C16

1.9K 112 15
                                    

E l l i e

Me quedo perpleja, con los brazos en jarras, dejando que Abbie se me vuelva a escapar. Proceso con cuidado lo que ha dicho, eso de que ya es adulta, de que tiene diecinueve años y de que no tiene por qué hacer caso a nuestros padres. En el fondo, tiene razón. Pero eso no quiere decir que pueda irse por ahí, con un tipo que es buscado por la policía, mientras que nuestros padres están muy preocupados por ella. Y seguro que la culpa me cae a mí. Suspiro y salgo de la cafetería. Mi hermana ya no está por aquí, así que me pongo a caminar sin rumbo. Supongo que iré a casa, no tengo más remedio.

Voy andando por las calles abarrotadas de Nueva York hacia mi humilde, nótese el sarcarmo, hogar. Intento concentrarme en ir recta, si hace falta en esquivar a alguien, pero no puedo dejar de pensar en Abbie. ¿Y si ese tal Francisco intenta algo con ella? ¿Y si la mete en algún lío? ¿Y cómo narices ha sabido que estaba con Dylan? Demasiadas preguntas pasan por mi cabeza, probablemente muchas no tengan una respuesta y aún así sigo buscando una. Mi teléfono suena. Rebusco en mi enorme bolso mientras sigo caminando. Me doy contra alguien y los dos somos igual de rápidos para cogernos el uno al otro de los brazos.

-Perdona, preciosa. - Dice el chico que tengo enfrente. Su tupé puede llegar a la luna, tiene los ojos verdes y parece muy jovencito. Lleva una sonrisa de superioridad dibujada en la cara.

-No, yo lo siento. Iba despistada. - Dejo de agarrarle. Sin embargo, el sigue sujetándome.

- ¿Te conozco? Me resultas muy familiar.

Niego con la cabeza. -Te equivocas.

- ¿No eres hija de los Brigdewood? - resabala sus manos por mis brazos y me deja libre. Sonrío avergonzada, parece que a) está distrayéndome b) quiere algo conmigo o c) le conozco de verdad. -¿No eres Elizabeth? Soy Cody, el hijo de John.

Ato algunos cabos y al final caigo. Sí, es un viejo amigo, hijo de otra viejo amigo, pero de mi padre. Jugábamos juntos fuera de las oficinas de nuestros padres con su gameboy cuando teníamos trece o catorce años. Siempre le decía a Abbie que no podía jugar porque era muy pequeña. Siempre pensé que Cody estaba enamorado hasta los huesos de mí. Es obvio que han pasado muchos años, ha pasado la pubertad y por eso está tan cambiado, pero reconozco su sonrisa y sus ojos. Sonrío y le pongo las manos en sus hombros.

-¿En serio eres Cody? - él asiente - Madre mía, estás... cambiadísimo. No pareces tú.

-Tú sigues igual de guapa. - Me río, puede que esté hasta roja. - ¿Hacia dónde vas? Te acompaño.

-No tengo un destino fijo. - Admito.

Él empieza a caminar lentamente. Vamos paseando, tranquilos, charlando sobre lo muy poco que nos hemos visto estos años, en que ahora podremos vernos más... Y esas cosas. Le cuento que sigo viviendo con mis padres, no como él, que ya se ha independizado. Me da envidia. Vive con un amigo que debe de tener una deuda gigantesca con él. Habla de una suma enorme de dinero. Yo le cuento mi sueño de irme a un apartamento del Upper East Side, yo sola, pero que las cosas están complicándose. Suelta la pregunta del millón: qué tal está mi hermana.

- Siempre ha sido obediente dentro de lo que cabe y ahora se está volviendo rebelde. No sé si su novio es un tal Francisco, un tío con asuntos pendientes con la policía. - Cody me escucha atento. Frunce el ceño y me detiene poniéndome una mano cerca del cuello. - ¿Ocurre algo?

-¿Francisco Lachowski? - Asiento. Él se ríe algo escéptico. - Es mi amigo, el que me debe el dinero. Anoche estuvo con tu hermana, y yo la vi. Está cambiada. No supe que era ella.

-¿Seguro que era Abbie?

-Seguro, esos ojos azules se reconocen en cualquier parte. Estuvieron hablando, admito que escuché a escondidas... pero me fuí. Acaban de llevarse mi coche y puedo decir que conozco bien a Fran, acabará aprovechándose de ella de alguna forma u otra. - Me doy con la palma de la mano en la frente. Varias veces. Cody me para cogiéndome de la muñeca - Vas a hacerte daño...

-¿Qué más sabes?

Él no borra su sonrisa de suficiencia de sus labios. - Bastante.

Sé qué quiere algo a cambio. He podido leerlo en su mirada. Pero no cederé, lo tengo más claro que el agua, así que tendrá que aguantarse. Yo también porque no sabré que más dijo Ellie a Fran y viceversa, pero ahora siento que no tengo necesidad de saberlo. Hago una mueca.

- Vale...

-¿Quieres que te lo cuente? - enarca levemente las cejas.

- No, da igual. Necesito ver a mi padre. - No miento. Saco mi teléfono del bolso. - ¡Un placer verte de nuevo, Cody!

Me arrebata el teléfono de las manos y teclea algo muy rápido en él. Me sigue sonriendo mientras se despide con la mano y se da la vuelta para irse. Me ha dejado su número apuntado y guardado en la agenda.

*************

Como siempre, hay ajetreo en la comisaría. Estoy ya dentro, parada enfrente de la ya familiar recepción, buscando con la mirada a mi padre. Le llamé y me dijo que estaba aquí. No le encuentro y me veo obligada a aumentar mi campo de visión, así que camino entre policías, detenidos y personas varias.

- Hola - me giro. Grant me saluda sonriente y yo le devuelvo la sonrisa. Lleva puesta una chaqueta del departamento.- ¿Te ayudo en algo?

-Estoy buscando a mi...- Dylan pasa por detrás de Grant, interrumpiéndome. Va vestido con el uniforme de policía y sólo se me ocurre decir:- Parece un stripper.

Me mira. Enarca las cejas. Y me enseña su dedo corazón sin cortarse un pelo, delante de Grant, que se ríe a la vez que trata de asimilar la reacción de su compañero, y de otras personas. Dylan de ha ido con la cabeza bien alta, sin perder ni un gramo de dignidad. Grant me contagia su risa.

-No quería decirlo, de verdad. Me ha salido del alma. - Me trato de disculpar entre carcajadas - Pero está igual que un stripper, lo juro.

Grant sonríe pero me mira con cara de estar hablando con una pervertida. Parece que no se cree que haya visto un stripper... Algún día le contaré mi fiesta por cumplir diecinueve.

-Bueno, ¿a quién buscas? - Cambia de tema.

-Ah, sí, a mi padre.

-Espera, deja que eche un ojo.

Después de unos minutos regresa con mi padre. Nos deja solos.

-¿Pasa algo?

-Sí. Cody, el hijo de John, ha visto a Abbie hablar con ese tal Francisco. Se han ido en su coche a vete tú a a saber dónde. Necesitamos encontrarla, no me fío nada de ese tío, papá.

MIRAD ESA MULTIMEDIA

DYLAN. DENTENME, HE ROBADO LA WIFI AL VECINO.

Vale, ya me voy. *Elsa is out*

Two sisters, two sides. (O'Brien+Lachowski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora