana, el que parecía Drácula—rio ante su comparación y ante la sombría apariencia de Barrett le doy la razón a Lily.

—Si cariño ese tipo—doy una pausa tratando de encontrar las palabras correctas para que mi hermana logre entender todo este lio en el que me he metido—voy a llevar un bebe aquí—le indico mi vientre.

Sus ojos se abren como platos y puedo ver algo de emoción asomarse también.

—¡Vas a tener un bebe Al! —habla eufórica.

—Pero no será mío, es del señor Barrett y de su esposa yo solo lo llevare nueve meses, será... como un inquilino temporal.

No sé si la forma en la que le estoy explicando todo sea la más correcta, pero ella es inteligente estoy segura que entenderá todo a la perfección.

—¿No nos lo podemos quedar? —pregunta de forma divertida olvidando lo que hace unos momentos la entristecía.

—No es un juguete Lily—comento con diversión—así que tenemos que quedarnos hasta que se cumplan los nueve meses, después de eso nos iremos y nadie nos ara daño nunca.

Esas últimas palabras las menciono con esmero y si acepte este contrato fue por la protección de Lily, si yo aun sigo viva es por ella, después de todo esto sé que todo cambiara o al menos en mi ingenuidad así lo espero.

Mi hermana me abraza y agrega un "bien" que por ahora me tranquiliza. Ella es mi señorita grande yo sé que entiende.

Nunca permitiré que nadie la vuelva a lastimar, ni María ni nadie de esta mansión llena de personas vacías de corazón y alma.

Media hora después Lily se ha quedado completamente dormida, no paraba de hablar sobre él bebe y tocaba mi vientre pensando que ya se encontraba ahí, supongo que se ha emocionado demás con lo que le Conte y como ya le dije no nos lo podemos quedar, después que pasen los nueve meses nos iremos y Barrett cumplirá su palabra.

Con cuidado acomodo a Lily en un lado de la cama, ahora dormirá conmigo como siempre debió de ser. No se colocó su pijama, pero no quiero despertarla quiero que duerma tranquila, tomo el edredón y la cobijo acariciando su mejilla y depositando un beso en ella.

POR CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora