C20

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E l l i e

Unos gritos me despiertan. No sé que hora es, ni me importa, así que en vez de mirar la hora en el teléfono como hago normalmente, me levanto, y a tientas, llego hasta la puerta. Al abrirla, la luz me hace daño, pero me acostumbro enseguida. Veo a mi padre bajar las escaleras corriendo. Le sigo.

-¡No me lo creo! - grita, asomando la cabeza por la puerta principal. La cierra de un golpe.

-¿Abbie?

-Sí, hija, sí. No sé que piensa de la vida. - Mi padre se pellizca el puente de la nariz y suspiramos a la vez. - Si quiere irse de casa, podría haberlo dicho. Pienso cambiar las cerraduras.

- A mí no me ha dicho nada. - Digo, poniendo los brazos en jarras. - Supongo que sólo se ha escapado, volverá en unas horas. Como mucho unos días.

- Llamaré a comisaría para que la busquen. - Se da la vuelta, dispuesto a subir de nuevo las escaleras, pero le detengo.

- Papá, déjala. No merece la pena.

- Pero los chicos con los que está no me gustan nada, me preocupo por mi hija menor también, aunque no sepa apreciarlo.

- Ya es bastante mayorcita, ¿no crees? - Hago una mueca y seguido me encojo de hombros. - Volverá suplicando ayuda, estoy segura. Es hora de que la hija menor deje de serlo. Es mayor de edad.

Mi padre asiente y me da un breve abrazo. En el interior, me convezco a mí misma de que no voy a volver a ayudar a mi hermana, de que es ya independiente y de que puede hacer lo que ella quiera, muy a mi pesar. Vuelvo a mi habitación y me visto rápidamente.
Escucho a algunos empleados de la casa hablar con mi padre, y en los diez minutos que estoy en mi habitación preparándome, la casa empieza a tener una ajetreo impresionante. Esta vez bajo las esaleras despacio, fijándome en que ya hay gente cambiando cerraduras y poniendo cerrojos nuevos en las ventanas.

- Supongo que no podré salir de casa ahora. - Suelto, más bien para mí misma. Un tío que está toqueteando la puerta se gira y me sonríe.

- No hasta que tengas la llave nueva.

- Joder. - maldigo en voz baja. Echo un ojo a mi teléfono, al mensaje de Dylan que tengo diciendo que vaya a desayunar a ma cafetería de siempre. - ¡Papá!

- ¿Algún problema?

-Sí. - señalo al tío de la puerta - ¿No puedo salir? Tengo que ir a desayunar y después, a clase.

- ¿Y por qué no quieres desayunar aquí? Brenda te puede preparar lo que quieras.

- Voy a llegar tarde a clase entonces - Medio miento. En parte es verdad. - Voy a tener que salir de todas formas, sea más tarde o más pronto, papá.

Hago un puchero. Siempre funcionan, al menos hoy, porque mi padre me acompaña a la puerta trasera y habla con otro señor que cambia la cerradura. Me dejan salir con la condición de que no venga después de las ocho, casi como cuando era una niña, porque a esa hora todas las cerraduras estarán cambiadas definitivamente y nadie estará en casa. Sólo asiento y salgo corriendo hacia mi coche. El cual no está.

- ¿¡Papá!? - Grito. No hay respuesta. Chasqueo la lengua.

-Dime, cielo.

- ¿Mi coche?

- Se le ha llevado tu madre.

Me doy con la palma de la mano en la frente, miro la hora, me doy cuenta de que voy a llegar tarde a una especie de cita con desayuno incluído por culpa de mi madre. A veces me pregunto qué he hecho yo para merecerme una madre así. Creo que lo hace para joderme, hablando mal y claro.

- Llama a alguien para que te lleve a clase, ¿no? - sugiere una de las empleadas. Por fin alguien con una buena idea.

Busco en mi lista de contactos. A, Abbie está (probablemente) en alguna parte de Nueva York conviviendo con drogatas; D, Dylan está esperándome muerto del asco y la impaciencia; G, Grant está trabajando; H, Hijo de puta. Se enciende una bombilla en mi interior y de repente, marco el número. Suena una musiquita muy alegre, después se oye un gruñido.

- Te necesito. - Digo.-Otro gruñido. ¿O es un gemido? - Oye, ¿qué haces?

-Mmmmh, nada. - dice por fin una voz masculina, con un ligero acento indescifrable. - Dime.

- Necesito tu coche. En menos de un minuto. - Exijo. Esta vez si que escucho un gruñido. - Vamos, tío. Por favor.

- ¿A cambio de qué?

- Mis apuntes. - Digo sin pensar. Luego me doy cuenta de que la he cagado, seguro que esos apuntes no vuelven en la vida.

- ¡Okey! - canturrea. Y cuelga.

Salgo fuera del garaje y espero lo más pacientemente que puedo a un coche enorme y negro. Llega, manifestando que está ahí, porque su conductor toca el claxon. Puede que haya muerto y su cabeza esté contra el volante. Me subo muy rápido.

- ¡Arranca! - Exclamo.

- Hola, Elizabeth. ¿No vas a decir nada de mi pelo?

Miro al chico que tengo al lado. A veces me pregunto por qué tuve un novio asiático que era un marginado de la vida, que me dejó por otra y que ahora decide jugar con su pelo y ponérselo de un obvio rubio lejía... Y por qué sigo siendo su amiga. Supongo que es porque vamos a la misma clase y él es un cerebrito.

- Pareces un pollo albino, Seung. - Él arranca de repente, riéndose como un maniaco - Ni siquiera sabes a dónde me tienes que llevar.

- A la cafetería de siempre.

***************

- Wow, qué recuerdos... - Dice el coreano rubio lejía, es decir, Seung, al entrar a la cafetería donde Dylan me espera. Solíamos venir aquí cuando éramos novios. Saludo a Dylan con la mano y él pone mala cara. - Siempre me pedía un té y tú un café americ...

Se calla cuando ve que me acerco a Dylan. Me siento a su lado y hago una seña a Seung para que se vaya, pero en vez de hacerme caso, se sienta con nosotros. Me pego a Dylan como diciendo "no pintas nada aquí".

- Hola, soy Seung. - le tiende una mano a Dylan.

- Hola. - se la estrecha sin dejar de mirarle de arriba a abajo, desconfiado. - No creo que seas familiar de Ellie.

- Soy su ex.

Pego un brinco. Sonrío exagerada y falsamente al ver la mirada celosa de Dylan.

- Qué interesante velada. - Comenta él pasándome un brazo por los hombros. Un escalofrío recorre toda mi espalda - No acepto peticiones de trío, pero bueno. A veces hago excepciones.

- ¿Te van las asiáticas?

-Oh. Dios. Mío. ¡Dylan! ¿Te he dicho que tengo que hablar seriamente contigo de Abbie? - cambio de tema, intentando que dejen de hablar de... tríos. Pero me ignoran.

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¡Que vivan los mierdicapítulos!

En fin, yo me voy que tengo sueño xDDD BESITOS, OS LOVEO *Elsa aka parte más normal de sarcastictwins is out*

Two sisters, two sides. (O'Brien+Lachowski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora