Two sisters, two sides. (O'Brien+Lachowski)

C15

A b b i e

Francisco y yo debemos llevar aquí unas cuantas horas, creo que ya son casi las once de la mañana. El tiempo se me pasa rápido con él. De repente la puerta de la cafetería se abre de golpe y Francisco borra su sonrisa para sustituirla por una cara de pocos amigos, en cuanto veo su reacción lo primero que hago es girarme para ver quién a entrado al local, y veo una de las caras que menos quería ver. La de mi hermana.

-¡Abbie!- Dice Ellie mientras viene corriendo a la mesa.- Dios mío, suerte que te he encontrado, ¿no te habían castigado? ¿Que haces aquí con este mundano?- Pregunta señalando a Francisco.

-Desayunar- Digo yo como si fuera obvio mientras levanto el poco café que me queda, este debe ser el cuarto o así-, y tú, ¿que haces aquí? ya estabas con míster chupamela, ¿verdad?

-Ss... Espera, ¿como sabes eso?

-El qué, lo de que tiene una gran obsesión porque se la chupes, o lo de que estabas con él- Digo mirando hacia la mesa, Francisco solo nos mira divertido, se lo está pasando bien con esta conversación.

-Bueno mira déjalo, tienes que volver a casa, como mamá y papá se enteren de que te han castigado y te has escapado no volverás a ver la luz del día tal y como la conoces- Dice poniendo los brazos en jarra.

-Pues sabes qué- Me pongo de pie en frente suyo-, que ya me da igual, me importa una mierda lo que ellos puedan pensar de mis acciones, son mis padres y les quiero, pero yo no quería tener una familia rica y pija. No quería esta vida- Digo agitando los brazos en el aire-, y sigo sin quererla.

-No empieces Abbie, tienes que venir a casa, no puedes volverte tan rebelde. Desde que sales con este intento de ser humano...- Francisco le interrumpe.

-Eh, eh... Un respeto- Dice alzando ambas manos al aire.

-Lo que decía- Prosigue mi hermana-, que desde que vas con este tío te has vuelto una rebelde...

-Ah soy yo la que ha cambiado ahora...- Digo riendo irónicamente- Sobretodo yo, no se si sabes que según toda la familia, yo siempre he sido la oveja negra, la que no encaja en una familia de este tipo, la que no debería estar aquí, y tú- Digo y le señalo con mi dedo índice-, eres la primera que ha cambiado por culpa del mal parido del policía ese. ¿Sabes? Me estoy empezando a plantear quién es el malo de la película que tienen montada estos dos- Digo refiriéndome a Dylan y Francisco.

-¿Habéis acabado?- Pregunta Francisco- Porque si no es así yo me voy- Dice señalando la puerta.

-Tranquilo- Le digo-, ya podemos irnos de aquí- Cojo mi ipod que lo había dejado encima de la mesa, le dejamos el dinero al camarero, ha tenido que pagar Francisco porque yo no llevaba ni gota de dinero, le cojo de la muñeca y le saco a rastras del local.

Cuando estamos afuera aún tengo a Francisco cogido de la muñeca.

-Eh fiera, suéltame ya, no queremos que te rompas una uña por hacer tanta fuerza- Dice Francisco burlándose de mí- ¿quieres que te enseñe una parte de Nueva York muy bonita?

-¿Más que yo?- Fran asiente, a veces soy demasiado egocéntrica- Sorprendeme.

Saca un teléfono de su bolsillo y envía un mensaje, a los diez minutos tenemos a Cody con un cochazo plantado delante de nuestras narices.

-Toma- Dice Cody tirandole las llaves a Fran- Cuidamelo, o te mato.

-Que si, que sí, si le pasa algo al coche muero- Dice Fran imitando, o intentándolo, a Cody.

Nos subimos al coche, yo de copiloto y Fran de conductor, pone la llave en el contacto y arranca, para ser un deportivo no está corriendo mucho como la primera vez que me subí a un coche con él. De repente el teléfono de Francisco empieza a sonar.

-Es la comisaría- Dice él.

-No lo cojas por favor- Le ruego-, será mi padre seguro.

-Pff...- Rechista- Vale.

A los diez segundos, vuelve a sonar el móvil, esta vez miro el número y es el de mi padre.

-Oh dios, es mi padre...

-No quiero meterme en problemas Abigail- Dice mirándome-, acabo de salir de la cárcel, cojelo por favor.

Al final cedo y lo cojo.

-¿Sí?- Pregunto dudosa.

-Hija mía- Dice mi padre aliviado.-, ¿dónde estás? ¿Que haces con ese tío? Ven a casa por favor.

-Papá no, estoy hasta las narices de que seas así conmigo, siempre igual- Digo agitando los brazos aunque no me vea-, primero me echas la bronca de tu vida, me chillas, me dices que soy un asco de hija y después me empiezas a decir que me quieres y que sientes haber dicho todo lo que me has llegado a decir. Pues no papá, una se harta- Digo al borde del llanto.

-Hija no te puedes volver así de rebelde, eres una cría...

-¿¡Una cría!? ¡Que tengo diecinueve años joder! No soy ninguna cría, puedo cuidar de mi misma, adiós papá, no me hables en tu vida- Abro la ventana y tiro el móvil de Francisco por ella.

-¡Joder mi iphone!- Grita Francisco.

-Lo siento estaba de los nervios...- Intento disculparme.

-¡Joder, no puedes pedir perdón y ya está tío...!

-¡Y a mi no me hables así gilipollas! ¿Quién coño eres tú para hablarme así? Hostia puta- Digo girandome para la ventana- Llévame a algún sitio que no sea mi casa, por favor...

-De acuerdo- Dice cabreado, no me extraña le he tirado el móvil por la ventana. Está tan cabreado que tiene los nudillos blancos de apretar el volante.

-Lo siento Fran... De verdad, yo... yo no quería...- Pongo la mano sobre la suya que está en el cambio de marchas, al principio se resalta pero luego cede y me acaricia la mano con el pulgar- Lo siento mucho- Digo entre lágrimas-, yo... estaba cabreada con mi padre, ha sido mi primera reacci...

-Tranquila- Me corta Fran-, se que no era tu intención- Intenta sonreír, más bien le sale una mueca-, va que ahora te llevaré a ese sitio.

No creo que Francisco después de todo sea tan malo.